/ viernes 24 de julio de 2020

Detén el miedo

La columna anterior mencionábamos que hablar en público es el mayor miedo de la humanidad, pero siendo más específicos, en el ámbito emprendedor y del freelanceo, un gran miedo es venderse. Sí, así como lo lees, venderse es un gran miedo.

Vienen preguntas como:

¿Y si piensan que me urge el dinero? Desconozco si te urge, pero lo necesitas. ¡Claro que lo necesitas, todos lo necesitamos! Incluso el hombre más rico del mundo intentará venderte algo si tiene la oportunidad.

¿Y si se ríen de mí? La vida es un riesgo… y habrá muchos otros que admiren tu valentía al levantarte y ofrecer tu producto/servicio. Además, el secreto es reírte de ti antes de que los demás lo hagan. Por ejemplo, estás en una videollamada y se cae el celular del tripié o la superficie donde lo tenías. ¿Qué puedes hacer que no sea, tomar el celular de nuevo y pedir un momento (apagando micrófono y cámara) para acomodarlo, o bien, sostenerlo entre tus manos si no hay manera de reparar el soporte? Lo que no se vale es que entres en pánico, sudes, te insultes frente a tu audiencia y no puedas continuar.

¿Y si no les gusta lo que hago? Habrá quienes adoren lo que haces, enfócate en ellos. Dales gusto y si te dan sugerencias, deja de tomarlas personal y mejora. Nadie comienza un proyecto con el producto o servicio tal como lo quiere el cliente.

¿Y si nadie me compra? Al principio desconocen que existes. Lo primero que debes hacer es notificar a toda tu familia, amigos y conocidos de tu proyecto. Usa las redes sociales para que tengan presente lo que hace, de este modo que seas tú su primera opción y que te recomienden. Es asunto de ser constante, ninguna empresa o negocio surgen de la noche a la mañana.

¿Y si me tocan clientes difíciles? Esos siempre habrá, al inicio costará trabajo identificarlos y determinar si deseas trabajar con ellos o no (y siendo honestos, normalmente al inicio no se discrimina mientras tengan para pagar), algunos te exigirán mucho por el mínimo precio, otros pagarán lo que cobras porque ven tu valor, sin embargo, entre más te prepares y entiendas el valor del trabajo, podrás decirles adiós para enfocarte a los clientes que deseas.

¿Y si otros dan más barato? Es donde radica el valor que aportas, pelear el lugar # 1 en precios bajos, déjalo a las tiendas de autoservicio, un emprendedor nunca debe llamar la atención por económico. Porque de otro modo, mandas el mensaje de que esa es tu única cualidad, un cliente que llega por precio bajo, se va por la misma razón. En cambio, un cliente que llega por tu calidad, se quedará por la misma razón.

¿Y si tengo competencia? Eso es seguro, pero puedes ir generando alianzas comerciales, darte a conocer, generar contratos con grandes compradores, innovar en tu propuesta. Es un hecho que no serás el único y eso, no debe preocuparte, hay lugar para todos, siempre y cuando aportes valor a tus clientes.

A todo pensamiento negativo, te puedo dar una respuesta positiva, queda en ti generar el ánimo y amar tanto tu proyecto tanto que le dediques tiempo a mejorarlo, a cuidarlo y a empujarlo a crecer.

Recuerda que, si fuera fácil, cualquiera lo haría bien.

M.A. Mariana Pérez Fernández
Mariana.pefer@gmail.com



La columna anterior mencionábamos que hablar en público es el mayor miedo de la humanidad, pero siendo más específicos, en el ámbito emprendedor y del freelanceo, un gran miedo es venderse. Sí, así como lo lees, venderse es un gran miedo.

Vienen preguntas como:

¿Y si piensan que me urge el dinero? Desconozco si te urge, pero lo necesitas. ¡Claro que lo necesitas, todos lo necesitamos! Incluso el hombre más rico del mundo intentará venderte algo si tiene la oportunidad.

¿Y si se ríen de mí? La vida es un riesgo… y habrá muchos otros que admiren tu valentía al levantarte y ofrecer tu producto/servicio. Además, el secreto es reírte de ti antes de que los demás lo hagan. Por ejemplo, estás en una videollamada y se cae el celular del tripié o la superficie donde lo tenías. ¿Qué puedes hacer que no sea, tomar el celular de nuevo y pedir un momento (apagando micrófono y cámara) para acomodarlo, o bien, sostenerlo entre tus manos si no hay manera de reparar el soporte? Lo que no se vale es que entres en pánico, sudes, te insultes frente a tu audiencia y no puedas continuar.

¿Y si no les gusta lo que hago? Habrá quienes adoren lo que haces, enfócate en ellos. Dales gusto y si te dan sugerencias, deja de tomarlas personal y mejora. Nadie comienza un proyecto con el producto o servicio tal como lo quiere el cliente.

¿Y si nadie me compra? Al principio desconocen que existes. Lo primero que debes hacer es notificar a toda tu familia, amigos y conocidos de tu proyecto. Usa las redes sociales para que tengan presente lo que hace, de este modo que seas tú su primera opción y que te recomienden. Es asunto de ser constante, ninguna empresa o negocio surgen de la noche a la mañana.

¿Y si me tocan clientes difíciles? Esos siempre habrá, al inicio costará trabajo identificarlos y determinar si deseas trabajar con ellos o no (y siendo honestos, normalmente al inicio no se discrimina mientras tengan para pagar), algunos te exigirán mucho por el mínimo precio, otros pagarán lo que cobras porque ven tu valor, sin embargo, entre más te prepares y entiendas el valor del trabajo, podrás decirles adiós para enfocarte a los clientes que deseas.

¿Y si otros dan más barato? Es donde radica el valor que aportas, pelear el lugar # 1 en precios bajos, déjalo a las tiendas de autoservicio, un emprendedor nunca debe llamar la atención por económico. Porque de otro modo, mandas el mensaje de que esa es tu única cualidad, un cliente que llega por precio bajo, se va por la misma razón. En cambio, un cliente que llega por tu calidad, se quedará por la misma razón.

¿Y si tengo competencia? Eso es seguro, pero puedes ir generando alianzas comerciales, darte a conocer, generar contratos con grandes compradores, innovar en tu propuesta. Es un hecho que no serás el único y eso, no debe preocuparte, hay lugar para todos, siempre y cuando aportes valor a tus clientes.

A todo pensamiento negativo, te puedo dar una respuesta positiva, queda en ti generar el ánimo y amar tanto tu proyecto tanto que le dediques tiempo a mejorarlo, a cuidarlo y a empujarlo a crecer.

Recuerda que, si fuera fácil, cualquiera lo haría bien.

M.A. Mariana Pérez Fernández
Mariana.pefer@gmail.com