/ viernes 5 de noviembre de 2021

LA IRA

La mayoría de nosotros estamos familiarizados con la ira, con esa emoción común a nuestro género humano, pero muy pocos consideran la desgracia y la infelicidad que puede producir la ira cuando toma control de nuestra vida.

El problema no es llegar a sentir ira, sino en que esta nos domine. ¿Dominas la ira o ella te domina?

Algunos sinónimos de ira son: furia, cólera, enojo, rabia, indignación, enfado, odio, irritación, violencia. ¿Reconoces algunos de estos síntomas en tu vida?

Algunas personas no son honestas en el manejo de su ira, pueden negar su existencia, pueden suprimirla y creer que se irá por donde vino, pueden expresarla con manifestaciones explosivas, pueden retenerla por el deseo de venganza, pueden usar el sarcasmo o manifestarla de manera más sutil.

La ira se desarrolla dentro de nuestro ser, la llevamos con nosotros a donde quiera que vamos, y si no la controlamos, no solo nos roba la paz, la alegría y la felicidad personal, sino que la descargamos en nuestro hogar, con nuestras amistades, con los compañeros de trabajo y aún con los extraños.

Cantidad de personas viven atrapadas en la ira, afectando su calidad de vida, ya que la ira también es una causal importante para contraer enfermedades físicas y mentales como lo revelan estudios sobre el tema.

Ante los problemas que nos causa la ira, algunas personas pagan mucho dinero en terapias, cursos, libros de superación personal y todo aquello que les promete ayudarles a salir del problema, quedando muchas de ellas más confundidas y en mayores conflictos.

Para llegar a tener éxito en dominar la ira, requerimos partir de dos cosas, la primera es que las emociones no se dan solas, estas se disparan como consecuencia de un pensamiento, y segundo, si vamos a dominar la ira, por consiguiente, es importante aprender a transformar nuestros pensamientos.

Esta transformación de los pensamientos necesita darse sobre conceptos comprobados en su efectividad para manejar la ira, considera los siguientes:

No te apresures en tu espíritu a enojarte, porque el enojo se anida en el seno de los necios (Eclesiastés 7:9). La suave respuesta aparta el furor, más la palabra hiriente hace subir la ira (Proverbios 15:1). Si se enojan, no permitan que eso los haga errar, el enojo no debe durarles todo el día (Efesios 4:26). No seas vencido por el mal, sino vence el mal con el bien (Romanos 12:21).

Estos conceptos, aunados a la capacidad que el Dios de la Biblia ofrece al creyente, han podido dar a las personas el poder triunfar sobre la ira, como lo revelan sus propios testimonios.

La honestidad y el perdón también son indispensables para resolver la ira. Reconocer cuando sentimos que la ira quiere controlarnos y arrepentirnos (“Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad” 1 Juan 1:9), creer que el Dios de la Biblia es capaz de cumplir Sus palabras nos debe dar la confianza y seguridad de Su perdón.

A la misma vez, el aprender a perdonar a quienes nos han ofendido es un recurso importante para poder dominar la ira. Si retenemos el perdón, lejos de dañar a quién nos ha ofendido, nos estamos haciendo daño a nosotros mismos al permitir que la ira nos domine (“Perdónanos el mal que hemos hecho, así como nosotros hemos perdonado a los que nos han hecho mal” Mateo 6:12).

Cabe aclarar que la ira tiene un lado positivo cuando esta fundamentada en la verdadera justicia, al sentir esa indignación contra la injusticia, pero no debemos permitir que la ira obscurezca la justicia (“Pues la ira del hombre no obra la justicia de Dios” Santiago 1:20).

No conozco ninguna otra compilación de libros como la Biblia que puedan ofrecer al ser humano consejos y sabiduría tan acertada para poder entender los efectos destructivos de ser dominados por la ira, así como el poder dominarla para que no nos controle, permitiéndonos así poder gozar de una mejor calidad de vida.

