Es necesario conocer y comprender que existen tres instituciones fundamentales en la sociedad, cada una con su propia función para el adecuado desarrollo y equilibrio del cuerpo social. Cuando estas instituciones fallan en sus funciones, entonces el desequilibrio se manifiesta ocasionándonos severos problemas.
Estas tres instituciones son: la familia, el estado o gobierno civil, y la iglesia.
La iglesia, entendida como el conjunto de creyentes, en ella las personas deben confirmar y afianzar las enseñanzas tal como están establecidas en las Sagradas Escrituras, y bajo este conocimiento, la iglesia debe contribuir para que estas tres instituciones logren su desarrollo óptimo, el progreso y la estabilidad social.
El estado o gobierno civil, tiene la función de servir a la justicia con el fin de preservar el orden social y proporcionar seguridad a los ciudadanos, pero para nada se debe confundir con una agencia de salvación, pues no lo es.
Tanto la iglesia como el estado no están por encima de la familia, al contrario, deben contribuir para reforzar a la familia, porque del bienestar de la familia depende el desarrollo de un buen gobierno y de una iglesia fortalecida.
Aquellos que piensan que nuestros problemas se pueden resolver por medidas externas, es decir, por medidas políticas, económicas, reformas penales, etc. están en un error, porque estas medidas son limitadas, pensemos por un momento, las leyes promovidas por el estado están limitadas al consentimiento público, es decir, cualquier estructura legal es vulnerable a la falta de cooperación del público.
Ya que las normas, preceptos y obligaciones éticas universales de la vida del hombre en la sociedad, deben penetrar en el corazón humano para lograr la seguridad de la nación, pues la vida de una nación está en la virtud de sus habitantes, y esta formación comienza en casa, ya que la influencia que los padres tienen sobre sus hijos es enorme.
Por esta razón, la institución de la familia es donde se establece el desarrollo de la persona y el principio de todo gobierno y autoridad humana. Son los padres los responsables de orientar el futuro de sus hijos, así como de formar sus corazones y sus mentes, esto no es función de la iglesia ni mucho menos del estado o gobierno civil.
Es cuando se ignoran, cuando no se cumplen, o cuando se conocen pero hay rebeldía para cumplir estas funciones específicas dadas para cada una de estas tres instituciones fundamentales de la sociedad, que viene el desequilibrio y se disparan serios problemas como los que estamos enfrentando en la actualidad.
Confío que conforme avanzamos más y más en este tema, te motives a profundizar al respecto. Muchas gracias por tu paciencia, tu interés y tu tiempo para seguir esta serie, continuaremos en la siguiente parte.
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Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.
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