/ martes 15 de febrero de 2022

El secreto para cumplir tus objetivos

De entre los productos más buscados y vendidos del año pasado están las pulseras que miden la salud de quien la lleva, cuentan los pasos, latidos por minuto, nivel de estrés, calidad del sueño, te indican cuando llevas mucho tiempo sentado, y un sinfín de cosas, de hecho, hay celulares que también cuentan los pasos y aparece una notificación felicitando cuando llegas a 10,000.

Claro, no es lo mismo hacer 10,000 pasos diarios que 70, 000 en un día, el desgaste de mente y cansancio del cuerpo de esa cifra en cada caso.

Esa situación aplica para todas las cosas que lleva a cabo un emprendedor, avanza el año y en ocasiones desanima no lograr de forma inmediata los objetivos planteados. Dijo el filósofo francés Jean Jaques Rousseau, o como me lo enseñaron en la escuela: Juan Jacobo, que “la paciencia es amarga pero sus frutos son dulces.”

Pero ¿qué hacer para permanecer tranquilos en lo que llegan los resultados? El secreto es dividir ese objetivo en pequeñas metas alcanzables, por ejemplo, aprender inglés para tener conversaciones fluidas con extranjeros de aquí a un año. Si en este momento tu conocimiento del idioma es igual a cero parecería complicado, pero ¿qué tal si estudias 30 minutos diarios? O ¿en vez de ver películas/series dobladas al español las buscas con subtítulos para familiarizar tu oído con la pronunciación? Suena más amigable y te facilitará la tarea.

Lo mismo pasa con todos los buenos deseos que se convierten en objetivos, el punto no es hacerlo todo en un día sino hacer algo diariamente y darle seguimiento.

En ocasiones hay situaciones que no dependen de nosotros, por ejemplo, solicitar algo a una autoridad u organismo, normalmente tardan días en responder, está atento a cuándo la recibirás y en caso contrario, nuevamente hacer petición.

Además, es válido y necesario felicitarte por pequeños logros que alcanzas. El otro día, cuando impartí un curso para personal de ventas de una empresa, mientras hablábamos de metas una chica comentó que para ella era relevante haber comenzado el año haciendo ejercicio, se sentía satisfecha de diariamente hacer un poco y aunque nadie se daba cuenta de su esfuerzo a ella le daba igual, ya que lo hacía por sentirse y verse mejor. De hecho, nos dijo que era la primera vez que compartía lo contenta que estaba de cumplir diariamente su meta.

En ese momento, sus compañeros la felicitaron por compartir algo tan personal y la motivaron a seguir adelante con su esfuerzo, ella se emocionó al ver que su participación desató comentarios muy positivos.

Ahí radica mucho del secreto, la capacidad de estar automotivad@ cumpliendo nuestras pequeñas metas.

Te sugiero que tengas un cuaderno específico para anotar lo que quieres lograr y cómo lo harás así como las tareas o actividades mensuales, semanales y diarias que llevarás a cabo para cumplir y cada vez que cumplas con algo, date un premio. Puede ser una tarde libre, comprarte algo que deseas, o bien, una felicitación frente al espejo por tu excelente desempeño.

Roma no se construyó en un día y ninguna cosa que valga la pena, así que divide en partes y actúa.

Recuerda: “Si fuera fácil, cualquiera lo haría bien.”

Mariana.pefer@gmail.com

De entre los productos más buscados y vendidos del año pasado están las pulseras que miden la salud de quien la lleva, cuentan los pasos, latidos por minuto, nivel de estrés, calidad del sueño, te indican cuando llevas mucho tiempo sentado, y un sinfín de cosas, de hecho, hay celulares que también cuentan los pasos y aparece una notificación felicitando cuando llegas a 10,000.

Claro, no es lo mismo hacer 10,000 pasos diarios que 70, 000 en un día, el desgaste de mente y cansancio del cuerpo de esa cifra en cada caso.

Esa situación aplica para todas las cosas que lleva a cabo un emprendedor, avanza el año y en ocasiones desanima no lograr de forma inmediata los objetivos planteados. Dijo el filósofo francés Jean Jaques Rousseau, o como me lo enseñaron en la escuela: Juan Jacobo, que “la paciencia es amarga pero sus frutos son dulces.”

Pero ¿qué hacer para permanecer tranquilos en lo que llegan los resultados? El secreto es dividir ese objetivo en pequeñas metas alcanzables, por ejemplo, aprender inglés para tener conversaciones fluidas con extranjeros de aquí a un año. Si en este momento tu conocimiento del idioma es igual a cero parecería complicado, pero ¿qué tal si estudias 30 minutos diarios? O ¿en vez de ver películas/series dobladas al español las buscas con subtítulos para familiarizar tu oído con la pronunciación? Suena más amigable y te facilitará la tarea.

Lo mismo pasa con todos los buenos deseos que se convierten en objetivos, el punto no es hacerlo todo en un día sino hacer algo diariamente y darle seguimiento.

En ocasiones hay situaciones que no dependen de nosotros, por ejemplo, solicitar algo a una autoridad u organismo, normalmente tardan días en responder, está atento a cuándo la recibirás y en caso contrario, nuevamente hacer petición.

Además, es válido y necesario felicitarte por pequeños logros que alcanzas. El otro día, cuando impartí un curso para personal de ventas de una empresa, mientras hablábamos de metas una chica comentó que para ella era relevante haber comenzado el año haciendo ejercicio, se sentía satisfecha de diariamente hacer un poco y aunque nadie se daba cuenta de su esfuerzo a ella le daba igual, ya que lo hacía por sentirse y verse mejor. De hecho, nos dijo que era la primera vez que compartía lo contenta que estaba de cumplir diariamente su meta.

En ese momento, sus compañeros la felicitaron por compartir algo tan personal y la motivaron a seguir adelante con su esfuerzo, ella se emocionó al ver que su participación desató comentarios muy positivos.

Ahí radica mucho del secreto, la capacidad de estar automotivad@ cumpliendo nuestras pequeñas metas.

Te sugiero que tengas un cuaderno específico para anotar lo que quieres lograr y cómo lo harás así como las tareas o actividades mensuales, semanales y diarias que llevarás a cabo para cumplir y cada vez que cumplas con algo, date un premio. Puede ser una tarde libre, comprarte algo que deseas, o bien, una felicitación frente al espejo por tu excelente desempeño.

Roma no se construyó en un día y ninguna cosa que valga la pena, así que divide en partes y actúa.

Recuerda: “Si fuera fácil, cualquiera lo haría bien.”

Mariana.pefer@gmail.com