/ sábado 11 de mayo de 2019

El Verdadero Valor de la Madre

¿Alguna vez te has puesto a pensar quién es la persona que más influencia tiene en el mundo?

William Ross Wallace poeta norteamericano, en 1865 publicó su famoso poema “lo que gobierna el mundo”, haciendo eco su frase “la mano que mece la cuna gobierna al mundo”, y es verdad, la madre, por ser la más cercana, la que pasa más tiempo desde que nos carga en sus entrañas, la que asume desde que nacemos la labor de cuidar de nosotros, de alimentarnos, de ver desarrollarse nuestro cuerpo día con día, mes con mes, año tras año, tiene una enorme influencia en el tipo de personas que serán sus hijos. Con sus ideas forja la mente y el corazón de sus hijos, forma o deforma el carácter de ellos, en mucho, ella decide lo que sus hijos serán.

Napoleón Bonaparte, el famoso emperador francés, mencionó al respecto “lo que Francia quiere, son buenas madres, y entonces, estaremos seguros de que Francia tendrá buenos hijos”. Por milenios se ha reconocido la enorme influencia que tiene la madre sobre las nuevas generaciones, sin embargo, esta influencia puede ser para bien o para mal, para edificar a las naciones o para destruirlas.

En un mundo tan materializado como el nuestro, donde las enormes presiones que el medio social ejerce sobre la mujer madre para buscar su realización en las cosas externas, en su apariencia física, en logros fuera del trabajo del hogar, en buscar renombre como ejecutivas, como artistas, como intelectuales, con títulos académicos, con reconocimientos, diplomas, cuadros de honor y muchas otras cosas, seguimos viendo en la mujer una tremenda insatisfacción, inseguridad, inestabilidad emocional, falta de una verdadera realización.

O aún, aquellas que han determinado dedicarse al hogar, ser amas de casa y criar a los hijos, nietos, llegamos a ver la misma insatisfacción, la misma inseguridad, la misma inestabilidad emocional, la misma falta de realización auténtica.

Hay quienes pueden decir que en nuestro país, nuestras familias son mejores que las norteamericanas o que las europeas, o de otros países, pero si esto fuera verdad, México desde hace siglos fuera una maravilla de nación.

La importancia de la madre en la sociedad no es transferible, ni removible, el privilegio que se le ha dado por su diseño de creación, desde el momento que concibe en su seno, es de forjar la mente y el corazón de sus hijos. Por lo cual, si la madre no ha encontrado el verdadero propósito y significado de su propia vida, su verdadero valor, ¿cómo podrá ser una buena madre?, ¿bajo qué parámetros podrá desarrollar el buen carácter en sus hijos?. Esta enorme carencia de significado no puede quedar oculta en los efectos sociales destructivos que se viven en nuestro país.

La mujer madre viene luchando por querer ser la diferencia, ser alguien especial, pero no lo está logrando bajo los parámetros de una sociedad en corrupción, la cual tiene su propia manera de medir a la mujer, por ejemplo, lo que proyecta el cine, la música, la literatura, la t.v., etc. de lo que es una mujer de éxito: en el materialismo, el consumismo, en la apariencia externa de su cuerpo, en los títulos académicos, en los logros sociales, en el aspecto sensual, en el reconocimiento laboral, y aún en la misma procreación, no lo está logrando; basta con ver el rostro de las mujeres, ver su alma, para darnos cuenta de la enorme falta de valor personal y de vacío interno.

Pues aunque el mundo del entretenimiento y la sociedad actual, diga que su prototipo de mujer madre es la mejor, no se dan cuenta de la agonía interna en la que viven ellas, y con esto, las secuelas negativas que se desarrollan en los hijos y en las nuevas generaciones de una sociedad.

Por esta razón es urgente ubicar el verdadero valor y significado de la mujer, y su trabajo como madre, pues está ligado a nuestro bienestar social. Hay un proverbio hebreo que cita “la mujer sabia edifica su casa; la necia, con sus manos la destruye”; se requiere sabiduría para comenzar a edificar la vida personal con verdadero significado y poder así transmitir sabiduría a las nuevas generaciones. Si eres madre de familia toma consciencia de la enorme influencia que tienes en tus hijos y en la reestructuración de la sociedad; restauración que solo puede comenzar contigo hoy, al comprender que tienes un gran valor, no por lo que otros piensen de ti, o lo que tú misma creas de ti misma, sino al aceptar lo que tu Creador piensa sobre ti: “Ya que eres preciosa a mis ojos, digna de honra, y yo te amo (Isaías 43:4).”

Podrías buscar historias de madres ejemplares que dieron al mundo grandes hombres y mujeres que trajeron enormes beneficios a la sociedad. El manual de la Biblia nos enseña cómo podemos desarrollarnos de manera adecuada en todas las áreas de nuestra vida, cómo lograr ese auténtico valor personal que anhelamos. Analiza los ejemplos que nos brinda este manual y su contenido ético para comprender y aprender a ser una mujer con valor, y por consiguiente aprender cómo ser una madre sabia, aquella que se asegura de estar siendo una buena influencia y no se deja engañar al seguir modelos falsos que traen destrucción.

Una mujer ejemplar, ¿quién la encontrará? ¡Vale mucho más que las piedras preciosas!” (Proverbio hebreo)

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; Facebook, Twitter y YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

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Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.




