/ domingo 2 de mayo de 2021

¿El gobierno es nuestro amigo?


El Estatismo, es decir, el crecimiento progresivo y extensivo de un gobierno sobre sus gobernados parece ser la marca distintiva de nuestra sociedad moderna. Donde una gran mayoría considera al gobierno su amigo y compañero para su crecimiento y desarrollo.


Una cosa es segura, los seres humanos debemos ser gobernados siempre, pero el punto es decidir quién nos gobernará, y esto último es lo que quiero invitarte a reflexionar.


¿Tú has sabido de alguien que busque el puesto de gobernante que se proyecte como nuestro enemigo?, desconozco tu respuesta, pero por lo general se proyectan como nuestros amigos.


Sin embargo, el gran problema con esto, es el que describe Alexander Hamilton (economista, político y abogado) en éstas sus palabras: “… Al enmarcar un gobierno que debe ser administrado por hombres sobre hombres, la gran dificultad radica en esto: primero debes permitir que el gobierno controle a los gobernados, y luego obligarlo a controlarse a sí mismo.”


¿Qué piensas al respecto?, yo en particular estoy de acuerdo, ¿pues habrá ser humano que jamás se equivoque?, y los que buscan ser nuestros gobernantes son simples mortales que también se equivocan, y esto es algo que a muchos hoy en día se les olvida.


Entonces, imaginemos por un momento éste panorama: Mortales que no se controlan a sí mismos buscan gobernar o ejercer control sobre mortales que tampoco se controlan a sí mismos (tal como si niños pequeños quisieran controlar a otros niños igual de pequeños como ellos), ¿qué panorama se te viene a tu mente?, ¿podrá considerarse éste tipo de gobierno del hombre sobre el mismo hombre como el gobierno de un pueblo realmente libre y exitoso?


El hecho de que el ser humano se equivoca mucho, significa que el gobierno del hombre sobre el hombre debería ser muy limitado, pues es fácil que los hombres corrompan la justicia y la usen para su beneficio personal, volviéndose así opresivos los gobiernos del hombre sobre los mismos hombres, convirtiéndose rápidamente en nuestro enemigo si no se le restringe.


En cambio, parece que el sistema de gobierno de un pueblo realmente libre está diseñado para gobernar personas que puedan gobernarse a sí mismas. Y aclaro que no hablo aquí de anarquía (sin gobierno). Hablo de la forma de gobierno que tiene su base en las leyes internas que gobiernan a las personas y por consiguiente necesitan pocas leyes externas.


Este principio lo pueden entender muy bien los padres de familia, pues entre menos control de sí mismo tenga un hijo, requiere de mayor corrección externa y por consiguiente posee menos libertad por su inmadurez; pero entre más tiene control de sí mismo ese hijo, entonces necesita menos leyes externas y posee mayor libertad conforme a su madurez.


Con atinada razón, el abogado Robert Charles Winthrop dijo lo siguiente: “Todas las sociedades de los hombres deben ser gobernadas de una forma u otra. Mientras menos tengan del Gobierno Estatal, más deberán tener de autogobierno. Mientras menos se apoyen en la ley pública o la fuerza física, más deberán apoyarse en la restricción moral privada. En una palabra: los hombres deben necesariamente estar controlados por un poder dentro de ellos o por un poder fuera de ellos; bien por la palabra de Dios, o por el brazo fuerte del hombre; bien por la Biblia, o por la bayoneta.”


Por esta razón, considerar al gobierno nuestro amigo y compañero para la verdadera libertad y el progreso es estar engañados, él no es nuestro amigo en nada, no es nuestro compañero en el negocio, no es nuestro compañero en la educación, no es nuestro compañero en la economía, etc. no tiene la capacidad de serlo porque es limitado, y sus leyes externas son incapaces de resolver el desafío interno del comportamiento humano.


Comprender esto, lejos de alejarnos de la política, nos debe desafiar a ejercer nuestro voto y nuestras responsabilidades cívicas y políticas entendiendo dónde radica la raíz de nuestros problemas, y nos debe permitir ser más analíticos para votar por aquellos candidatos que nos permitan trabajar con mayor libertad para avanzar en la resolución de nuestros enormes desafíos sociales, lo cual tiene que ver con conocer cuáles son las leyes internas a las que necesitamos mirar y aceptar que nos permitan desarrollarnos como mejores personas y una mejor sociedad.


Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; facebook, twitter, YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

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Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.
















El Estatismo, es decir, el crecimiento progresivo y extensivo de un gobierno sobre sus gobernados parece ser la marca distintiva de nuestra sociedad moderna. Donde una gran mayoría considera al gobierno su amigo y compañero para su crecimiento y desarrollo.


Una cosa es segura, los seres humanos debemos ser gobernados siempre, pero el punto es decidir quién nos gobernará, y esto último es lo que quiero invitarte a reflexionar.


¿Tú has sabido de alguien que busque el puesto de gobernante que se proyecte como nuestro enemigo?, desconozco tu respuesta, pero por lo general se proyectan como nuestros amigos.


Sin embargo, el gran problema con esto, es el que describe Alexander Hamilton (economista, político y abogado) en éstas sus palabras: “… Al enmarcar un gobierno que debe ser administrado por hombres sobre hombres, la gran dificultad radica en esto: primero debes permitir que el gobierno controle a los gobernados, y luego obligarlo a controlarse a sí mismo.”


¿Qué piensas al respecto?, yo en particular estoy de acuerdo, ¿pues habrá ser humano que jamás se equivoque?, y los que buscan ser nuestros gobernantes son simples mortales que también se equivocan, y esto es algo que a muchos hoy en día se les olvida.


Entonces, imaginemos por un momento éste panorama: Mortales que no se controlan a sí mismos buscan gobernar o ejercer control sobre mortales que tampoco se controlan a sí mismos (tal como si niños pequeños quisieran controlar a otros niños igual de pequeños como ellos), ¿qué panorama se te viene a tu mente?, ¿podrá considerarse éste tipo de gobierno del hombre sobre el mismo hombre como el gobierno de un pueblo realmente libre y exitoso?


El hecho de que el ser humano se equivoca mucho, significa que el gobierno del hombre sobre el hombre debería ser muy limitado, pues es fácil que los hombres corrompan la justicia y la usen para su beneficio personal, volviéndose así opresivos los gobiernos del hombre sobre los mismos hombres, convirtiéndose rápidamente en nuestro enemigo si no se le restringe.


En cambio, parece que el sistema de gobierno de un pueblo realmente libre está diseñado para gobernar personas que puedan gobernarse a sí mismas. Y aclaro que no hablo aquí de anarquía (sin gobierno). Hablo de la forma de gobierno que tiene su base en las leyes internas que gobiernan a las personas y por consiguiente necesitan pocas leyes externas.


Este principio lo pueden entender muy bien los padres de familia, pues entre menos control de sí mismo tenga un hijo, requiere de mayor corrección externa y por consiguiente posee menos libertad por su inmadurez; pero entre más tiene control de sí mismo ese hijo, entonces necesita menos leyes externas y posee mayor libertad conforme a su madurez.


Con atinada razón, el abogado Robert Charles Winthrop dijo lo siguiente: “Todas las sociedades de los hombres deben ser gobernadas de una forma u otra. Mientras menos tengan del Gobierno Estatal, más deberán tener de autogobierno. Mientras menos se apoyen en la ley pública o la fuerza física, más deberán apoyarse en la restricción moral privada. En una palabra: los hombres deben necesariamente estar controlados por un poder dentro de ellos o por un poder fuera de ellos; bien por la palabra de Dios, o por el brazo fuerte del hombre; bien por la Biblia, o por la bayoneta.”


Por esta razón, considerar al gobierno nuestro amigo y compañero para la verdadera libertad y el progreso es estar engañados, él no es nuestro amigo en nada, no es nuestro compañero en el negocio, no es nuestro compañero en la educación, no es nuestro compañero en la economía, etc. no tiene la capacidad de serlo porque es limitado, y sus leyes externas son incapaces de resolver el desafío interno del comportamiento humano.


Comprender esto, lejos de alejarnos de la política, nos debe desafiar a ejercer nuestro voto y nuestras responsabilidades cívicas y políticas entendiendo dónde radica la raíz de nuestros problemas, y nos debe permitir ser más analíticos para votar por aquellos candidatos que nos permitan trabajar con mayor libertad para avanzar en la resolución de nuestros enormes desafíos sociales, lo cual tiene que ver con conocer cuáles son las leyes internas a las que necesitamos mirar y aceptar que nos permitan desarrollarnos como mejores personas y una mejor sociedad.


Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; facebook, twitter, YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

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Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.