Como cada año, en México se celebra el día de las madres, como un eco a las fechas oficiales establecidas en otros países, principalmente de EUA, sin embargo, este tipo de festividades llevan milenios con la humanidad.
De alguna manera, a lo largo de su historia, el ser humano reconoce el peso de la mujer en su papel como madre para el desarrollo de sus sociedades.
Es indiscutible la importancia de la mujer madre en la sociedad, sin embargo, ¿ser madre es lo que da verdadero sentido a la vida de la mujer, ser madre la hace ser excepcional?
Muchos dirían que sí, pero, este reconocimiento a la maternidad que ha estado presente en las culturas ya por muchos años, ¿ha hecho, o hizo de ellas algo excepcional?, aunque sin duda hubo grandes civilizaciones, ¿por qué terminaron colapsándose, porqué no pudieron sostenerse en el tiempo?
Muchos creen que estamos viviendo tiempos de la era posmoderna y que vamos hacia delante, pero lo que muchos no estudian, es que los mismos síntomas que presentaron otras civilizaciones, y que las llevaron a su decadencia, son los mismos síntomas que se viven en el presente.
Hoy en día, en el mercado de las ideas, con sus ofertas de “aparente bienestar y libertad”, no vemos que las mujeres estén logrando esa felicidad y ese bienestar. El movimiento feminista que prometía a la mujer mayores libertades e igualdad, lo que ha traído con su farsa de “libertad sexual”, es que muchas mujeres terminan cargando ellas solas la responsabilidad de los hijos, y que eso de repartirse entre el trabajo, los hijos y la casa, solo las ha llevado a un mayor estrés, insatisfacción y una gran infelicidad.
Cuando la mujer compra la idea de que su valor personal radica en su apariencia externa, donde el cine, la música, las artes, el entretenimiento, pintan estándares físico de belleza muy crueles para las mujeres; o compran la idea feminista de la llamada “libertad sexual” a lo único que la han llevado es a denigrarse dejándose usar como objetos sexuales sin ninguna otra valía; o compran la idea de que ocupar los mismos puestos de trabajo que el hombre las hará sentirse realizadas como mujeres, terminan dándose cuenta que siguen con ese mismo sin sabor de la vida.
En fin, toda esa búsqueda interna de la mujer por sentirse amada, cuidada, valorada y protegida, no lo esta alcanzando bajo estos parámetros de una sociedad moderna como la nuestra, que cree que va hacia delante haciendo a un lado los valores morales universales.
Pues la inestabilidad emocional, la falta de significado en la vida, la falta de valía, la agonía interna, continúan en la mujer, aún siendo madre, aún habiendo escalado grandes logros sociales, académicos, políticos, etc. sus rostros siguen reflejando su gemir interno.
Si esta es la realidad de millones de madres en este país, ¿cómo estarán los millones de hijos de estas madres, y cómo esta la nación?, la respuesta a esta pregunta tú y yo la sabemos si somos honestos a los problemas que venimos confrontando, y que nos están asfixiando.
Entonces, ¿Cómo puede lograr la mujer la vida excepcional que su ser interno tanto anhela?, algunos de los sinónimos de excepcional son: extraordinaria, exclusiva, única, notable, destacada, grande, impresionante, maravillosa, formidable.
Sólo hay un manual que revela cómo lograr ser excepcionales, ese manual es la Biblia, que lejos de encerrar su contenido en algo religioso como el ser humano ha pretendido hacer, es la revelación de cómo piensa Dios hacia el ser humano, de todo lo que Él diseñó, y eso incluye a la mujer, pues nadie sabe mejor cómo funciona la persona, que el que la diseñó. Conocer, estudiar y aplicar el conocimiento que obtenemos de este manual esta a nuestro alcance.
<< Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó.>> (Génesis 1:27)
<< Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna. >> (Juan 3:16)
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Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.
