/ lunes 5 de abril de 2021

LA VIDA DE MODESTO (DE NOVELA O CUENTO)

Ser profesor nivel secundaria es una aventura intelectual. Convivir, escuchar sueños, anhelos y metas de adolescentes, pasados tres o cuatro lustros y atestiguar su realización es maravilloso y gratificante. Treinta años trabajé en la escuela Secundaria Técnica número 5 en Irapuato, Guanajuato, atendí en ese tiempo miles de alumnos. Ahí conocí a Marco Antonio Vanzzini Castellanos; cuando me enteré que estudiaba licenciatura en Químico Farmaceútico Biólogo en la Universidad de Guanajuato no me extrañó porque era un alumno que se inclinaba por la ciencia, además, era estudioso y serio.

Cuando publicó Expo fresas, mi feria. (Un paseo por la historia), pero sobre todo Emigrantes, me sorprendió. No sabía que tenía facilidad para escribir. En 2019 publicó Pintor y Anahata (El viaje que todos haremos). En 2020, Círculo del Agua y La vida de Modesto (de novela o cuento) dividido en diez episodios, mismo que me obsequió y del cual tomo el siguiente párrafo: “Modesto llegó con todo el legajo de papeles que le habían entregado. Los analizamos concienzudamente.

Vimos cómo las facturas y los reportes que dictaminaban la conclusión del estudio eran de un laboratorio, que, según la carnicería, había mandado hacer dicho estudio de la arrachera, en una pequeña ciudad del estado de México. Quien firmaba se apellidaba del Castillo, segundo apellido del senador Casablanca del Castillo. Modesto me contó que fue a averiguar dicho lugar. No tenían ningún aparato especial para hacer un análisis adecuado, sólo algunas balanzas y un mechero.

Las facturas rebasaban el monto asignado casi al doble, pero eso era otro problema. Decidimos ir con los Franco a su carnicería del mercado y preguntamos varias cosas sobre el grosor de la arrachera. Él nos explicó a detalle las opciones, la calidad de la carne, y que su sabor no dependía del grosor, si no de su calidad de dónde provenía, o sea, si el animal era viejo, si era de raza para carne.

Como había sido alimentado, etc. Después en casa, analizamos los resultados que traía Modesto con los que nos mencionó del tablajero Franco”. “Concluyó, en su informe: estimado licenciado Carlos Elizarraraz, después de una ardua y concienzuda investigación. He concluido, que el tamaño y el grosor, no importan. Sí, la forma cocinarla, tiernita, bien hecha o marinada. Pero, a Albóndiga le gusta bien cruda y no tan gruesa, como lo he observado en varias ocasiones.

Entonces, ¿Por qué el senador Casablanca mandó hacer el estudio? El gasto fue excesivo. Sugerencia, preguntar ¿por qué mandar hacer un estudio de esa índole? Además, supo en sus indagaciones que Casablanca era vegetariano. De esta manera, gastar cuatrocientos mil pesos o más de nuestros impuestos, que nos costó a los mexicanos”. “… nos fuimos al El Gusano Seductor a brindar por el nuevo éxito de Modesto” Un investigador de polendas.

A mis lectores les recomiendo en esta semana que inician las campañas políticas en todo México leer el libro La vida de Modesto, una obra de sarcasmo político del escritor Marco Antonio Vanzzini Castañeda. No tengo duda, les gustará.

Ser profesor nivel secundaria es una aventura intelectual. Convivir, escuchar sueños, anhelos y metas de adolescentes, pasados tres o cuatro lustros y atestiguar su realización es maravilloso y gratificante. Treinta años trabajé en la escuela Secundaria Técnica número 5 en Irapuato, Guanajuato, atendí en ese tiempo miles de alumnos. Ahí conocí a Marco Antonio Vanzzini Castellanos; cuando me enteré que estudiaba licenciatura en Químico Farmaceútico Biólogo en la Universidad de Guanajuato no me extrañó porque era un alumno que se inclinaba por la ciencia, además, era estudioso y serio.

Cuando publicó Expo fresas, mi feria. (Un paseo por la historia), pero sobre todo Emigrantes, me sorprendió. No sabía que tenía facilidad para escribir. En 2019 publicó Pintor y Anahata (El viaje que todos haremos). En 2020, Círculo del Agua y La vida de Modesto (de novela o cuento) dividido en diez episodios, mismo que me obsequió y del cual tomo el siguiente párrafo: “Modesto llegó con todo el legajo de papeles que le habían entregado. Los analizamos concienzudamente.

Vimos cómo las facturas y los reportes que dictaminaban la conclusión del estudio eran de un laboratorio, que, según la carnicería, había mandado hacer dicho estudio de la arrachera, en una pequeña ciudad del estado de México. Quien firmaba se apellidaba del Castillo, segundo apellido del senador Casablanca del Castillo. Modesto me contó que fue a averiguar dicho lugar. No tenían ningún aparato especial para hacer un análisis adecuado, sólo algunas balanzas y un mechero.

Las facturas rebasaban el monto asignado casi al doble, pero eso era otro problema. Decidimos ir con los Franco a su carnicería del mercado y preguntamos varias cosas sobre el grosor de la arrachera. Él nos explicó a detalle las opciones, la calidad de la carne, y que su sabor no dependía del grosor, si no de su calidad de dónde provenía, o sea, si el animal era viejo, si era de raza para carne.

Como había sido alimentado, etc. Después en casa, analizamos los resultados que traía Modesto con los que nos mencionó del tablajero Franco”. “Concluyó, en su informe: estimado licenciado Carlos Elizarraraz, después de una ardua y concienzuda investigación. He concluido, que el tamaño y el grosor, no importan. Sí, la forma cocinarla, tiernita, bien hecha o marinada. Pero, a Albóndiga le gusta bien cruda y no tan gruesa, como lo he observado en varias ocasiones.

Entonces, ¿Por qué el senador Casablanca mandó hacer el estudio? El gasto fue excesivo. Sugerencia, preguntar ¿por qué mandar hacer un estudio de esa índole? Además, supo en sus indagaciones que Casablanca era vegetariano. De esta manera, gastar cuatrocientos mil pesos o más de nuestros impuestos, que nos costó a los mexicanos”. “… nos fuimos al El Gusano Seductor a brindar por el nuevo éxito de Modesto” Un investigador de polendas.

A mis lectores les recomiendo en esta semana que inician las campañas políticas en todo México leer el libro La vida de Modesto, una obra de sarcasmo político del escritor Marco Antonio Vanzzini Castañeda. No tengo duda, les gustará.