/ viernes 1 de julio de 2022

La que se avecina | Parte II de II

Mariana.pefer@gmail.com

La semana pasada comentamos sobre la situación actual de Estados Unidos. Ahora la pregunta es ¿Cómo nos afecta lo que pasa allá?

Comenzamos: Al destinar la mayor parte del ingreso al pago de deuda, queda poco para la compra, o sea, las ventas disminuyen, afectando la generación de empleos, así como el envío de remesas que tanto apoyan nuestra economía local, y obviamente, las exportaciones de México hacia nuestros vecinos disminuyen.

Las empresas estadounidenses con plantas en México, exportan a su país de origen principalmente, pero como hay menos ventas allá, vienen los paros técnicos aquí. Afectando sectores completos, como el automotriz.

No olvidemos que además de lo anterior, está la inflación. ¿Qué está haciendo Estados Unidos para frenar esta caída de su economía? La vieja confiable, subir la tasa de interés base. Traducido al español, el banco central instruye a los bancos comerciales que cobren más por los préstamos y pague más a quienes ahorran. Esto impacta de dos formas: a quienes ahorran, ya que recibirán más rendimientos por su dinero, para incentivar que la gente guarde en vez de gastarlo. Y dos, para encarecer los préstamos, es decir, evitar el endeudamiento. Ambas cosas tienen como resultado retirar dinero de la circulación, primero porque lo tienen guardado y la otra porque no piden prestado para gastar.

La relación de lo anterior con la inflación es que, al disminuir las ventas, se va frenando el incremento de precios.

Nuestro vecino subió su tasa base .75% y como sucede en estos casos, México subió sus tasas exactamente igual, pero, y tenemos un gran pero, los efectos de ese incremento comenzarán a verse en un año.

¿Por qué México le copia al país del norte? Porque tenemos inversionistas de dos tipos, aquellos que ponen una fábrica o empresa, pagan sueldos, etc. Y los que tienen dinero en el banco, cuando las tasas en algún país suben, estos sacan sus recursos y los llevan a donde recibirán más intereses. México, para evitar una fuga masiva de capital, equipara las tasas, a fin de conservar a esos inversionistas. Si se van, los bancos perderían liquidez, desestabilizando la economía.

La gran diferencia que tenemos respecto al país del norte es que México no se ha endeudado y, al contrario, disminuyó su deuda de forma drástica en los últimos 3 años, especialmente durante la pandemia, gracias al enfoque de cobro de impuestos atrasados a las grandes empresas.

Lo anterior genera mayor certidumbre en variables macroeconómicas, por ejemplo, Bank of America, el segundo banco más grande del mundo, anunció en mayo de este año que seguirá invirtiendo en México e invitó a otras instituciones a hacerlo.

Desgraciadamente la estabilidad en las variables macroeconómicas, no se ve reflejada en el bolsillo del consumidor promedio de forma directa.

Que vengan inversionistas no nos libra de resentir la pésima situación económica de nuestro vecino del norte.

La inflación en México está por las nubes debido, principalmente, al incremento en precios de combustibles e insumos por el tema Rusia-Ucrania. Es importante anotar que existe en México un subsidio a la gasolina, ya que el precio real estaría por encima de los 33 pesos mexicanos. Ayudando a que la inflación sea menos elevada, pero de no a disminuirla.

A grandes rasgos esta es la situación de ambos países explicada de forma sencilla.

La otra vez me preguntaban algunos lectores qué se puede hacer, lo que sugiero es considerar que las ventas comenzarán a bajar por el ciclo de la economía, ahorrar en la medida de lo posible sin dejar de gastar para mantener activa la economía.

Es decir, precavidos sin caer en pánico y mucho menos caer en estafas que prometen 100% de rendimientos en 3 meses, ni entrar al mundo de las criptmonedas si desconoces cómo funciona, y endeudarte con precaución eligiendo el mejor producto financiero para ti.


