/ viernes 12 de agosto de 2022

La Filosofía del Pragmatismo

Cuando uno se pone a analizar las filosofías, resulta interesante que el humano siga poniendo en el trono de su mente los mismos pensamientos de antaño aunque tengan la evidencia histórica de no haber funcionado para llevarnos a mejores horizontes. La filosofía del pragmatismo es uno de estos casos.

Entremos pues al tema. El sustrato filosófico de este pragmatismo, ¿desde dónde debería tomarlo?, ¿debería tomarlo desde la filosofía de la ilustración, o de más atrás, de la filosofía griega de Aristóteles, o todavía de más atrás?, bien, aunque tiene mucho pasado, por cuestiones prácticas lo tomaré partiendo de la filosofía de la ilustración.

La filosofía de la ilustración, la cual pone su base de pensamiento exclusivamente en la razón humana para interpretar el mundo, preparó la mente de Charles Darwin al escribir sus libros sobre el origen de las especies y sobre el origen del hombre, poniendo como su fundamento la limitada capacidad humana de la razón.

A su vez, los razonamientos de Darwin atraparon (como a muchos hoy en día) al pedagogo, psicólogo y filósofo estadounidense John Dewey, quién junto con otros pensadores de la época, construyeron la llamada “filosofía del pragmatismo”, la verdad es que estos cuates quizá sabían algo de mercadotecnia por el nombre que le dieron a su filosofía, pues suena como muy sofisticada y de un alto nivel intelectual, pero cuando te vas a la esencia de su filosofía uno se puede dar cuenta que el “león no es como lo pintan”, pues no te enseña nada original.

Este pragmatismo te dice lo mismo que su ancestro de la ilustración, ya que solo retoca las mismas ideas de sus fuentes de origen, pues dice que “solo es verdadero aquello que tiene efectivamente un valor práctico”, y la ilustración lo decía así “solo es verdadero aquello que puedo alcanzar con mi razón”; Marx y Engels dijeron lo mismo inspirados también en la ilustración “la materia es lo primero”.

Este razonamiento basado en la filosofía de la ilustración ha abierto el paso a otros como “el fin justifica los medios”, “la ley del más fuerte”, y otros parecidos que instan al hombre a realizar concesiones éticas con el único fin de lograr sus objetivos aunque sean malos. De hecho, se dice que una persona es pragmática cuando se centra en el logro de sus objetivos más que en la manera de llevarlos a cabo. Bajo esta mentalidad pragmática, los gobiernos tiránicos estarían justificados porque lo que importa sería que estos alcanzaran su objetivo de obtener el poder aunque tengan que sacrificar al pueblo. ¿Considerarías sano educar a nuestros niños bajo este razonamiento pragmático frío y distante del prójimo?, sin embargo, esto es precisamente lo que se viene haciendo.

Quizá lo podrás notar con mayor claridad si prestas atención al cómo viven las personas usando a otros por el puro beneficio personal y no lo ven mal, porque al fin y al cabo el pragmatismo dice que lo único que importa es lograr tus metas aunque tengas que pasar por alto la dignidad y el valor del otro. También puedes notarlo en la desconfianza entre unos y otros, porque si mi razón me dice que es bueno para mí o práctico y útil para mí aunque dañe a otros, eso no importa, ya que el razonamiento pragmático me enseña que soy mi propio dios y que no debo considerar a un Dios Creador verdadero que gobierna bajo Su moral y Su ética.

Este pragmatismo deja sentir su influencia en todas las instituciones y disciplinas del ser humano, por ejemplo, la médico Montessori inspirada en ella creó su método educativo que lleva su nombre, plantea la misma idea de que la educación debe estar basada en las propias experiencias del niño, es decir, en sus propias decisiones, ¿me pregunto si un niño a esa edad tiene la madurez suficiente para tomar las mejores decisiones para su futuro?.

Ahora entiendo por qué han surgido padres arrepentidos de haber optado por ese sistema para sus hijos, porque terminan sin tener control de sus niños, como el caso de una maestra Montessori que ha decidido no criar a su hijo de esa manera, ella escribió: “La filosofía Montessori dice que si un niño está particularmente interesado en algo, debe concentrarse en eso en lugar de ser obligado a hacer cosas que no le interesan. Fui testigo de primera mano de una estudiante de 2 años y medio que podía escribir su nombre sin problemas, pero una estudiante de casi 7 años en la misma clase no podía, pero como no tenía interés en escribir, según la filosofía Montessori, no tenía por qué hacerlo. Como maestra Montessori tenía que evitar interferir con los estudiantes, pues no deberíamos dar aprobación, calificaciones o hacer correcciones, en cambio, debía ofrecer sugerencias, alentar y redirigir, permitiendo a los niños tomar sus propias decisiones” (1).

Lo que quiero resaltar en mi conclusión, es que estas filosofías inspiradas en la ilustración, como lo es la filosofía del pragmatismo, nunca sentaron las bases para el gran desarrollo que experimentó el llamado mundo occidental que a pesar de sus errores trajo beneficios que han sido significativos para la humanidad, como fue la libertad de expresión y religiosa. Fue la reforma que estallo en Europa en 1517 la que trajo ese auge y desarrollo a occidente y no las filosofías rancias de la ilustración y su pragmatismo filosófico, ¿querrá la humanidad darse cuenta de esto?

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; facebook, twitter, YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

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Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.

