/ sábado 3 de marzo de 2018

La verdadera crisis

Encontrándome con un encabezado, en una nota periodística, que decía “Hay una crisis del sentido de la vida”, llamó mi atención, porque definitivamente es una realidad.

Sin embargo, al seguir leyendo la nota, me encontré que hablaba sobre un joven que privó de la vida a sus padres y hermano, y el entrevistado justificaba la conducta de este joven bajo este razonamiento: “no es un ser malo, es un ser ignorante.”


¿Has escuchado tú esta justificación de la maldad en la conducta humana en algún otro lado?, ¿no te suena parecida a lo que dijo el filósofo humanista Rousseau? Rousseau dijo “el hombre es bueno por naturaleza, pero actúa mal forzado por la sociedad que lo corrompe.”

Este humanismo secular, del cual los pensamientos de Rousseau forman parte, llevan al ser humano a negar el valor de la voluntad que cada uno tiene para tomar sus propias decisiones y acciones, y a no responsabilizarse de sus actos. Cuando en una sociedad predomina esta manera de pensar ¿hacia dónde nos dirigimos como humanidad?

A nada bueno por supuesto, sino a toda injusticia e impunidad, como lo vemos en este otro ejemplo, con los padres y madres que no se responsabilizan de sus propios hijos, abandonándolos no solo físicamente, sino espiritual, emocional e intelectualmente, porque al fin y al cabo no se consideran padres malos, ya que a ellos no les enseñaron, y además la sociedad y todo el mundo lo hace así.

Esto es lo que nos ha traído la perspectiva del humanismo secular, una terrible confusión en la interpretación de la vida, pues una perspectiva funciona como unos lentes a través de los cuales vemos e interpretamos la vida y el mundo que nos rodea.

Por esta razón, la verdadera crisis que confrontamos, es una crisis de perspectiva, pues la del humanismo secular que se ha venido enseñando en varias de las diferentes plataformas educativas de nuestra sociedad, tales como: escuelas, medios de comunicación, entretenimiento, y aunque te sorprenda aún en muchas iglesias cristianas; no ha dado, ni puede dar, el sentido de la vida que buscan las personas.

No lo puede dar, porque hace a un lado los principios universales que rigen al ser humano, entre los cuales se encuentran los que se han mencionado: la voluntad y la responsabilidad personal.

Si a esto, le sumamos la mancuerna que el humanismo secular hace con la teoría de la evolución de Darwin, afirmando que la vida humana no tiene mayor sentido ni valor que la de un animal, ahí tenemos el por qué de los tremendos problemas personales, familiares y nacionales que confrontamos.

Si el ser humano quiere encontrar el verdadero sentido de la vida, tendrá que acelerar el proceso del conocimiento de ir descartando todas aquellas filosofías que solo arrojan como resultado mayor decadencia moral y espiritual, y reconocer en la perspectiva bíblica la más alta e inigualable para encontrar su verdadero diseño y sentido para su vida y el de su sociedad.

“En verdad, soy malo desde que nací; soy pecador desde el seno de mi madre.” (Salmos 51:5 DHH)

“Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:8 NVI)

“Y así como el delito de Adán puso bajo condenación a todos los hombres, así también el acto justo de Jesucristo hace justos a todos los hombres para que tengan vida.” (Romanos 5:18 DHH)

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; facebook, twitter, YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

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Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.




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Encontrándome con un encabezado, en una nota periodística, que decía “Hay una crisis del sentido de la vida”, llamó mi atención, porque definitivamente es una realidad.

Sin embargo, al seguir leyendo la nota, me encontré que hablaba sobre un joven que privó de la vida a sus padres y hermano, y el entrevistado justificaba la conducta de este joven bajo este razonamiento: “no es un ser malo, es un ser ignorante.”


¿Has escuchado tú esta justificación de la maldad en la conducta humana en algún otro lado?, ¿no te suena parecida a lo que dijo el filósofo humanista Rousseau? Rousseau dijo “el hombre es bueno por naturaleza, pero actúa mal forzado por la sociedad que lo corrompe.”

Este humanismo secular, del cual los pensamientos de Rousseau forman parte, llevan al ser humano a negar el valor de la voluntad que cada uno tiene para tomar sus propias decisiones y acciones, y a no responsabilizarse de sus actos. Cuando en una sociedad predomina esta manera de pensar ¿hacia dónde nos dirigimos como humanidad?

A nada bueno por supuesto, sino a toda injusticia e impunidad, como lo vemos en este otro ejemplo, con los padres y madres que no se responsabilizan de sus propios hijos, abandonándolos no solo físicamente, sino espiritual, emocional e intelectualmente, porque al fin y al cabo no se consideran padres malos, ya que a ellos no les enseñaron, y además la sociedad y todo el mundo lo hace así.

Esto es lo que nos ha traído la perspectiva del humanismo secular, una terrible confusión en la interpretación de la vida, pues una perspectiva funciona como unos lentes a través de los cuales vemos e interpretamos la vida y el mundo que nos rodea.

Por esta razón, la verdadera crisis que confrontamos, es una crisis de perspectiva, pues la del humanismo secular que se ha venido enseñando en varias de las diferentes plataformas educativas de nuestra sociedad, tales como: escuelas, medios de comunicación, entretenimiento, y aunque te sorprenda aún en muchas iglesias cristianas; no ha dado, ni puede dar, el sentido de la vida que buscan las personas.

No lo puede dar, porque hace a un lado los principios universales que rigen al ser humano, entre los cuales se encuentran los que se han mencionado: la voluntad y la responsabilidad personal.

Si a esto, le sumamos la mancuerna que el humanismo secular hace con la teoría de la evolución de Darwin, afirmando que la vida humana no tiene mayor sentido ni valor que la de un animal, ahí tenemos el por qué de los tremendos problemas personales, familiares y nacionales que confrontamos.

Si el ser humano quiere encontrar el verdadero sentido de la vida, tendrá que acelerar el proceso del conocimiento de ir descartando todas aquellas filosofías que solo arrojan como resultado mayor decadencia moral y espiritual, y reconocer en la perspectiva bíblica la más alta e inigualable para encontrar su verdadero diseño y sentido para su vida y el de su sociedad.

“En verdad, soy malo desde que nací; soy pecador desde el seno de mi madre.” (Salmos 51:5 DHH)

“Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:8 NVI)

“Y así como el delito de Adán puso bajo condenación a todos los hombres, así también el acto justo de Jesucristo hace justos a todos los hombres para que tengan vida.” (Romanos 5:18 DHH)

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; facebook, twitter, YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

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Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.




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