/ viernes 26 de febrero de 2021

El valor de compartir nuestro “know how”

En éstos días tuve la oportunidad de escuchar sobre el término “know how” en el medio empresarial, palabras del inglés que significan “saber cómo”. Que básicamente se refiere “al saber hacer” de una empresa, agrupa los conocimientos que se extienden a toda la compañía y que la han llevado al éxito, por ésta razón es común que se mantenga en secreto y que sólo sea cedido a otra empresa mediante un gran pago, y por supuesto que esto último se entiende.

Pero lo que me ha llamado la atención de éste concepto es que comienzan a existir empresas que ya no están manteniendo su “know how” en secreto, y otras lo están compartiendo a un precio bastante accesible a emprendedores que llevan de la mano hasta que alcanzan un desarrollo en el cual puedan continuar por su cuenta después de haber sido entrenados en el “know how” de éstas empresas exitosas.

¿Será que éstas empresas comienzan a comprender lo favorable que es apoyar a otros a subirse al tren del éxito?

Existe un principio llamado “el principio de interdependencia humana”, éste principio nos dice que nos necesitamos unos a otros, de la misma manera como sucede con el cuerpo humano que su equilibrio depende del bienestar de cada parte del cuerpo.

En la naturaleza también podemos observar este tipo de ejemplos, como la abeja que siempre está lista para alimentar a otra abeja, y en algunas ocasiones hasta de otra colonia, para éstos insectos que tienen una vida comunitaria tan ordenada, el hecho de alimentarse mutuamente está en el orden de su propia existencia.

Éste tipo de generosidad, donde el enfoque principal no se centra en el recibir, sino en el dar, históricamente demuestra ayudar a llevar a las naciones a la prosperidad. Pero ojo, éste principio de interdependencia no se debe confundir con el enfoque socialista, ya que éste se centra en recibir, no en el dar, y cuando las naciones llegan a éstos sistemas del tipo socialista es porque los que están enfocados en que se les dé forman la gran mayoría.

Las personas generosas, en cambio, viven proyectando y alcanzando objetivos que traen beneficios para sí mismas, para sus hijos y para la sociedad en la que viven. Entonces la creatividad, la interdependencia y el mutuo apoyo se vuelven los ingredientes que aportan la fuerza para salir adelante.

Pero cuando perdemos éste tipo de generosidad basada en el compromiso de amar al prójimo, entonces la envidia y el egoísmo toman lugar, y entre más son los afectados por éste virus de la envidia y el egoísmo menos personas desean contribuir para el progreso de otros, haciéndose así más grande la brecha entre los que tienen mayores logros y los que no los tienen, lo cual acarrea la crisis y finalmente todos somos golpeados por ella.

Por ejemplo, las naciones desarrolladas tienen que llegar a convencerse de lo favorable que es apoyar a las naciones menos desarrolladas, y llegar a crear reglas del juego en las que todos ganemos, porque el principio de interdependencia nos enseña que ganamos juntos o perdemos juntos.

Pues los problemas y las convulsiones de las naciones menos desarrolladas terminaran afectando a las naciones desarrolladas, pero si éstas últimas prestan atención y ofrecen su “know how” puede aumentar la expectativa entre las naciones en vías de desarrollo, y ésta expectativa provee motivación y el incentivo para que éstas naciones sean mayores productores.

¿Qué significa todo esto?, Que en la medida que cada persona, organización, o nación, va obteniendo mayores logros, es importante que tomemos la responsabilidad de ayudar a otros a subir “al tren”, comprendiendo lo favorable que es apoyar para que otros también tengan logros significativos y duraderos, y despojarnos de la mentalidad egoísta y mezquina de guardarnos para el propio beneficio personal nuestro “know how”, pensando erróneamente que si lo compartimos podremos ser desplazados por los demás.

Más bien, necesitamos poner en nuestra mente que la vida tiene leyes establecidas que necesitamos aprender para ponerlas a trabajar a nuestro favor, tal como la que dice el siguiente versículo:

“Den, y recibirán. Lo que den a otros les será devuelto por completo: apretado, sacudido para que haya lugar para más, desbordante y derramado sobre el regazo. La cantidad que den determinará la cantidad que recibirán a cambio.” (Lucas 6:38 NTV)


Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; Facebook, Twitter y YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

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Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.




