/ viernes 14 de enero de 2022

Preparémonos en ¿por qué creemos lo que creemos?

Sin lugar a dudas las realidades que nos están tocando presenciar en ésta generación, nos presentan desafíos importantes, de manera especial a quienes creemos en los valores que pueden demostrar ser capaces de sostener y darle el impulso adecuado a una civilización para alcanzar su auténtico progreso.

Valores tales como: El respeto por la vida humana desde su concepción hasta la muerte natural; la realidad biológica de que sólo hay dos sexos: femenino y masculino; la institución del matrimonio exclusivamente entre hombre y mujer; la institución de la familia tradicional; la libre empresa; el gobierno limitado; todas las virtudes como la honestidad, la lealtad, la verdad, el trabajo y toda aquella definida desde el marco de la ética bíblica que permite a cualquier ser humano desarrollar un buen carácter; y en fin, la convicción de que el ser humano no es un ser autónomo sino que está sujeto como ser creado a las normas morales y éticas establecidas por el Dios Creador tal como lo revela la compilación de la Biblia.

Las personas que creemos en estos valores, es momento que tomemos consciencia de la lucha cultural que confrontamos, y que se encarnizará aún más contra estos valores porque son los únicos que pueden presentar verdaderamente cara con evidencias sólidas que son nuestra mejor opción para combatir el alud de problemas que nos ha traído hacerlos a un lado para poner en su lugar aquellos antivalores que se les oponen.

No obstante, no podemos negar la astucia que han desarrollado los que odian estos valores, haciéndolos parecer pasados de moda, opresivos y religiosos, y presentando a su vez sus antivalores como los que llevarán al progreso y liberarán a las personas, lo cual esta muy lejos de ser verdad, pero eso jamás se los oiremos decir, por eso nos toca a nosotros educarnos, prepararnos y comprender por qué creemos lo que creemos.

Pues no es lo mismo saber algo de oídas a estar convencidos por los hechos de algo que hemos comprobado. La convicción es la que nos proporciona valor y ánimo, y nos ayuda a ser más audaces para defender la verdad, así como a ser firmes y perseverantes en los valores que creemos porque hemos comprobado su autenticidad.

La verdad siempre estará del lado de la verdad para defender la verdad, es nuestro trabajo buscar cómo han funcionado los valores que he mencionado en el segundo párrafo de este artículo, cómo han funcionado en la persona, en la familia, en el trabajo, en la nación, notar los hechos y beneficios que les han traído a las civilizaciones que los han puesto en su fundamento, y comparar los efectos que a su vez han traído los antivalores que son opuestos.

Todo esto nos ayudará a reconocer que no son nuestras ideas por nuestras ideas, sino que los hechos respaldan que los valores mencionados en el segundo párrafo, en verdad manifiestan traer mejores resultados que los que han traído los antivalores que se les oponen como: El aborto; la depravación sexual; la redefinición del matrimonio y la familia tradicional; el gobierno grande y controlador (socialista); la corrupción; la deshonestidad; la pereza; etc.; en fin, la creencia que el ser humano es autónomo y generador de sus propias normas morales y éticas sin reconocer ningún Dios Creador, sólo reconociendo a su propio dios en el rey-gobierno.

Por eso tiempos como estos requieren de quienes creemos en los valores mencionados en el segundo párrafo de este artículo, prepararnos en ¿por qué creemos lo que creemos?, para poder permanecer firmes y con ánimo, y así poder hacer la diferencia en un mundo que requiere respuestas y valores auténticos ante sus múltiples problemas.

“Estén siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes.” (1 Pedro 3:15b NVI)

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; facebook, twitter, YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

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Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.



Sin lugar a dudas las realidades que nos están tocando presenciar en ésta generación, nos presentan desafíos importantes, de manera especial a quienes creemos en los valores que pueden demostrar ser capaces de sostener y darle el impulso adecuado a una civilización para alcanzar su auténtico progreso.

Valores tales como: El respeto por la vida humana desde su concepción hasta la muerte natural; la realidad biológica de que sólo hay dos sexos: femenino y masculino; la institución del matrimonio exclusivamente entre hombre y mujer; la institución de la familia tradicional; la libre empresa; el gobierno limitado; todas las virtudes como la honestidad, la lealtad, la verdad, el trabajo y toda aquella definida desde el marco de la ética bíblica que permite a cualquier ser humano desarrollar un buen carácter; y en fin, la convicción de que el ser humano no es un ser autónomo sino que está sujeto como ser creado a las normas morales y éticas establecidas por el Dios Creador tal como lo revela la compilación de la Biblia.

Las personas que creemos en estos valores, es momento que tomemos consciencia de la lucha cultural que confrontamos, y que se encarnizará aún más contra estos valores porque son los únicos que pueden presentar verdaderamente cara con evidencias sólidas que son nuestra mejor opción para combatir el alud de problemas que nos ha traído hacerlos a un lado para poner en su lugar aquellos antivalores que se les oponen.

No obstante, no podemos negar la astucia que han desarrollado los que odian estos valores, haciéndolos parecer pasados de moda, opresivos y religiosos, y presentando a su vez sus antivalores como los que llevarán al progreso y liberarán a las personas, lo cual esta muy lejos de ser verdad, pero eso jamás se los oiremos decir, por eso nos toca a nosotros educarnos, prepararnos y comprender por qué creemos lo que creemos.

Pues no es lo mismo saber algo de oídas a estar convencidos por los hechos de algo que hemos comprobado. La convicción es la que nos proporciona valor y ánimo, y nos ayuda a ser más audaces para defender la verdad, así como a ser firmes y perseverantes en los valores que creemos porque hemos comprobado su autenticidad.

La verdad siempre estará del lado de la verdad para defender la verdad, es nuestro trabajo buscar cómo han funcionado los valores que he mencionado en el segundo párrafo de este artículo, cómo han funcionado en la persona, en la familia, en el trabajo, en la nación, notar los hechos y beneficios que les han traído a las civilizaciones que los han puesto en su fundamento, y comparar los efectos que a su vez han traído los antivalores que son opuestos.

Todo esto nos ayudará a reconocer que no son nuestras ideas por nuestras ideas, sino que los hechos respaldan que los valores mencionados en el segundo párrafo, en verdad manifiestan traer mejores resultados que los que han traído los antivalores que se les oponen como: El aborto; la depravación sexual; la redefinición del matrimonio y la familia tradicional; el gobierno grande y controlador (socialista); la corrupción; la deshonestidad; la pereza; etc.; en fin, la creencia que el ser humano es autónomo y generador de sus propias normas morales y éticas sin reconocer ningún Dios Creador, sólo reconociendo a su propio dios en el rey-gobierno.

Por eso tiempos como estos requieren de quienes creemos en los valores mencionados en el segundo párrafo de este artículo, prepararnos en ¿por qué creemos lo que creemos?, para poder permanecer firmes y con ánimo, y así poder hacer la diferencia en un mundo que requiere respuestas y valores auténticos ante sus múltiples problemas.

“Estén siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes.” (1 Pedro 3:15b NVI)

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; facebook, twitter, YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

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Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.