¿Alguna vez te has puesto a pensar quién es la persona que más influencia tiene en el mundo?

William Ross Wallace poeta norteamericano, en 1865 publicó su famoso poema “lo que gobierna el mundo”, haciendo eco su frase “la mano que mece la cuna gobierna al mundo”, y es verdad, la madre, por ser la más cercana, la que pasa más tiempo desde que nos carga en sus entrañas, la que asume desde que nacemos la labor de cuidar de nosotros, de alimentarnos, de ver desarrollarse nuestro cuerpo día con día, mes con mes, año tras año, tiene una enorme influencia en el tipo de personas que serán sus hijos. Con sus ideas forja la mente y el corazón de sus hijos, forma o deforma el carácter de ellos, en mucho, ella decide lo que sus hijos serán.

Napoleón Bonaparte, el famoso emperador francés, mencionó al respecto “lo que Francia quiere, son buenas madres, y entonces, estaremos seguros de que Francia tendrá buenos hijos”. Por milenios se ha reconocido la enorme influencia que tiene la madre sobre las nuevas generaciones, sin embargo, esta influencia puede ser para bien o para mal, para edificar a las naciones o para destruirlas.

En un mundo tan materializado como el nuestro, donde las enormes presiones que el medio social ejerce sobre la mujer madre para buscar su realización en las cosas externas, en su apariencia física, en logros fuera del trabajo del hogar, en buscar renombre como ejecutivas, como artistas, como intelectuales, con títulos académicos, con reconocimientos, diplomas, cuadros de honor y muchas otras cosas, seguimos viendo en la mujer una tremenda insatisfacción, inseguridad, inestabilidad emocional, falta de una verdadera realización.

O aún, aquellas que han determinado dedicarse al hogar, ser amas de casa y criar a los hijos, nietos, llegamos a ver la misma insatisfacción, la misma inseguridad, la misma inestabilidad emocional, la misma falta de realización auténtica.

Hay quienes pueden decir que en nuestro país, nuestras familias son mejores que las norteamericanas o que las europeas, o de otros países, pero si esto fuera verdad, México desde hace siglos fuera una maravilla de nación.

La importancia de la madre en la sociedad no es transferible, ni removible, el privilegio que se le ha dado por su diseño de creación, desde el momento que concibe en su seno, es de forjar la mente y el corazón de sus hijos. Por lo cual, si la madre no ha encontrado el verdadero propósito y significado de su propia vida, su verdadero valor, ¿cómo podrá ser una buena madre?, ¿bajo qué parámetros podrá desarrollar el buen carácter en sus hijos?. Esta enorme carencia de significado no puede quedar oculta en los efectos sociales destructivos que se viven en nuestro país.

La mujer madre viene luchando por querer ser la diferencia, ser alguien especial, pero no lo está logrando bajo los parámetros de una sociedad en corrupción, la cual tiene su propia manera de medir a la mujer, por ejemplo, lo que proyecta el cine, la música, la literatura, la t.v., etc. de lo que es una mujer de éxito: en el materialismo, el consumismo, en la apariencia externa de su cuerpo, en los títulos académicos, en los logros sociales, en el aspecto sensual, en el reconocimiento laboral, y aún en la misma procreación, no lo está logrando; basta con ver el rostro de las mujeres, ver su alma, para darnos cuenta de la enorme falta de valor personal y de vacío interno.

Pues aunque el mundo del entretenimiento y la sociedad actual, diga que su prototipo de mujer madre es la mejor, no se dan cuenta de la agonía interna en la que viven ellas, y con esto, las secuelas negativas que se desarrollan en los hijos y en las nuevas generaciones de una sociedad.

Por esta razón es urgente ubicar el verdadero valor y significado de la mujer, y su trabajo como madre, pues está ligado a nuestro bienestar social. Hay un proverbio hebreo que cita “la mujer sabia edifica su casa; la necia, con sus manos la destruye”; se requiere sabiduría para comenzar a edificar la vida personal con verdadero significado y poder así transmitir sabiduría a las nuevas generaciones. Si eres madre de familia toma consciencia de la enorme influencia que tienes en tus hijos y en la reestructuración de la sociedad; restauración que solo puede comenzar contigo hoy, al comprender que tienes un gran valor, no por lo que otros piensen de ti, o lo que tú misma creas de ti misma, sino al aceptar lo que tu Creador piensa sobre ti: “Ya que eres preciosa a mis ojos, digna de honra, y yo te amo (Isaías 43:4).”

Podrías buscar historias de madres ejemplares que dieron al mundo grandes hombres y mujeres que trajeron enormes beneficios a la sociedad. El manual de la Biblia nos enseña cómo podemos desarrollarnos de manera adecuada en todas las áreas de nuestra vida, cómo lograr ese auténtico valor personal que anhelamos. Analiza los ejemplos que nos brinda este manual y su contenido ético para comprender y aprender a ser una mujer con valor, y por consiguiente aprender cómo ser una madre sabia, aquella que se asegura de estar siendo una buena influencia y no se deja engañar al seguir modelos falsos que traen destrucción.

Una mujer ejemplar, ¿quién la encontrará? ¡Vale mucho más que las piedras preciosas!” (Proverbio hebreo)

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; Facebook, Twitter y YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

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Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.