EZEQUIEL SOTO MARTÍNEZ
La Cabalgata por la Ruta de la Independencia Nacional es una asociación civil constituida hace 34 años. Está integrada por cabalgadores que reconstruyen no sólo el camino que siguió don Miguel Hidalgo y Costilla en su lucha por la independencia sino también fortalecer la memoria histórica y la conciencia nacional. Los jinetes se reúnen en San Felipe, Guanajuato en donde el abogado Mario Zavala Pérez -su fundador- ofrece una tertulia literaria y una cena en el Castillo Tonan-Ham. Al día siguiente se trasladan a Dolores Hidalgo para la Ceremonia del Grito y el 16 inician el recorrido de la primera etapa, es decir: Empiezan en Dolores, luego Atotonilco, San Miguel de Allende, Celaya, Salamanca, Irapuato, Hacienda de Burras y concluye en la Alhóndiga de Granaditas, Guanajuato, el 28 de septiembre de cada año. La segunda etapa empieza en Guanajuato, Silao, nuevamente pasan por Irapuato, enseguida Salamanca y el día 10 llegan a Valle de Santiago.
En Valle de Santiago, la cabalgata y su reina de Irapuato, Melissa I, (alumna de la Preparatoria Ricardo Flores Magón) fuimos recibidos, con una hospitalidad que mucho agradecemos, por el alcalde ingeniero Manuel Granados Guzmán, su familia, el H. Ayuntamiento, varios directores generales del municipio y el pueblo, en el jardín principal. Al concluir el acto cívico, nos ofrecieron una verbena popular con música de banda.
Agustín Rivera, en su obra Anales de la vida del Padre de la Patria, dice que en Salamanca, el 24 de septiembre “…se alistaron en el ejército de Hidalgo los hermanos Albino y Pedro García, y Andrés Delgado, por apodo el Giro, los tres vecinos de dicha población y los tres fueron después unos guerrilleros y bandidos muy notables por su valor y astucia”.
En el discurso de bienvenida, el alcalde dio a conocer algunos datos históricos, dijo que: “Don Miguel Hidalgo y Costilla llegó a nuestro, hoy municipio del Valle de Santiago, aquí descansó y durmió una noche. Cuando los vallenses supieron que el padre Hidalgo arribaría victorioso a nuestro poblado, en el mes de octubre, felices se aprestaron a recibirlo, y a vitorearlo como jamás lo habían hecho con ningún otro ser humano”. Además, que “Don José Antonio Benito González y sus dos hijos apodados “los Moros”, del Valle de Santiago, eran simpatizantes de la Independencia, quienes alojaron en su casa del Portal, ahora Guerrero, en la calle Melchor Ocampo 156, la noche del 11 de octubre de 1810 al cura Hidalgo”.
Por su parte, el doctor Benjamín Lara González manifiesta que: “En el Bajío y en el Valle de Santiago, las guerrillas de Albino García y muchos otros guerrilleros pelearon reciamente hasta alcanzar el triunfo. Toda la intendencia de Guanajuato sufrió las terribles consecuencias de la lucha y de las represalias. Las matanzas de insurgentes ordenadas por Iturbide fueron crueles e inmisericordes como es el caso de Salvatierra donde mandó fusilar un Jueves Santo y sin conceder a las víctimas siguiera el beneficio espiritual del sacramento de la confesión a trescientos mexicanos. En el Valle de Santiago, el 5 de junio de 1812, el mismo español genocida, después de haber matado a más de ciento cincuenta guerrilleros en el combate quintó a los sobrevivientes y mandó pasar por las armas a más de ciento cincuenta vallenses. No hubo casa que se salvara del ominoso saqueo e incendio. Todo se quemó, hasta los archivos públicos. Es por eso que el Archivo Histórico Municipal local, se inicia con algunos pocos documentos notariales de 1818. Ahí se encuentra la evidencia documental del severo castigo español: “Todas las casas del pueblo fueron incendiadas durante la Independencia”.
En 1819, los nietos sucesores de Benito González, el rico hacendero fusilado por Iturbide, piden a la autoridad: “… que otorgase nuevas escrituras de las haciendas de Villadiego y anexas dejando en su vigor y fuerza la primordial, la cual ya no existe, por haber quemado los Archivos… en el principio de la Insurrección”. A los ranchos y a las haciendas también les tocó lo suyo que no fue poco: asaltos, abusos, robos e incendios.
A finales de 1814, el hueco dejado por la muerte por fusilamiento de Albino García estaba gallardamente ocupado por la guerrilla del comandante Lucas Flores que había sido, hasta antes de la guerra, mayordomo de la hacienda Quiriceo del Valle de Santiago.
Hay otros sucesos, que por falta de espacio, no puedo relatar pero no queda duda: los hombres y mujeres de Valle de Santiago, hicieron mucho para obtener nuestra independencia y libertad. ¡Vivan los héroes conocidos y anónimos de México! ¡Viva la Cabalgata por la Ruta de la Independencia Nacional!
