/ lunes 2 de agosto de 2021

PRIMER LUGAR NACIONAL DE CUENTO

“Estoy gratamente sorprendida, no esperaba este logro, mucho menos porque soy escritora, poeta y demás adornos, únicamente de tiempo parcial, paso más tiempo en la docencia, sin embargo, puedo decir que trabajo mucho en mis textos, y en todos mis proyectos”. Así se expresó Andrea Cuestas, ganadora del primer lugar en el concurso nacional de cuento al que convocó el Centro de las Artes de Guanajuato El jurado estuvo integrado por: Jorge Estrada, Andrés Carreño y Emilio Lome.

Laura Andrea Cuestas Rodríguez es directora, actriz, escritora y docente de teatro y artes, nacida el 29 de septiembre de 1983 en la ciudad de Salvatierra, reside en Santiago Maravatío y se siente realizada al haber cursado la licenciatura en teatro en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Desde 2004 ha impartido clases de teatro y artes a niños, adolescentes y adultos de diversos estratos sociales en los estados de Michoacán, Baja California Norte y Guanajuato.

Ha cursado muchísimos diplomados, seminarios y talleres con grandes personalidades del escenario. Participó en las compañías de teatro: “De aquí pa´ llá”, “Teatro Alterante de León” y el “Colectivo-Guanajuato”, además en el área literaria pertenece a la Red Estatal de Tertulias Literarias Guanajuato y es la coordinadora municipal de Pénjamo. Conduciendo la primera tertulia literaria de Pénjamo la conocí: jovial, guapa, exigente, carismática, segura de sí misma, de inmediato supe que le gustaba el teatro y las artes en general, fue un evento inolvidable entre escritores.

A propósito, ¿Qué es escribir para Andrea ?. “Escribir es una habilidad que se va desarrollando con el tiempo, pero adquiere otras dimensiones cuando uno se topa con grandes y generosos maestros que nos guían y regalan herramientas para enamorarnos del arte al tiempo de desarrollarlo efectivamente, yo puedo mencionar a algunos de mis grandes maestros: Pilar Gómez Arce, Anselmo Salazar Correa, Salvador Negrete, Martha Parada, Verónica Maldonado, entre otros, sin lugar a dudas creo que soy por ellos y por todas las personas que siempre han estado conmigo, mi familia, mi mamá y sobre todo mi hijo Rodrigo que es precisamente el protagonista de este cuento llamado El lagarto dormido.

Está basado en una leyenda popular de Pénjamo, sobre un tesoro escondido por las comunidades indígenas de la región, dentro del cerro de San Miguel y de cómo un enorme lagarto lo custodia desde hace una infinidad de tiempo, vamos descubriendo la historia a través de la curiosidad de un pequeño niño llamado Rodrigo, al que le dicen Ro, de cariño, quien se va enterando de sucesos extraordinarios que han ocurrido en el lugar donde vive, uniendo el pasado con el presente por medio de los vestigios arqueológicos de la zona de Plazuelas.

“Decidí escribir sobre esta leyenda -dijo Andrea- porque considero de suma importancia que tengamos el conocimiento de nuestra historia, nuestras raíces, mitos y leyendas, porque podremos elegir un buen futuro en tanto sepamos dónde estamos y de dóndes venimos”. Cabe agregar, que el cuento está dedicado a nuestro querido amigo, José Luis Calderón Vela.



“Estoy gratamente sorprendida, no esperaba este logro, mucho menos porque soy escritora, poeta y demás adornos, únicamente de tiempo parcial, paso más tiempo en la docencia, sin embargo, puedo decir que trabajo mucho en mis textos, y en todos mis proyectos”. Así se expresó Andrea Cuestas, ganadora del primer lugar en el concurso nacional de cuento al que convocó el Centro de las Artes de Guanajuato El jurado estuvo integrado por: Jorge Estrada, Andrés Carreño y Emilio Lome.

Laura Andrea Cuestas Rodríguez es directora, actriz, escritora y docente de teatro y artes, nacida el 29 de septiembre de 1983 en la ciudad de Salvatierra, reside en Santiago Maravatío y se siente realizada al haber cursado la licenciatura en teatro en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Desde 2004 ha impartido clases de teatro y artes a niños, adolescentes y adultos de diversos estratos sociales en los estados de Michoacán, Baja California Norte y Guanajuato.

Ha cursado muchísimos diplomados, seminarios y talleres con grandes personalidades del escenario. Participó en las compañías de teatro: “De aquí pa´ llá”, “Teatro Alterante de León” y el “Colectivo-Guanajuato”, además en el área literaria pertenece a la Red Estatal de Tertulias Literarias Guanajuato y es la coordinadora municipal de Pénjamo. Conduciendo la primera tertulia literaria de Pénjamo la conocí: jovial, guapa, exigente, carismática, segura de sí misma, de inmediato supe que le gustaba el teatro y las artes en general, fue un evento inolvidable entre escritores.

A propósito, ¿Qué es escribir para Andrea ?. “Escribir es una habilidad que se va desarrollando con el tiempo, pero adquiere otras dimensiones cuando uno se topa con grandes y generosos maestros que nos guían y regalan herramientas para enamorarnos del arte al tiempo de desarrollarlo efectivamente, yo puedo mencionar a algunos de mis grandes maestros: Pilar Gómez Arce, Anselmo Salazar Correa, Salvador Negrete, Martha Parada, Verónica Maldonado, entre otros, sin lugar a dudas creo que soy por ellos y por todas las personas que siempre han estado conmigo, mi familia, mi mamá y sobre todo mi hijo Rodrigo que es precisamente el protagonista de este cuento llamado El lagarto dormido.

Está basado en una leyenda popular de Pénjamo, sobre un tesoro escondido por las comunidades indígenas de la región, dentro del cerro de San Miguel y de cómo un enorme lagarto lo custodia desde hace una infinidad de tiempo, vamos descubriendo la historia a través de la curiosidad de un pequeño niño llamado Rodrigo, al que le dicen Ro, de cariño, quien se va enterando de sucesos extraordinarios que han ocurrido en el lugar donde vive, uniendo el pasado con el presente por medio de los vestigios arqueológicos de la zona de Plazuelas.

“Decidí escribir sobre esta leyenda -dijo Andrea- porque considero de suma importancia que tengamos el conocimiento de nuestra historia, nuestras raíces, mitos y leyendas, porque podremos elegir un buen futuro en tanto sepamos dónde estamos y de dóndes venimos”. Cabe agregar, que el cuento está dedicado a nuestro querido amigo, José Luis Calderón Vela.