/ sábado 23 de febrero de 2019

Alerta Agropecuaria La cuarta transformación en el Campo

Significa aumentar productividad y disminuir la contaminación

Ing. Catarino Mendoza Gutiérrez

La transformación que se proyecta tendrá el campo durante la administración federal que encabeza el Presidente de México Lic. Andrés Manuel López Obrador (AMLO), debe considerar el cambio de fondo del modelo económico agrario en el País, es decir en la manera que se práctica la agricultura convencional —que es costosa e ineficiente—, hacia un nuevo modelo, más productivo y menos contaminante, y tendrá que pasar del uso de fertilizantes químicos y otros agroquímicos altamente contaminantes para el medio ambiente, devastadores del suelo y dañinos para la salud humana, hacia el empleo de bioinsumos como biofertilizantes, bioinsecticidas y biofunguicidas.

Así lo creemos en Alerta Agropecuaria de igual forma consideramos que el anuncio realizado por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), al asumir su cargo, sobre la cancelación del uso de cultivos transgénicos durante su sexenio, y de prescindir de tecnologías contaminantes como el fracking, es alentador para virar hacia una agricultura agroecológica y sustentable.

Sin embargo, los expertos en agricultura consideran que la agrobiotecnología va mucho más allá de los transgénicos, ya que incluye el uso de los seres vivos o sus derivados en los procesos productivos, como es el caso de los microorganismos benéficos en la agricultura, como los biofertilizantes.

Una estrategia de mediano y largo plazo —levantamos la Voz de Alerta Agropecuaria— tiene que considerar la reducción gradual o sustitución de agroquímicos o fertilizantes basados en hidrocarburos, porque su proceso productivo por sí mismo y su aplicación al suelo resultan altamente contaminantes para el medio ambiente.

Con una experiencia de más de tres décadas en temas agrícolas y de desarrollo rural, además de diversas publicaciones y libros, los expertos manifiestan que la reapertura de las plantas productoras de fertilizantes, anunciada por el presidente de México AMLO, será un arma de doble filo, ya que los altos costos económicos y ecológicos que significa el proceso de producción agudizará gravemente el ya serio problema ambiental, dado que un kilo de nitrógeno aplicado al suelo como fertilizante genera 12 kilos de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera y de estos 50 por ciento se da durante el proceso de producción.

Es importante resaltar en que el uso de agroquímicos está agotado y es el más ineficiente, ya que tienen una eficiencia de solo 20 por ciento; es decir, de cada 100 kilos de fertilizante que se aplica al suelo, la planta solo aprovecha 20 kilos, mientras que 80 kilos se desperdician para contaminar suelo, agua y atmósfera. En contraparte, con el uso de biofertilizantes, este nivel de eficiencia se incrementa hasta en 70 u 80 por ciento.

Nosotros creemos que los transgénicos ya no son una opción para la agricultura, hoy ya resultan obsoletos —como lo ha señalado la FAO—, además que implican el uso de un paquete tecnológico basado precisamente en los químicos. De hecho, los transgénicos de las transnacionales tienen como finalidad la venta de los químicos, como el glifosato que tiene más de medio siglo envenenando al país y al mundo entero.

Sin embargo, varios ingenieros agrónomos matizaron que dentro del campo de la biotecnología se han desarrollado otras tecnologías agroecológicas o sustentables con el entorno, como los propios biofertilizantes, bacterias u hongos benéficos, micronutrientes o mejoradores de suelo.

Los expertos en desarrollo rural consideran que además los biofertilizantes permiten ahorros sustanciales para los agricultores, dado que el costo de los químicos se ha incrementado y esto es una ventaja para una agricultura que busca ser más eficiente y generar mayores beneficios ecológicos y económicos, en especial para el pequeño agricultor. Por ejemplo, en una hectárea de maíz con fertilizante químico el productor gasta entre cinco mil o seis mil pesos; para biofertilizar esta misma superficie se invierte 500 pesos.

