/ domingo 11 de febrero de 2018

La ignorancia

“Por la ignorancia nos han dominado más que por la fuerza” Simón Bolívar

Lic. Francisco Sunderland Álvarez

Sería interesante saber, hasta cuándo se dará cuenta el pueblo mexicano de la enorme grandeza y riquezas invaluables que nuestro país posee, empezando por su muy aguerrida población.

Las comunicaciones se difunden a una velocidad impresionante; las decisiones se adoptan cada vez con mayor rapidez, lo que obliga a que haya una muy sólida y bien fundamentada información que evite demoras o, en el peor de los casos, fracasos.

Para estas fechas, México ha perdido riquezas enormes de las que, por falta de voluntad por informarse, ni cuenta se ha dado de ello y, quizá, ni lo llegue a notar o a saber que alguna vez estuvieron dentro del patrimonio nacional.

No cabe duda que para una inmensa mayoría de la población, es más cómodo caminar agachados y seguir el tintineo de un cencerro que caminar erguidos.

La ignorancia es un estado muy simple del ser humano que se reduce al hecho de ser indolentes. Así, la falta de instrucción o de conocimientos, generalmente conducen a la envidia que es la que genera odio y violencia como resultado de ese miedo o terror que produce el caminar a través de la más negra oscuridad del conocimiento.

Esta falta de instrucción o de conocimientos están afectando poderosamente a México y más se notará porque este año el rumbo será decidido por quien quede al frente del Poder Ejecutivo Federal.

Esto obliga al hecho de reconocer, salvo mejor opinión, que no es tan importante la propaganda o los discursos de los candidatos, sean quienes sean, aún de aquellos que buscan dividir con su egoísmo y soberbia, sino que lo importante siempre es conocer la historia de México y, con esa información, sumar la de las tendencias internacionales considerando que nuestro país ocupa un lugar geográficamente privilegiado y estratégico.

Empezar a preocuparse por aprender la historia de México a estas alturas y cercanía de los inminentes cambios que inexorablemente sucederán, le va a salir carísimo al país.

En la puerta de entrada de una universidad en Sudáfrica, se fijó el siguiente mensaje: “Destruir cualquier nación no requiere el uso de bombas atómicas o el uso de misiles de largo alcance… sólo se requiere de un bajo nivel educativo y que sus estudiantes hagan trampas en los exámenes.”

Así, los pacientes morirán a manos de esos médicos; los edificios se derrumban a manos de esos ingenieros o arquitectos; el dinero se perderá en manos de esos economistas y contadores; la humanidad morirá a manos de los eruditos religiosos; la justicia se pierde a manos de tales jueces.

Luego entonces, el colapso de la educación, es el colapso de la nación. De esta manera se concluye con las palabras de Emma Goldman: “El elemento más violento en la sociedad, es la ignorancia”.

Universalmente les deseo, hoy y siempre, Salud, para que logremos nuestros objetivos en la vida. Fuerza, para que no nos desalentemos ante las adversidades y, Unión, para que no seamos divididos en nuestras convicciones. Prohibida su reproducción parcial o total. La copia o distribución no autorizada de este artículo por el autor y, en su caso, su correspondiente imagen, infringe los derechos de autor.

fsacomentarios@gmail.com

“Por la ignorancia nos han dominado más que por la fuerza” Simón Bolívar

Lic. Francisco Sunderland Álvarez

Sería interesante saber, hasta cuándo se dará cuenta el pueblo mexicano de la enorme grandeza y riquezas invaluables que nuestro país posee, empezando por su muy aguerrida población.

Las comunicaciones se difunden a una velocidad impresionante; las decisiones se adoptan cada vez con mayor rapidez, lo que obliga a que haya una muy sólida y bien fundamentada información que evite demoras o, en el peor de los casos, fracasos.

Para estas fechas, México ha perdido riquezas enormes de las que, por falta de voluntad por informarse, ni cuenta se ha dado de ello y, quizá, ni lo llegue a notar o a saber que alguna vez estuvieron dentro del patrimonio nacional.

No cabe duda que para una inmensa mayoría de la población, es más cómodo caminar agachados y seguir el tintineo de un cencerro que caminar erguidos.

La ignorancia es un estado muy simple del ser humano que se reduce al hecho de ser indolentes. Así, la falta de instrucción o de conocimientos, generalmente conducen a la envidia que es la que genera odio y violencia como resultado de ese miedo o terror que produce el caminar a través de la más negra oscuridad del conocimiento.

Esta falta de instrucción o de conocimientos están afectando poderosamente a México y más se notará porque este año el rumbo será decidido por quien quede al frente del Poder Ejecutivo Federal.

Esto obliga al hecho de reconocer, salvo mejor opinión, que no es tan importante la propaganda o los discursos de los candidatos, sean quienes sean, aún de aquellos que buscan dividir con su egoísmo y soberbia, sino que lo importante siempre es conocer la historia de México y, con esa información, sumar la de las tendencias internacionales considerando que nuestro país ocupa un lugar geográficamente privilegiado y estratégico.

Empezar a preocuparse por aprender la historia de México a estas alturas y cercanía de los inminentes cambios que inexorablemente sucederán, le va a salir carísimo al país.

En la puerta de entrada de una universidad en Sudáfrica, se fijó el siguiente mensaje: “Destruir cualquier nación no requiere el uso de bombas atómicas o el uso de misiles de largo alcance… sólo se requiere de un bajo nivel educativo y que sus estudiantes hagan trampas en los exámenes.”

Así, los pacientes morirán a manos de esos médicos; los edificios se derrumban a manos de esos ingenieros o arquitectos; el dinero se perderá en manos de esos economistas y contadores; la humanidad morirá a manos de los eruditos religiosos; la justicia se pierde a manos de tales jueces.

Luego entonces, el colapso de la educación, es el colapso de la nación. De esta manera se concluye con las palabras de Emma Goldman: “El elemento más violento en la sociedad, es la ignorancia”.

Universalmente les deseo, hoy y siempre, Salud, para que logremos nuestros objetivos en la vida. Fuerza, para que no nos desalentemos ante las adversidades y, Unión, para que no seamos divididos en nuestras convicciones. Prohibida su reproducción parcial o total. La copia o distribución no autorizada de este artículo por el autor y, en su caso, su correspondiente imagen, infringe los derechos de autor.

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