/ domingo 3 de abril de 2022

ALERTA AGROPECUARIA

¡El artículo 39 constitucional y la lucha por la democracia participativa!


La soberanía nacional reside esencial y originalmente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instruye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno. ARTÍCULO 39 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Estas dos frases escuetas, luminosas y contundentes conforman uno de los 136 artículos de la constitución que nunca han sufrido modificaciones ni reformas. Detrás de ellas están las luchas revolucionarias de 1910, que combatieron la dictadura de Don Porfirio Díaz y la usurpación huertista, las gestas obreras inspiradas por los hermanos Flores Magón, el tesón de los liberales que vencieron en una guerra civil y derrotaron la intervención francesa, la entrega de los independentistas que nos dieron patria y lucidez de Don Francisco Primo de Verdad y Ramos, precursor de la independencia. En este pasaje confluyen la semilla libertaria de la Revolución Francesa, las tradiciones democráticas de la Grecia clásica y las formas deliberativas de Mesoamérica.

Sin embargo, durante la mayor parte del siglo XX y las primeras dos décadas del siglo XXI, este artículo fue una mera formalidad y una abstracción, una fachada para el dominio de la clase política y después de la fracción político-empresarial que se adueñó de las instituciones y las puso al servicio de sus intereses. Por amplio y extendido que fuera el descontento popular ante el régimen y oligarquía neoliberal, no había forma de poner en práctica los principios contenidos en el artículo 39 constitucional por la simple razón de que toda la institucionalidad la cual debería ejercer su soberanía estaba secuestrada por grupos de conflicto de intereses.

Hoy, cuando desde la presidencia de la república y el congreso de la unión es posible defender los intereses y necesidades del pueblo; éste pueblo de México ha empezado a aplicar el artículo 39 de la constitución con el ejercicio de revocación de mandato para consumar una transformación profunda en lo político, económico, cultural, social y lo ético. Esta norma constitucional nos permite consolidar una política que ha puesto la economía al servicio de todas y todos y no solamente de unos cuantos, combatir la corrupción y la impunidad, construir la paz y recuperar la soberanía nacional; así mismo pronto lograremos bajo el amparo del artículo 39 constitucional, la democracia justa, verdadera y participativa, con organismos electorales justos, imparciales y austeros al servicio del pueblo.

Por todas estas razones el artículo 39 constitucional es uno de los legados más valiosos de cuantos nos dejó el constituyente de 1917, y no hay mejor manera de honrarlo que convertirlo en práctica cotidiana e instrumento de civilización y de esperanza.

Estimado lector, no hay que olvidarlo nunca: “La soberanía nacional reside esencial y originalmente en el pueblo”.

Hasta la próxima, CONÉCTATE con nosotros catarino_mg@hotmail.com

¡El artículo 39 constitucional y la lucha por la democracia participativa!


La soberanía nacional reside esencial y originalmente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instruye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno. ARTÍCULO 39 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Estas dos frases escuetas, luminosas y contundentes conforman uno de los 136 artículos de la constitución que nunca han sufrido modificaciones ni reformas. Detrás de ellas están las luchas revolucionarias de 1910, que combatieron la dictadura de Don Porfirio Díaz y la usurpación huertista, las gestas obreras inspiradas por los hermanos Flores Magón, el tesón de los liberales que vencieron en una guerra civil y derrotaron la intervención francesa, la entrega de los independentistas que nos dieron patria y lucidez de Don Francisco Primo de Verdad y Ramos, precursor de la independencia. En este pasaje confluyen la semilla libertaria de la Revolución Francesa, las tradiciones democráticas de la Grecia clásica y las formas deliberativas de Mesoamérica.

Sin embargo, durante la mayor parte del siglo XX y las primeras dos décadas del siglo XXI, este artículo fue una mera formalidad y una abstracción, una fachada para el dominio de la clase política y después de la fracción político-empresarial que se adueñó de las instituciones y las puso al servicio de sus intereses. Por amplio y extendido que fuera el descontento popular ante el régimen y oligarquía neoliberal, no había forma de poner en práctica los principios contenidos en el artículo 39 constitucional por la simple razón de que toda la institucionalidad la cual debería ejercer su soberanía estaba secuestrada por grupos de conflicto de intereses.

Hoy, cuando desde la presidencia de la república y el congreso de la unión es posible defender los intereses y necesidades del pueblo; éste pueblo de México ha empezado a aplicar el artículo 39 de la constitución con el ejercicio de revocación de mandato para consumar una transformación profunda en lo político, económico, cultural, social y lo ético. Esta norma constitucional nos permite consolidar una política que ha puesto la economía al servicio de todas y todos y no solamente de unos cuantos, combatir la corrupción y la impunidad, construir la paz y recuperar la soberanía nacional; así mismo pronto lograremos bajo el amparo del artículo 39 constitucional, la democracia justa, verdadera y participativa, con organismos electorales justos, imparciales y austeros al servicio del pueblo.

Por todas estas razones el artículo 39 constitucional es uno de los legados más valiosos de cuantos nos dejó el constituyente de 1917, y no hay mejor manera de honrarlo que convertirlo en práctica cotidiana e instrumento de civilización y de esperanza.

Estimado lector, no hay que olvidarlo nunca: “La soberanía nacional reside esencial y originalmente en el pueblo”.

Hasta la próxima, CONÉCTATE con nosotros catarino_mg@hotmail.com