Estimado lector, usted tiene la mejor opinión! las opiniones vertidas en esta editorial son responsabilidad exclusiva del autor. Hasta la próxima, CONÉCTATE con nosotros, cualquier comentario, estamos a la orden en el E-mail: catarino_mg@hotmail.com

Significa aumentar productividad y disminuir la contaminación

Ing. Catarino Mendoza Gutiérrez

La transformación que se proyecta tendrá el campo durante la administración federal que encabeza el Presidente de México Lic. Andrés Manuel López Obrador (AMLO), debe considerar el cambio de fondo del modelo económico agrario en el País, es decir en la manera que se práctica la agricultura convencional —que es costosa e ineficiente—, hacia un nuevo modelo, más productivo y menos contaminante, y tendrá que pasar del uso de fertilizantes químicos y otros agroquímicos altamente contaminantes para el medio ambiente, devastadores del suelo y dañinos para la salud humana, hacia el empleo de bioinsumos como biofertilizantes, bioinsecticidas y biofunguicidas.

Así lo creemos en Alerta Agropecuaria de igual forma consideramos que el anuncio realizado por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), al asumir su cargo, sobre la cancelación del uso de cultivos transgénicos durante su sexenio, y de prescindir de tecnologías contaminantes como el fracking, es alentador para virar hacia una agricultura agroecológica y sustentable.

Sin embargo, los expertos en agricultura consideran que la agrobiotecnología va mucho más allá de los transgénicos, ya que incluye el uso de los seres vivos o sus derivados en los procesos productivos, como es el caso de los microorganismos benéficos en la agricultura, como los biofertilizantes.

Una estrategia de mediano y largo plazo —levantamos la Voz de Alerta Agropecuaria— tiene que considerar la reducción gradual o sustitución de agroquímicos o fertilizantes basados en hidrocarburos, porque su proceso productivo por sí mismo y su aplicación al suelo resultan altamente contaminantes para el medio ambiente.

Con una experiencia de más de tres décadas en temas agrícolas y de desarrollo rural, además de diversas publicaciones y libros, los expertos manifiestan que la reapertura de las plantas productoras de fertilizantes, anunciada por el presidente de México AMLO, será un arma de doble filo, ya que los altos costos económicos y ecológicos que significa el proceso de producción agudizará gravemente el ya serio problema ambiental, dado que un kilo de nitrógeno aplicado al suelo como fertilizante genera 12 kilos de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera y de estos 50 por ciento se da durante el proceso de producción.

Es importante resaltar en que el uso de agroquímicos está agotado y es el más ineficiente, ya que tienen una eficiencia de solo 20 por ciento; es decir, de cada 100 kilos de fertilizante que se aplica al suelo, la planta solo aprovecha 20 kilos, mientras que 80 kilos se desperdician para contaminar suelo, agua y atmósfera. En contraparte, con el uso de biofertilizantes, este nivel de eficiencia se incrementa hasta en 70 u 80 por ciento.

Nosotros creemos que los transgénicos ya no son una opción para la agricultura, hoy ya resultan obsoletos —como lo ha señalado la FAO—, además que implican el uso de un paquete tecnológico basado precisamente en los químicos. De hecho, los transgénicos de las transnacionales tienen como finalidad la venta de los químicos, como el glifosato que tiene más de medio siglo envenenando al país y al mundo entero.

Sin embargo, varios ingenieros agrónomos matizaron que dentro del campo de la biotecnología se han desarrollado otras tecnologías agroecológicas o sustentables con el entorno, como los propios biofertilizantes, bacterias u hongos benéficos, micronutrientes o mejoradores de suelo.

Los expertos en desarrollo rural consideran que además los biofertilizantes permiten ahorros sustanciales para los agricultores, dado que el costo de los químicos se ha incrementado y esto es una ventaja para una agricultura que busca ser más eficiente y generar mayores beneficios ecológicos y económicos, en especial para el pequeño agricultor. Por ejemplo, en una hectárea de maíz con fertilizante químico el productor gasta entre cinco mil o seis mil pesos; para biofertilizar esta misma superficie se invierte 500 pesos.

Estimado lector, usted tiene la mejor opinión! las opiniones vertidas en esta editorial son responsabilidad exclusiva del autor. Hasta la próxima, CONÉCTATE con nosotros, cualquier comentario, estamos a la orden en el E-mail: catarino_mg@hotmail.com

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