/ sábado 6 de octubre de 2018

LLÓRATE SOLO, PERO NUNCA POBRE

No puedo negar que me conmovió la problemática por la cual atraviesa mi amigo, quien discretamente se retiró unos metros para tomar una llamada de su celular. Sin intención de escuchar pero inevitable no hacerlo por la cercanía en que nos encontrábamos, alcancé a oír su voz con un tono bajo, pero también suplicante que pedía a su interlocutor la ayuda de alguien para que le auxiliaran a atender a su mamá con problemas serios de salud y quien requería en ese momento de realizarle el cambio de diálisis mientras él llegaba.

Al reincorporarse conmigo, no puede dejar de preguntarle por la salud de su mamá. Sólo contestó con visible tristeza e impotencia en el rostro: “mi mamá cuidó a diez… y de ellos, ninguno podemos cuidarla”

Él, quisiera tener más tiempo y posibilidades varias para estar a su lado. Ganas, no le faltan… es un hombre bueno y luchón, más la vida se lo niega. Acude a ella, sí, pero no como quisiera. Otras tantas ocupaciones no menores le absorben, le exigen de igual manera su presencia.

La enfermedad, tarde o temprano llega; sorprende, ya sea en años mozos o en vejes, pero ésta no perdona y llega. Debe ser angustiante la combinación de enfermedad, vejez y soledad. Sin embargo nos sugiere el dicho, y con sobrada razón: “Llórate sólo, pero nunca pobre” porque la pobreza es capaz de soportarse cuando a tu lado están los tuyos que te cobijan y hacen fuerte…; pero la soledad… esa es despiadada y lo debe ser más en la enfermedad. Por eso, “Llora tu soledad, pero nunca tu pobreza”

Y hablando de tema relativamente conexo, me permito retransmitir un mensaje de nuestro querido amigo el Dr. José Roberto Manzano que nos ha dicho que si saben de niños que necesiten sillas de ruedas PCI para aquellos que tienen el padecimiento de parálisis cerebral infantil o espina bífida favor de comunicarse al teléfono 4775928552 con la Lic. Nancy Martínez Duran, ya que las sillas se otorgan completamente de forma gratuita y aún existen varias disponibles. Esto sin duda gracias a su promotor, que por varias décadas viene haciendo labor altruista y que es precisamente el Club Rotarios.

Y mientras, sigamos en este valle de lágrimas “echando la pata pa´ delante” como dijeran los toreros. oem-elsol-de-irapuato@hotmail.com

No puedo negar que me conmovió la problemática por la cual atraviesa mi amigo, quien discretamente se retiró unos metros para tomar una llamada de su celular. Sin intención de escuchar pero inevitable no hacerlo por la cercanía en que nos encontrábamos, alcancé a oír su voz con un tono bajo, pero también suplicante que pedía a su interlocutor la ayuda de alguien para que le auxiliaran a atender a su mamá con problemas serios de salud y quien requería en ese momento de realizarle el cambio de diálisis mientras él llegaba.

Al reincorporarse conmigo, no puede dejar de preguntarle por la salud de su mamá. Sólo contestó con visible tristeza e impotencia en el rostro: “mi mamá cuidó a diez… y de ellos, ninguno podemos cuidarla”

Él, quisiera tener más tiempo y posibilidades varias para estar a su lado. Ganas, no le faltan… es un hombre bueno y luchón, más la vida se lo niega. Acude a ella, sí, pero no como quisiera. Otras tantas ocupaciones no menores le absorben, le exigen de igual manera su presencia.

La enfermedad, tarde o temprano llega; sorprende, ya sea en años mozos o en vejes, pero ésta no perdona y llega. Debe ser angustiante la combinación de enfermedad, vejez y soledad. Sin embargo nos sugiere el dicho, y con sobrada razón: “Llórate sólo, pero nunca pobre” porque la pobreza es capaz de soportarse cuando a tu lado están los tuyos que te cobijan y hacen fuerte…; pero la soledad… esa es despiadada y lo debe ser más en la enfermedad. Por eso, “Llora tu soledad, pero nunca tu pobreza”

Y hablando de tema relativamente conexo, me permito retransmitir un mensaje de nuestro querido amigo el Dr. José Roberto Manzano que nos ha dicho que si saben de niños que necesiten sillas de ruedas PCI para aquellos que tienen el padecimiento de parálisis cerebral infantil o espina bífida favor de comunicarse al teléfono 4775928552 con la Lic. Nancy Martínez Duran, ya que las sillas se otorgan completamente de forma gratuita y aún existen varias disponibles. Esto sin duda gracias a su promotor, que por varias décadas viene haciendo labor altruista y que es precisamente el Club Rotarios.

Y mientras, sigamos en este valle de lágrimas “echando la pata pa´ delante” como dijeran los toreros. oem-elsol-de-irapuato@hotmail.com