Recuerda: “Si fuera fácil, cualquiera lo haría bien.”

Mariana.pefer@gmail.com

La semana pasada comentamos sobre la situación actual de Estados Unidos. Ahora la pregunta es ¿Cómo nos afecta lo que pasa allá?

Comenzamos: Al destinar la mayor parte del ingreso al pago de deuda, queda poco para la compra, o sea, las ventas disminuyen, afectando la generación de empleos, así como el envío de remesas que tanto apoyan nuestra economía local, y obviamente, las exportaciones de México hacia nuestros vecinos disminuyen.

Las empresas estadounidenses con plantas en México, exportan a su país de origen principalmente, pero como hay menos ventas allá, vienen los paros técnicos aquí. Afectando sectores completos, como el automotriz.

No olvidemos que además de lo anterior, está la inflación. ¿Qué está haciendo Estados Unidos para frenar esta caída de su economía? La vieja confiable, subir la tasa de interés base. Traducido al español, el banco central instruye a los bancos comerciales que cobren más por los préstamos y pague más a quienes ahorran. Esto impacta de dos formas: a quienes ahorran, ya que recibirán más rendimientos por su dinero, para incentivar que la gente guarde en vez de gastarlo. Y dos, para encarecer los préstamos, es decir, evitar el endeudamiento. Ambas cosas tienen como resultado retirar dinero de la circulación, primero porque lo tienen guardado y la otra porque no piden prestado para gastar.

La relación de lo anterior con la inflación es que, al disminuir las ventas, se va frenando el incremento de precios.

Nuestro vecino subió su tasa base .75% y como sucede en estos casos, México subió sus tasas exactamente igual, pero, y tenemos un gran pero, los efectos de ese incremento comenzarán a verse en un año.

¿Por qué México le copia al país del norte? Porque tenemos inversionistas de dos tipos, aquellos que ponen una fábrica o empresa, pagan sueldos, etc. Y los que tienen dinero en el banco, cuando las tasas en algún país suben, estos sacan sus recursos y los llevan a donde recibirán más intereses. México, para evitar una fuga masiva de capital, equipara las tasas, a fin de conservar a esos inversionistas. Si se van, los bancos perderían liquidez, desestabilizando la economía.

La gran diferencia que tenemos respecto al país del norte es que México no se ha endeudado y, al contrario, disminuyó su deuda de forma drástica en los últimos 3 años, especialmente durante la pandemia, gracias al enfoque de cobro de impuestos atrasados a las grandes empresas.

Lo anterior genera mayor certidumbre en variables macroeconómicas, por ejemplo, Bank of America, el segundo banco más grande del mundo, anunció en mayo de este año que seguirá invirtiendo en México e invitó a otras instituciones a hacerlo.

Desgraciadamente la estabilidad en las variables macroeconómicas, no se ve reflejada en el bolsillo del consumidor promedio de forma directa.

Que vengan inversionistas no nos libra de resentir la pésima situación económica de nuestro vecino del norte.

La inflación en México está por las nubes debido, principalmente, al incremento en precios de combustibles e insumos por el tema Rusia-Ucrania. Es importante anotar que existe en México un subsidio a la gasolina, ya que el precio real estaría por encima de los 33 pesos mexicanos. Ayudando a que la inflación sea menos elevada, pero de no a disminuirla.

A grandes rasgos esta es la situación de ambos países explicada de forma sencilla.

La otra vez me preguntaban algunos lectores qué se puede hacer, lo que sugiero es considerar que las ventas comenzarán a bajar por el ciclo de la economía, ahorrar en la medida de lo posible sin dejar de gastar para mantener activa la economía.

Es decir, precavidos sin caer en pánico y mucho menos caer en estafas que prometen 100% de rendimientos en 3 meses, ni entrar al mundo de las criptmonedas si desconoces cómo funciona, y endeudarte con precaución eligiendo el mejor producto financiero para ti.


Recuerda: “Si fuera fácil, cualquiera lo haría bien.”