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; facebook, twitter, YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

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Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.


La mayoría de nosotros estamos familiarizados con la ira, con esa emoción común a nuestro género humano, pero muy pocos consideran la desgracia y la infelicidad que puede producir la ira cuando toma control de nuestra vida.

El problema no es llegar a sentir ira, sino en que esta nos domine. ¿Dominas la ira o ella te domina?

Algunos sinónimos de ira son: furia, cólera, enojo, rabia, indignación, enfado, odio, irritación, violencia. ¿Reconoces algunos de estos síntomas en tu vida?

Algunas personas no son honestas en el manejo de su ira, pueden negar su existencia, pueden suprimirla y creer que se irá por donde vino, pueden expresarla con manifestaciones explosivas, pueden retenerla por el deseo de venganza, pueden usar el sarcasmo o manifestarla de manera más sutil.

La ira se desarrolla dentro de nuestro ser, la llevamos con nosotros a donde quiera que vamos, y si no la controlamos, no solo nos roba la paz, la alegría y la felicidad personal, sino que la descargamos en nuestro hogar, con nuestras amistades, con los compañeros de trabajo y aún con los extraños.

Cantidad de personas viven atrapadas en la ira, afectando su calidad de vida, ya que la ira también es una causal importante para contraer enfermedades físicas y mentales como lo revelan estudios sobre el tema.

Ante los problemas que nos causa la ira, algunas personas pagan mucho dinero en terapias, cursos, libros de superación personal y todo aquello que les promete ayudarles a salir del problema, quedando muchas de ellas más confundidas y en mayores conflictos.

Para llegar a tener éxito en dominar la ira, requerimos partir de dos cosas, la primera es que las emociones no se dan solas, estas se disparan como consecuencia de un pensamiento, y segundo, si vamos a dominar la ira, por consiguiente, es importante aprender a transformar nuestros pensamientos.

Esta transformación de los pensamientos necesita darse sobre conceptos comprobados en su efectividad para manejar la ira, considera los siguientes:

No te apresures en tu espíritu a enojarte, porque el enojo se anida en el seno de los necios (Eclesiastés 7:9). La suave respuesta aparta el furor, más la palabra hiriente hace subir la ira (Proverbios 15:1). Si se enojan, no permitan que eso los haga errar, el enojo no debe durarles todo el día (Efesios 4:26). No seas vencido por el mal, sino vence el mal con el bien (Romanos 12:21).

Estos conceptos, aunados a la capacidad que el Dios de la Biblia ofrece al creyente, han podido dar a las personas el poder triunfar sobre la ira, como lo revelan sus propios testimonios.

La honestidad y el perdón también son indispensables para resolver la ira. Reconocer cuando sentimos que la ira quiere controlarnos y arrepentirnos (“Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad” 1 Juan 1:9), creer que el Dios de la Biblia es capaz de cumplir Sus palabras nos debe dar la confianza y seguridad de Su perdón.

A la misma vez, el aprender a perdonar a quienes nos han ofendido es un recurso importante para poder dominar la ira. Si retenemos el perdón, lejos de dañar a quién nos ha ofendido, nos estamos haciendo daño a nosotros mismos al permitir que la ira nos domine (“Perdónanos el mal que hemos hecho, así como nosotros hemos perdonado a los que nos han hecho mal” Mateo 6:12).

Cabe aclarar que la ira tiene un lado positivo cuando esta fundamentada en la verdadera justicia, al sentir esa indignación contra la injusticia, pero no debemos permitir que la ira obscurezca la justicia (“Pues la ira del hombre no obra la justicia de Dios” Santiago 1:20).

No conozco ninguna otra compilación de libros como la Biblia que puedan ofrecer al ser humano consejos y sabiduría tan acertada para poder entender los efectos destructivos de ser dominados por la ira, así como el poder dominarla para que no nos controle, permitiéndonos así poder gozar de una mejor calidad de vida.

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; facebook, twitter, YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

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Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.