En éstos días tuve la oportunidad de escuchar sobre el término “know how” en el medio empresarial, palabras del inglés que significan “saber cómo”. Que básicamente se refiere “al saber hacer” de una empresa, agrupa los conocimientos que se extienden a toda la compañía y que la han llevado al éxito, por ésta razón es común que se mantenga en secreto y que sólo sea cedido a otra empresa mediante un gran pago, y por supuesto que esto último se entiende.

Pero lo que me ha llamado la atención de éste concepto es que comienzan a existir empresas que ya no están manteniendo su “know how” en secreto, y otras lo están compartiendo a un precio bastante accesible a emprendedores que llevan de la mano hasta que alcanzan un desarrollo en el cual puedan continuar por su cuenta después de haber sido entrenados en el “know how” de éstas empresas exitosas.

¿Será que éstas empresas comienzan a comprender lo favorable que es apoyar a otros a subirse al tren del éxito?

Existe un principio llamado “el principio de interdependencia humana”, éste principio nos dice que nos necesitamos unos a otros, de la misma manera como sucede con el cuerpo humano que su equilibrio depende del bienestar de cada parte del cuerpo.

En la naturaleza también podemos observar este tipo de ejemplos, como la abeja que siempre está lista para alimentar a otra abeja, y en algunas ocasiones hasta de otra colonia, para éstos insectos que tienen una vida comunitaria tan ordenada, el hecho de alimentarse mutuamente está en el orden de su propia existencia.

Éste tipo de generosidad, donde el enfoque principal no se centra en el recibir, sino en el dar, históricamente demuestra ayudar a llevar a las naciones a la prosperidad. Pero ojo, éste principio de interdependencia no se debe confundir con el enfoque socialista, ya que éste se centra en recibir, no en el dar, y cuando las naciones llegan a éstos sistemas del tipo socialista es porque los que están enfocados en que se les dé forman la gran mayoría.

Las personas generosas, en cambio, viven proyectando y alcanzando objetivos que traen beneficios para sí mismas, para sus hijos y para la sociedad en la que viven. Entonces la creatividad, la interdependencia y el mutuo apoyo se vuelven los ingredientes que aportan la fuerza para salir adelante.

Pero cuando perdemos éste tipo de generosidad basada en el compromiso de amar al prójimo, entonces la envidia y el egoísmo toman lugar, y entre más son los afectados por éste virus de la envidia y el egoísmo menos personas desean contribuir para el progreso de otros, haciéndose así más grande la brecha entre los que tienen mayores logros y los que no los tienen, lo cual acarrea la crisis y finalmente todos somos golpeados por ella.

Por ejemplo, las naciones desarrolladas tienen que llegar a convencerse de lo favorable que es apoyar a las naciones menos desarrolladas, y llegar a crear reglas del juego en las que todos ganemos, porque el principio de interdependencia nos enseña que ganamos juntos o perdemos juntos.

Pues los problemas y las convulsiones de las naciones menos desarrolladas terminaran afectando a las naciones desarrolladas, pero si éstas últimas prestan atención y ofrecen su “know how” puede aumentar la expectativa entre las naciones en vías de desarrollo, y ésta expectativa provee motivación y el incentivo para que éstas naciones sean mayores productores.

¿Qué significa todo esto?, Que en la medida que cada persona, organización, o nación, va obteniendo mayores logros, es importante que tomemos la responsabilidad de ayudar a otros a subir “al tren”, comprendiendo lo favorable que es apoyar para que otros también tengan logros significativos y duraderos, y despojarnos de la mentalidad egoísta y mezquina de guardarnos para el propio beneficio personal nuestro “know how”, pensando erróneamente que si lo compartimos podremos ser desplazados por los demás.

Más bien, necesitamos poner en nuestra mente que la vida tiene leyes establecidas que necesitamos aprender para ponerlas a trabajar a nuestro favor, tal como la que dice el siguiente versículo:

“Den, y recibirán. Lo que den a otros les será devuelto por completo: apretado, sacudido para que haya lugar para más, desbordante y derramado sobre el regazo. La cantidad que den determinará la cantidad que recibirán a cambio.” (Lucas 6:38 NTV)


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Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.