/ sábado 15 de junio de 2019

ALERTA AGROPECUARIA

Abandonó el Gobierno del Estado y el municipio de Irapuato al campo.

La Comunidad de Copalillo y/o Colonia Copalillo tuvieron una época de esplendor y fue un importante escenario histórico en tiempos de la Revolución

Con el paso de los años, los habitantes de comunidades rurales freseras, como es el caso de la col. o ex Hacienda Copalillo, han optado por abandonar el oficio del cultivo. Las tierras dejan de ser redituables, de modo que, o las venden o se despiden de ellas. En el mejor de los casos las rentan.

En la actualidad, varios habitantes de Copalillo, optan por dedicarse a otras actividades que no sea el campo. Algunos abren abarroteras, otros deciden viajar a León y tener un negocio en la Capital del Calzado, y otros viven de su pensión en cuanto se vuelven adultos mayores, recordando la época de bonanza, tanto de Copalillo como de otras comunidades como Serrano, Márquez, Lo de Juárez, San Agustín, etc.

El costo de una hectárea, además del cultivo y la siembra, y todo lo relacionado sale arriba de 5 mil pesos, más unas semillas de 3 mil, y se necesitan de 15 a 17 kilos. Hoy en día, muchas tierras quedan olvidadas debido al excesivo costo de los insumos, ya que los campesinos no ganan dinero. Así lo explica Lucio Fonseca, de 67 años:

“El año pasado me gasté como cinco o seis mil pesos y no gané nada. Todo esto se debe a que, hace ya muchos años, hubo un ciclo que cambió cuando Banrural nos hizo dependientes del sistema. De allí para acá, cuando cambió el sistema y tuvimos que echarle kilitos al puerto, como decimos aquí en el rancho, nos dimos cuenta que ya no fue productivo”.

Sumando los herbicidas, un poco de abono, además de los insecticidas, Durán se gastaba por hectárea 10 mil pesos, aunado a que se debe trabajar seis meses la tierra para que dé frutos. “Seis mil pesos o más mejor me lo gasto con mi familia”, dice.

La Hacienda de Copalillo tuvo una época de esplendor y fue un importante escenario histórico en tiempos de la Revolución. Hoy sigue siendo una comunidad con mucha Historia. Originalmente fue una hacienda agrícola, hasta hace poco fue repartida las tierras y la Hacienda a los ejidatarios y fue escena de las batallas entre villistas y constitucionalistas, entre fuerzas de Pancho Villa y Álvaro Obregón.

La situación de Guanajuato es muy grave, principalmente porque es un sector que ha sido abandonado e incluso se ha impulsado una política de desaliento productivo. LA FRASE: “Así nos han dado esta tierra. Y en este comal acalorado quieren que sembremos semillas de algo, para ver si algo retoña y se levanta”. -Juan Rulfo, “Nos han dado la tierra”. Pero estimado lector usted tiene la mejor opinión! CONÉCTATE con nosotros catarino_mg@hotmail.com

Abandonó el Gobierno del Estado y el municipio de Irapuato al campo.

La Comunidad de Copalillo y/o Colonia Copalillo tuvieron una época de esplendor y fue un importante escenario histórico en tiempos de la Revolución

Con el paso de los años, los habitantes de comunidades rurales freseras, como es el caso de la col. o ex Hacienda Copalillo, han optado por abandonar el oficio del cultivo. Las tierras dejan de ser redituables, de modo que, o las venden o se despiden de ellas. En el mejor de los casos las rentan.

En la actualidad, varios habitantes de Copalillo, optan por dedicarse a otras actividades que no sea el campo. Algunos abren abarroteras, otros deciden viajar a León y tener un negocio en la Capital del Calzado, y otros viven de su pensión en cuanto se vuelven adultos mayores, recordando la época de bonanza, tanto de Copalillo como de otras comunidades como Serrano, Márquez, Lo de Juárez, San Agustín, etc.

El costo de una hectárea, además del cultivo y la siembra, y todo lo relacionado sale arriba de 5 mil pesos, más unas semillas de 3 mil, y se necesitan de 15 a 17 kilos. Hoy en día, muchas tierras quedan olvidadas debido al excesivo costo de los insumos, ya que los campesinos no ganan dinero. Así lo explica Lucio Fonseca, de 67 años:

“El año pasado me gasté como cinco o seis mil pesos y no gané nada. Todo esto se debe a que, hace ya muchos años, hubo un ciclo que cambió cuando Banrural nos hizo dependientes del sistema. De allí para acá, cuando cambió el sistema y tuvimos que echarle kilitos al puerto, como decimos aquí en el rancho, nos dimos cuenta que ya no fue productivo”.

Sumando los herbicidas, un poco de abono, además de los insecticidas, Durán se gastaba por hectárea 10 mil pesos, aunado a que se debe trabajar seis meses la tierra para que dé frutos. “Seis mil pesos o más mejor me lo gasto con mi familia”, dice.

La Hacienda de Copalillo tuvo una época de esplendor y fue un importante escenario histórico en tiempos de la Revolución. Hoy sigue siendo una comunidad con mucha Historia. Originalmente fue una hacienda agrícola, hasta hace poco fue repartida las tierras y la Hacienda a los ejidatarios y fue escena de las batallas entre villistas y constitucionalistas, entre fuerzas de Pancho Villa y Álvaro Obregón.

La situación de Guanajuato es muy grave, principalmente porque es un sector que ha sido abandonado e incluso se ha impulsado una política de desaliento productivo. LA FRASE: “Así nos han dado esta tierra. Y en este comal acalorado quieren que sembremos semillas de algo, para ver si algo retoña y se levanta”. -Juan Rulfo, “Nos han dado la tierra”. Pero estimado lector usted tiene la mejor opinión! CONÉCTATE con nosotros catarino_mg@hotmail.com