Referencias:

1) https://www.sheknows.com/parenting/articles/1136046/why-not-montessori/



Cuando uno se pone a analizar las filosofías, resulta interesante que el humano siga poniendo en el trono de su mente los mismos pensamientos de antaño aunque tengan la evidencia histórica de no haber funcionado para llevarnos a mejores horizontes. La filosofía del pragmatismo es uno de estos casos.

Entremos pues al tema. El sustrato filosófico de este pragmatismo, ¿desde dónde debería tomarlo?, ¿debería tomarlo desde la filosofía de la ilustración, o de más atrás, de la filosofía griega de Aristóteles, o todavía de más atrás?, bien, aunque tiene mucho pasado, por cuestiones prácticas lo tomaré partiendo de la filosofía de la ilustración.

La filosofía de la ilustración, la cual pone su base de pensamiento exclusivamente en la razón humana para interpretar el mundo, preparó la mente de Charles Darwin al escribir sus libros sobre el origen de las especies y sobre el origen del hombre, poniendo como su fundamento la limitada capacidad humana de la razón.

A su vez, los razonamientos de Darwin atraparon (como a muchos hoy en día) al pedagogo, psicólogo y filósofo estadounidense John Dewey, quién junto con otros pensadores de la época, construyeron la llamada “filosofía del pragmatismo”, la verdad es que estos cuates quizá sabían algo de mercadotecnia por el nombre que le dieron a su filosofía, pues suena como muy sofisticada y de un alto nivel intelectual, pero cuando te vas a la esencia de su filosofía uno se puede dar cuenta que el “león no es como lo pintan”, pues no te enseña nada original.

Este pragmatismo te dice lo mismo que su ancestro de la ilustración, ya que solo retoca las mismas ideas de sus fuentes de origen, pues dice que “solo es verdadero aquello que tiene efectivamente un valor práctico”, y la ilustración lo decía así “solo es verdadero aquello que puedo alcanzar con mi razón”; Marx y Engels dijeron lo mismo inspirados también en la ilustración “la materia es lo primero”.

Este razonamiento basado en la filosofía de la ilustración ha abierto el paso a otros como “el fin justifica los medios”, “la ley del más fuerte”, y otros parecidos que instan al hombre a realizar concesiones éticas con el único fin de lograr sus objetivos aunque sean malos. De hecho, se dice que una persona es pragmática cuando se centra en el logro de sus objetivos más que en la manera de llevarlos a cabo. Bajo esta mentalidad pragmática, los gobiernos tiránicos estarían justificados porque lo que importa sería que estos alcanzaran su objetivo de obtener el poder aunque tengan que sacrificar al pueblo. ¿Considerarías sano educar a nuestros niños bajo este razonamiento pragmático frío y distante del prójimo?, sin embargo, esto es precisamente lo que se viene haciendo.

Quizá lo podrás notar con mayor claridad si prestas atención al cómo viven las personas usando a otros por el puro beneficio personal y no lo ven mal, porque al fin y al cabo el pragmatismo dice que lo único que importa es lograr tus metas aunque tengas que pasar por alto la dignidad y el valor del otro. También puedes notarlo en la desconfianza entre unos y otros, porque si mi razón me dice que es bueno para mí o práctico y útil para mí aunque dañe a otros, eso no importa, ya que el razonamiento pragmático me enseña que soy mi propio dios y que no debo considerar a un Dios Creador verdadero que gobierna bajo Su moral y Su ética.

Este pragmatismo deja sentir su influencia en todas las instituciones y disciplinas del ser humano, por ejemplo, la médico Montessori inspirada en ella creó su método educativo que lleva su nombre, plantea la misma idea de que la educación debe estar basada en las propias experiencias del niño, es decir, en sus propias decisiones, ¿me pregunto si un niño a esa edad tiene la madurez suficiente para tomar las mejores decisiones para su futuro?.

Ahora entiendo por qué han surgido padres arrepentidos de haber optado por ese sistema para sus hijos, porque terminan sin tener control de sus niños, como el caso de una maestra Montessori que ha decidido no criar a su hijo de esa manera, ella escribió: “La filosofía Montessori dice que si un niño está particularmente interesado en algo, debe concentrarse en eso en lugar de ser obligado a hacer cosas que no le interesan. Fui testigo de primera mano de una estudiante de 2 años y medio que podía escribir su nombre sin problemas, pero una estudiante de casi 7 años en la misma clase no podía, pero como no tenía interés en escribir, según la filosofía Montessori, no tenía por qué hacerlo. Como maestra Montessori tenía que evitar interferir con los estudiantes, pues no deberíamos dar aprobación, calificaciones o hacer correcciones, en cambio, debía ofrecer sugerencias, alentar y redirigir, permitiendo a los niños tomar sus propias decisiones” (1).

Lo que quiero resaltar en mi conclusión, es que estas filosofías inspiradas en la ilustración, como lo es la filosofía del pragmatismo, nunca sentaron las bases para el gran desarrollo que experimentó el llamado mundo occidental que a pesar de sus errores trajo beneficios que han sido significativos para la humanidad, como fue la libertad de expresión y religiosa. Fue la reforma que estallo en Europa en 1517 la que trajo ese auge y desarrollo a occidente y no las filosofías rancias de la ilustración y su pragmatismo filosófico, ¿querrá la humanidad darse cuenta de esto?

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; facebook, twitter, YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

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Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.

Referencias:

1) https://www.sheknows.com/parenting/articles/1136046/why-not-montessori/