/ viernes 17 de junio de 2022

Perder la libertad en aras de la “igualdad”

“La sociedad que antepone la igualdad a la libertad terminará con ninguna, la sociedad que antepone la libertad a la igualdad terminará con una gran medida de ambas.–Milton Friedman.”


La verdad que encierra ésta frase es algo que la presente generación necesita prestar atención, sobre todo en éste mundo donde la predicación de la “igualdad” que promulga el socialismo enseña que debemos permitir que se quite a los que tienen más para repartirlo entre los que tienen menos, y así todos seamos iguales teniendo menos.

Ojo, no me malinterpretes, no estoy hablando que no sea importante echarle la mano a otros que lo necesitan o que otros nos echen la mano cuando lo necesitamos, lo que estoy hablando es del rol de “hermana de la caridad” que los ciudadanos llegan a darle a su gobierno civil, cuando no comprenden que es un sueño guajiro pretender que en una sociedad todos seamos iguales, pues considera lo siguiente: ¿has visto que haya dos personas completamente idénticas en cuanto a talentos y vocación?

No las hay, porque cada uno de nosotros somos únicos en lo que se nos ha dado para poder contribuir para el beneficio de otros, por eso es una meta ridícula querer alcanzar “la igualdad” tal como la plantea el socialismo.

Es verdad que se requiere practicar la caridad, pero aquella que en verdad ayude a salir adelante a los que la necesitan, de aquí que la caridad sana debe ser temporal, de lo contrario sólo echa a perder a las personas haciéndolas dependientes y no las ayuda a superarse. Por eso la caridad (subsidios) que da el gobierno en realidad se convierte en una trampa que termina obligando por la fuerza a que la gente entregue el fruto de su trabajo para él disque redistribuirlo.

Por algo el mismo Friedman decía: “nadie gasta el dinero de otra persona tan cuidadosamente como él gasta el suyo, nadie usa los recursos de otra persona tan cuidadosamente como él usa los suyos, por lo tanto, si deseas eficiencia, si deseas que el conocimiento se use adecuadamente debes hacerlo a través de la propiedad privada”. Es verdad, los ciudadanos no deberían darle este rol a su gobierno civil, pues éste jamás administrará mejor el dinero de los ciudadanos que los propios ciudadanos, ya que no es lo mismo gastar el dinero de alguien más que administrar lo que a ti te ha costado.

Por eso la caridad debe ser privada y voluntaria, y no un rol del gobierno civil. Para darnos una mejor idea, veamos el siguiente caso verídico surgido en EUA, caso que menciono no porque esté alabando a ese país, el cual tiene serios problemas al igual que nosotros, sino porque me permite explicar con claridad lo que estamos tratando:

Las organizaciones no lucrativas cristianas son responsables de haber provisto casi el 80% de la ayuda entregada hasta ahora a las comunidades con casas devastadas por los recientes huracanes. De hecho, son más eficientes al momento de proporcionar la ayuda ante los desastres, por ejemplo, los metodistas unidos, tienen unos 20,000 voluntarios entrenados en todo el país, preparados para servir al primer aviso, todo lo que necesitan es una llamada y allí están ellos; en cambio, FEMA (la agencia del gobierno federal que se supone es la encargada de asistir a la escena de los desastres naturales, evaluar la situación y acelerar el proceso de recuperación y la reconstrucción) tienen que atravesar un laberinto de procesos burocráticos antes de poder responder ante los desastres (1).

Si queremos ver, éste ejemplo nos ayuda a comprender cómo la caridad privada y voluntaria funciona mejor que la caridad de un gobierno. Prestemos atención y evaluemos si en verdad queremos perder nuestra libertad en aras de la “igualdad” que propone el socialismo.

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; facebook, twitter, YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

____________________________________________________

Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.

Referencias:

1) https://www.legadocultural.org/resources/topic/453167103.html





“La sociedad que antepone la igualdad a la libertad terminará con ninguna, la sociedad que antepone la libertad a la igualdad terminará con una gran medida de ambas.–Milton Friedman.”


La verdad que encierra ésta frase es algo que la presente generación necesita prestar atención, sobre todo en éste mundo donde la predicación de la “igualdad” que promulga el socialismo enseña que debemos permitir que se quite a los que tienen más para repartirlo entre los que tienen menos, y así todos seamos iguales teniendo menos.

Ojo, no me malinterpretes, no estoy hablando que no sea importante echarle la mano a otros que lo necesitan o que otros nos echen la mano cuando lo necesitamos, lo que estoy hablando es del rol de “hermana de la caridad” que los ciudadanos llegan a darle a su gobierno civil, cuando no comprenden que es un sueño guajiro pretender que en una sociedad todos seamos iguales, pues considera lo siguiente: ¿has visto que haya dos personas completamente idénticas en cuanto a talentos y vocación?

No las hay, porque cada uno de nosotros somos únicos en lo que se nos ha dado para poder contribuir para el beneficio de otros, por eso es una meta ridícula querer alcanzar “la igualdad” tal como la plantea el socialismo.

Es verdad que se requiere practicar la caridad, pero aquella que en verdad ayude a salir adelante a los que la necesitan, de aquí que la caridad sana debe ser temporal, de lo contrario sólo echa a perder a las personas haciéndolas dependientes y no las ayuda a superarse. Por eso la caridad (subsidios) que da el gobierno en realidad se convierte en una trampa que termina obligando por la fuerza a que la gente entregue el fruto de su trabajo para él disque redistribuirlo.

Por algo el mismo Friedman decía: “nadie gasta el dinero de otra persona tan cuidadosamente como él gasta el suyo, nadie usa los recursos de otra persona tan cuidadosamente como él usa los suyos, por lo tanto, si deseas eficiencia, si deseas que el conocimiento se use adecuadamente debes hacerlo a través de la propiedad privada”. Es verdad, los ciudadanos no deberían darle este rol a su gobierno civil, pues éste jamás administrará mejor el dinero de los ciudadanos que los propios ciudadanos, ya que no es lo mismo gastar el dinero de alguien más que administrar lo que a ti te ha costado.

Por eso la caridad debe ser privada y voluntaria, y no un rol del gobierno civil. Para darnos una mejor idea, veamos el siguiente caso verídico surgido en EUA, caso que menciono no porque esté alabando a ese país, el cual tiene serios problemas al igual que nosotros, sino porque me permite explicar con claridad lo que estamos tratando:

Las organizaciones no lucrativas cristianas son responsables de haber provisto casi el 80% de la ayuda entregada hasta ahora a las comunidades con casas devastadas por los recientes huracanes. De hecho, son más eficientes al momento de proporcionar la ayuda ante los desastres, por ejemplo, los metodistas unidos, tienen unos 20,000 voluntarios entrenados en todo el país, preparados para servir al primer aviso, todo lo que necesitan es una llamada y allí están ellos; en cambio, FEMA (la agencia del gobierno federal que se supone es la encargada de asistir a la escena de los desastres naturales, evaluar la situación y acelerar el proceso de recuperación y la reconstrucción) tienen que atravesar un laberinto de procesos burocráticos antes de poder responder ante los desastres (1).

Si queremos ver, éste ejemplo nos ayuda a comprender cómo la caridad privada y voluntaria funciona mejor que la caridad de un gobierno. Prestemos atención y evaluemos si en verdad queremos perder nuestra libertad en aras de la “igualdad” que propone el socialismo.

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; facebook, twitter, YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

____________________________________________________

Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.

Referencias:

1) https://www.legadocultural.org/resources/topic/453167103.html