/ viernes 21 de enero de 2022

La importancia de la libertad económica

Estamos viviendo tiempos críticos donde el panorama económico no pinta nada bien.


Es verdad que la economía no lo es todo, ni tampoco lo más trascendente, sin embargo, es un aspecto con el cual pueden llegar a sentirse bajo mucha presión las personas, y si esta mejora se sienten más desahogadas para mirar hacia otras cosas, de tal manera que la economía no deja de ser un aspecto importante en la vida del individuo.

La situación actual nos ofrece una oportunidad para analizar: ¿Qué nos puede permitir salir de la crisis económica en la que nos encontramos?.

La declaración que se ha dicho: “Un gobierno sabio y frugal que impida que los hombres se hagan daño mutuamente, los dejará ser libres para regular sus propios objetivos de trabajo y mejora”–T. Jefferson. Contiene información valiosa para el crecimiento económico.

Veamos, la verdadera libertad no solo requiere libertades políticas, requiere también libertad económica, libertad para trabajar, producir, consumir e invertir de la forma que se desee, la motivación que genera esta libertad para poder beneficiarnos de nuestras propias ideas, trabajo, etc., es un factor esencial para animarnos a ser productivos e innovadores, lo cual impulsa el desarrollo económico del individuo y por ende de una sociedad.

Si el individuo no cuenta con esta libertad y en su lugar es obligado a trabajar para que otros se beneficien de sus ideas, de su esfuerzo y de su trabajo, como sucede en los gobiernos con excesivas regulaciones y cargas tributarias, la motivación decae y con ella decae la productividad, la innovación y la riqueza.

Es evidente que el derecho a adquirir y poseer bienes materiales, así como a mantenerlos protegidos, es uno de los derechos naturales del hombre, pues ningún hombre se convertiría en miembro de una sociedad en donde no pueda disfrutar del fruto de su trabajo honesto (1).

Este derecho a la propiedad protege de otras libertades al individuo, por ejemplo: que las congregaciones puedan poseer edificios donde puedan practicar la libertad religiosa, que los periódicos puedan poseer imprentas que facilitan la libertad de prensa, la propiedad de la vivienda contribuye al bienestar y la seguridad financiera de las familias, la propiedad comercial produce bienes y servicios para negociar en un mercado libre, así como la propiedad intelectual protege las ideas y la innovación (bis).

La libertad económica permite al individuo común prosperar y aumentar su influencia política, lo cual le da al pueblo la capacidad de poder controlar el poder de un dictador, en cambio, la pérdida de la libertad económica genera pobreza y la pobreza es la mejor manera de mantener a los ciudadanos dependientes y en sumisión al gobierno, los pueblos pobres y sin instrucción son más fáciles de manipular y caer en gobiernos totalitarios.

Muchos llegan a aceptar como algo positivo que el gobierno ejerza más y más control sobre el comercio, las inversiones, en fin, sobre la economía, creyendo que esto impedirá monopolios, pero se equivocan, pues cuando al gobierno se le permite crecer en ese control genera más monopolios, pues las empresas, los sindicatos, y los intereses foráneos son atraídos a beneficiarse de él, enviando gente que procura favores monopolísticos con el gobierno, dando como resultado que se combinen los intereses de las grandes fortunas con los gobiernos controladores (2).

La libertad económica basada en la buena ética, sí importa si queremos ver mejores horizontes financieros para nuestro país, pues cuando se pierde esta libertad a quién golpea especialmente con más fuerza es a los pobres.

La correlación entre la libertad económica y la prosperidad económica son asombrosamente altas (3).

Esta libertad económica que tiene su base en la buena ética, será una realidad en nuestro país en la medida que más y más mexicanos comprendamos y aceptemos su valor e importancia, y nos dispongamos a trabajar por ella, siendo una de las maneras el votar solo por aquellos candidatos que nos permitan avanzar en leyes estatales y federales que verdaderamente protejan el derecho a la propiedad privada, y todo derecho del individuo a ser libre para trabajar, para producir, para consumir, para innovar y para poder invertir.

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; facebook, twitter, YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

____________________________________________________

Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.

Referencias:

1) http://libertad.org/entendiendo-que-es-america/libertad-economica/

2) Federer. W. Cambio a Cadenas. Amerisearch, Inc.

