/ sábado 22 de diciembre de 2018

DOSCIENTAS FAMILIAS… A LOS ESTRAGOS DEL DESEMPLEO

Un verdadero desatino la forma de proceder de las autoridades federales en contra de su propia gente; trabajadores del Servicio de Administración Tributaria (SAT) que le han servido por años y años. Y aunque fuera poco el tiempo que tuvieran, las maneras de hacerlo, es reprobable.

Llegar sin previo aviso, y así nomás porque sí, con un “firmen sus respectivas renuncias”, es algo que no cabe en la cabeza de toda persona sensata. “Y ya saben, si no renuncian voluntariamente, no podrán volver a trabajar en el ámbito federal”. Sin duda, muchos firmaron por tal “amenaza”. En cuestiones laborales de esa naturaleza, la administración pública se constituye juez y parte; por tanto, qué le preocupa, al fin y al cabo la consolidación de la reforma laboral aún duerme el sueño de justos? Y cuando la Jus Potentia se encuentra momentáneamente del lado de dicha administración, -como es el caso actual- entonces qué le queda al gobernado que ha resentido en su esfera jurídica un menoscabo…? Buscar el amparo de la justicia federal. Y si la Justicia Federal está a cargo de los Jueces y magistrados que –dicho sea de paso- también han sentido por vez primera la amenaza de tocar sus bolsillos, en qué sentido se pronunciarán?

La orden, ¿quién la dio, cómo la dio, de qué se valió? Qué poca inteligencia. ¿No existen acaso los instrumentos legales para llegar a acuerdos? ¿Cómo es que siendo el propio SAT parte del gobierno recaudador y directriz para los contribuyentes hayan son ninguneados de esa manera? ¿Acaso no hubo alguien pensante que advirtiera que un “arrebato” de esa naturaleza iba a traer consecuencias funestas no solamente para sus doscientos trabajadores en esta ciudad de Irapuato, sino también para todos los usuarios que tienen términos legales para cumplir con sus obligaciones ante el fisco? Cascadas de demandas y amparos se esperan por tal proceder.

Deleznable es pues quien orquestó el despido masivo, perdón, “renuncia voluntaria” de los trabajadores del SAT en Irapuato. Las cosas no mejoraran con ese tipo de actitudes unilaterales de un gobierno que apenas va empezando y ya muestra prepotencia. De por sí, bronquearse con el Poder Judicial federal por aquello de los sueldos, ha sido una forma que solo ha mostrado populachismo barato, pero sin la debida instrumentación coherente, es algo que va mostrando un reflejo de lo que se espera para este sexenio. Ojalá, retomen el rumbo y se alleguen de opiniones de gente capaz y de altura, de lo contrario, a dónde nos llevan?

Ciertamente las medidas de austeridad por décadas han sido un justo reclamo de la población mexicana, pero, las formas no deben ser arrebatadas, como ha hecho gala de ello el gobierno federal puesto que ha venido mostrando carencia de imparcialidad, justicia, equidad, razón rectitud, integridad y honradez. oem-elsol-de-irapuato@hotmail.com


Un verdadero desatino la forma de proceder de las autoridades federales en contra de su propia gente; trabajadores del Servicio de Administración Tributaria (SAT) que le han servido por años y años. Y aunque fuera poco el tiempo que tuvieran, las maneras de hacerlo, es reprobable.

Llegar sin previo aviso, y así nomás porque sí, con un “firmen sus respectivas renuncias”, es algo que no cabe en la cabeza de toda persona sensata. “Y ya saben, si no renuncian voluntariamente, no podrán volver a trabajar en el ámbito federal”. Sin duda, muchos firmaron por tal “amenaza”. En cuestiones laborales de esa naturaleza, la administración pública se constituye juez y parte; por tanto, qué le preocupa, al fin y al cabo la consolidación de la reforma laboral aún duerme el sueño de justos? Y cuando la Jus Potentia se encuentra momentáneamente del lado de dicha administración, -como es el caso actual- entonces qué le queda al gobernado que ha resentido en su esfera jurídica un menoscabo…? Buscar el amparo de la justicia federal. Y si la Justicia Federal está a cargo de los Jueces y magistrados que –dicho sea de paso- también han sentido por vez primera la amenaza de tocar sus bolsillos, en qué sentido se pronunciarán?

La orden, ¿quién la dio, cómo la dio, de qué se valió? Qué poca inteligencia. ¿No existen acaso los instrumentos legales para llegar a acuerdos? ¿Cómo es que siendo el propio SAT parte del gobierno recaudador y directriz para los contribuyentes hayan son ninguneados de esa manera? ¿Acaso no hubo alguien pensante que advirtiera que un “arrebato” de esa naturaleza iba a traer consecuencias funestas no solamente para sus doscientos trabajadores en esta ciudad de Irapuato, sino también para todos los usuarios que tienen términos legales para cumplir con sus obligaciones ante el fisco? Cascadas de demandas y amparos se esperan por tal proceder.

Deleznable es pues quien orquestó el despido masivo, perdón, “renuncia voluntaria” de los trabajadores del SAT en Irapuato. Las cosas no mejoraran con ese tipo de actitudes unilaterales de un gobierno que apenas va empezando y ya muestra prepotencia. De por sí, bronquearse con el Poder Judicial federal por aquello de los sueldos, ha sido una forma que solo ha mostrado populachismo barato, pero sin la debida instrumentación coherente, es algo que va mostrando un reflejo de lo que se espera para este sexenio. Ojalá, retomen el rumbo y se alleguen de opiniones de gente capaz y de altura, de lo contrario, a dónde nos llevan?

Ciertamente las medidas de austeridad por décadas han sido un justo reclamo de la población mexicana, pero, las formas no deben ser arrebatadas, como ha hecho gala de ello el gobierno federal puesto que ha venido mostrando carencia de imparcialidad, justicia, equidad, razón rectitud, integridad y honradez. oem-elsol-de-irapuato@hotmail.com