/ domingo 28 de abril de 2019

Alerta Agropecuaria

¡EL Derecho de disentir!

La calidad de nuestra democracia se va a medir por nuestra capacidad de disentir en un entorno de respeto. Debemos reconocer que desde que este país existe como nación, ha estado inmerso en una cultura autoritaria.

Parece ser que solo bajo el influjo de un caudillo paternalista que castiga y premia, es cuando este país se alinea. Sin embargo, tenemos que reconocer que ese es el origen de todas las desigualdades sociales y económicas que aún hoy vive México. El autoritarismo desde el poder gubernamental tarde o temprano genera injusticias bajo el argumento de impartir justicia, pues se convierte en una estrategia para tomar el control social y político.

Por ello este es el momento que debemos preguntarnos ¿Qué tipo de país queremos? Ya tenemos alternancia con un Presidente que quiere cambiar, combatir la corrupción, la inseguridad, etc. Tenemos que reconocer que el Poder Ejecutivo cambio y evolucionó hacia la tolerancia, sin embargo día tras día va quedando claro que la tolerancia a la mexicana no es más que un discurso populista que todos ejercemos de dientes para afuera, porque el mexicano no acepta que le contradigan. Más grave es aun que le contradigan, que alguien se atreva a disentir se interpreta como una afrenta personal. Cuando la respuesta a una opinión diferente es una burla, una ironía o de plano el ejercicio del poder en contra del revoltoso. Si esto se convierte en un show mediático, cuando se tiene el poder y aprovechando la influencia del poder gubernamental, el mensaje que reciben los mexicanos es que no hay permiso para pensar diferente. Que simplemente hay que ver, oír y callar.

Levantamos la voz de Alerta Agropecuaria porque si queremos vivir en democracia, debemos romper paradigmas y cambiar las reglas. La primera de ellas es aprender a disentir sin que esta actitud termine en tragedia. Entender que disentir no representa una agresión a la persona, sino un simple punto de vista diferente.

Estamos viendo que bajo el disfraz del humor se puede esconder la represión de las ideas, de las opiniones bien intencionadas y una camisa de fuerza para la democracia.

El humor para los mexicanos es todo un metalenguaje que permite expresarnos sin comprometernos, pero cuando se utiliza para frenar la disidencia, de pilón se consiguen aplausos. Hoy el humor, así como la creación de términos de palabras rimbombantes pero de alto impacto, se están convirtiendo en toda una estrategia política de comunicación masiva. Incluso, el humor y la cultura de los memes se están convirtiendo en un espectáculo de fuegos artificiales que arrancan aplausos, pero que despresuriza el malestar público y lo disuelve en la nada en espera del nuevo tema que se convertirá en “trending topic”. Parece ser que eso ayuda a que no pasa nada y todo siga como esta.

Podemos concluir que si bien hoy vivimos en una realidad, donde siguen predominando mecanismos psicológicos y el lenguaje de confrontación es forma y fondo, este camino no nos llevará a ningún buen lugar y si a la desintegración del tejido social. Sin embargo hay aún es tiempo de retomar el camino. De nada sirve las palabras que tratan proyectar buenas intenciones, cuando las actitudes y las acciones muestran lo contrario. Para llevar a la 4ta Transformación de fondo a este país es necesario construir, sumar, multiplicar y no restar ni dividir y tomar una actitud conciliadora y apertura a las opiniones diferentes. Debemos dejar de tras el proceso electoral, para generar un modelo auténticamente democrático, donde no se busque el aplauso fácil y lambiscón, sino trasformar de fondo la realidad de México para tener el país que queremos. Pero estimado lector usted tiene la mejor opinión! Las opiniones vertidas en la editorial de Alerta Agropecuaria son responsabilidad exclusiva del autor. CONÉCTATE con nosotros catarino_mg@hotmail.co


¡EL Derecho de disentir!

La calidad de nuestra democracia se va a medir por nuestra capacidad de disentir en un entorno de respeto. Debemos reconocer que desde que este país existe como nación, ha estado inmerso en una cultura autoritaria.

Parece ser que solo bajo el influjo de un caudillo paternalista que castiga y premia, es cuando este país se alinea. Sin embargo, tenemos que reconocer que ese es el origen de todas las desigualdades sociales y económicas que aún hoy vive México. El autoritarismo desde el poder gubernamental tarde o temprano genera injusticias bajo el argumento de impartir justicia, pues se convierte en una estrategia para tomar el control social y político.

Por ello este es el momento que debemos preguntarnos ¿Qué tipo de país queremos? Ya tenemos alternancia con un Presidente que quiere cambiar, combatir la corrupción, la inseguridad, etc. Tenemos que reconocer que el Poder Ejecutivo cambio y evolucionó hacia la tolerancia, sin embargo día tras día va quedando claro que la tolerancia a la mexicana no es más que un discurso populista que todos ejercemos de dientes para afuera, porque el mexicano no acepta que le contradigan. Más grave es aun que le contradigan, que alguien se atreva a disentir se interpreta como una afrenta personal. Cuando la respuesta a una opinión diferente es una burla, una ironía o de plano el ejercicio del poder en contra del revoltoso. Si esto se convierte en un show mediático, cuando se tiene el poder y aprovechando la influencia del poder gubernamental, el mensaje que reciben los mexicanos es que no hay permiso para pensar diferente. Que simplemente hay que ver, oír y callar.

Levantamos la voz de Alerta Agropecuaria porque si queremos vivir en democracia, debemos romper paradigmas y cambiar las reglas. La primera de ellas es aprender a disentir sin que esta actitud termine en tragedia. Entender que disentir no representa una agresión a la persona, sino un simple punto de vista diferente.

Estamos viendo que bajo el disfraz del humor se puede esconder la represión de las ideas, de las opiniones bien intencionadas y una camisa de fuerza para la democracia.

El humor para los mexicanos es todo un metalenguaje que permite expresarnos sin comprometernos, pero cuando se utiliza para frenar la disidencia, de pilón se consiguen aplausos. Hoy el humor, así como la creación de términos de palabras rimbombantes pero de alto impacto, se están convirtiendo en toda una estrategia política de comunicación masiva. Incluso, el humor y la cultura de los memes se están convirtiendo en un espectáculo de fuegos artificiales que arrancan aplausos, pero que despresuriza el malestar público y lo disuelve en la nada en espera del nuevo tema que se convertirá en “trending topic”. Parece ser que eso ayuda a que no pasa nada y todo siga como esta.

Podemos concluir que si bien hoy vivimos en una realidad, donde siguen predominando mecanismos psicológicos y el lenguaje de confrontación es forma y fondo, este camino no nos llevará a ningún buen lugar y si a la desintegración del tejido social. Sin embargo hay aún es tiempo de retomar el camino. De nada sirve las palabras que tratan proyectar buenas intenciones, cuando las actitudes y las acciones muestran lo contrario. Para llevar a la 4ta Transformación de fondo a este país es necesario construir, sumar, multiplicar y no restar ni dividir y tomar una actitud conciliadora y apertura a las opiniones diferentes. Debemos dejar de tras el proceso electoral, para generar un modelo auténticamente democrático, donde no se busque el aplauso fácil y lambiscón, sino trasformar de fondo la realidad de México para tener el país que queremos. Pero estimado lector usted tiene la mejor opinión! Las opiniones vertidas en la editorial de Alerta Agropecuaria son responsabilidad exclusiva del autor. CONÉCTATE con nosotros catarino_mg@hotmail.co