3) https://www.semaforo.mx/articulo/indice-de-libertad-economica



Estamos viviendo tiempos críticos donde el panorama económico no pinta nada bien.


Es verdad que la economía no lo es todo, ni tampoco lo más trascendente, sin embargo, es un aspecto con el cual pueden llegar a sentirse bajo mucha presión las personas, y si esta mejora se sienten más desahogadas para mirar hacia otras cosas, de tal manera que la economía no deja de ser un aspecto importante en la vida del individuo.

La situación actual nos ofrece una oportunidad para analizar: ¿Qué nos puede permitir salir de la crisis económica en la que nos encontramos?.

La declaración que se ha dicho: “Un gobierno sabio y frugal que impida que los hombres se hagan daño mutuamente, los dejará ser libres para regular sus propios objetivos de trabajo y mejora”–T. Jefferson. Contiene información valiosa para el crecimiento económico.

Veamos, la verdadera libertad no solo requiere libertades políticas, requiere también libertad económica, libertad para trabajar, producir, consumir e invertir de la forma que se desee, la motivación que genera esta libertad para poder beneficiarnos de nuestras propias ideas, trabajo, etc., es un factor esencial para animarnos a ser productivos e innovadores, lo cual impulsa el desarrollo económico del individuo y por ende de una sociedad.

Si el individuo no cuenta con esta libertad y en su lugar es obligado a trabajar para que otros se beneficien de sus ideas, de su esfuerzo y de su trabajo, como sucede en los gobiernos con excesivas regulaciones y cargas tributarias, la motivación decae y con ella decae la productividad, la innovación y la riqueza.

Es evidente que el derecho a adquirir y poseer bienes materiales, así como a mantenerlos protegidos, es uno de los derechos naturales del hombre, pues ningún hombre se convertiría en miembro de una sociedad en donde no pueda disfrutar del fruto de su trabajo honesto (1).

Este derecho a la propiedad protege de otras libertades al individuo, por ejemplo: que las congregaciones puedan poseer edificios donde puedan practicar la libertad religiosa, que los periódicos puedan poseer imprentas que facilitan la libertad de prensa, la propiedad de la vivienda contribuye al bienestar y la seguridad financiera de las familias, la propiedad comercial produce bienes y servicios para negociar en un mercado libre, así como la propiedad intelectual protege las ideas y la innovación (bis).

La libertad económica permite al individuo común prosperar y aumentar su influencia política, lo cual le da al pueblo la capacidad de poder controlar el poder de un dictador, en cambio, la pérdida de la libertad económica genera pobreza y la pobreza es la mejor manera de mantener a los ciudadanos dependientes y en sumisión al gobierno, los pueblos pobres y sin instrucción son más fáciles de manipular y caer en gobiernos totalitarios.

Muchos llegan a aceptar como algo positivo que el gobierno ejerza más y más control sobre el comercio, las inversiones, en fin, sobre la economía, creyendo que esto impedirá monopolios, pero se equivocan, pues cuando al gobierno se le permite crecer en ese control genera más monopolios, pues las empresas, los sindicatos, y los intereses foráneos son atraídos a beneficiarse de él, enviando gente que procura favores monopolísticos con el gobierno, dando como resultado que se combinen los intereses de las grandes fortunas con los gobiernos controladores (2).

La libertad económica basada en la buena ética, sí importa si queremos ver mejores horizontes financieros para nuestro país, pues cuando se pierde esta libertad a quién golpea especialmente con más fuerza es a los pobres.

La correlación entre la libertad económica y la prosperidad económica son asombrosamente altas (3).

Esta libertad económica que tiene su base en la buena ética, será una realidad en nuestro país en la medida que más y más mexicanos comprendamos y aceptemos su valor e importancia, y nos dispongamos a trabajar por ella, siendo una de las maneras el votar solo por aquellos candidatos que nos permitan avanzar en leyes estatales y federales que verdaderamente protejan el derecho a la propiedad privada, y todo derecho del individuo a ser libre para trabajar, para producir, para consumir, para innovar y para poder invertir.

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; facebook, twitter, YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

____________________________________________________

Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.

Referencias:

1) http://libertad.org/entendiendo-que-es-america/libertad-economica/

2) Federer. W. Cambio a Cadenas. Amerisearch, Inc.

3) https://www.semaforo.mx/articulo/indice-de-libertad-economica