/ sábado 14 de julio de 2018

PROBLEMA Y SOLUCIÓN

Lic. Francisco Sunderland Álvarez

México está endeudado más allá de los límites de sus posibilidades de pago pero, quienes a ciencia, paciencia e indolencia de la ciudadanía se han enriquecido de las arcas y bienes nacionales, lo han hecho más allá de los límites de sus posibilidades de gasto, tanto por sí como por sus descendientes, nueras y yernos.

¿Desaparecerá México? Seguramente así, como lo conocemos, será posible pero, las personas de la actual generación, ciertamente no lo viviremos sino que, por lo pronto, solo nos limitaremos a la especulación.

¿Qué será de todos los ofrecimientos formulados en campaña por el actual Presidente electo de los Estados Unidos Mexicanos, los cumplirá? Bien, para contestar esta pregunta solo encuentro una respuesta firme: el tiempo dirá.

Sin embargo, también puede darse el caso que, así como sabemos lo que son espléndidas promesas de campaña y después amargas desilusiones por las feroces realidades que nos enfrentan y confrontan, no debe descartarse la posibilidad de que se repita la historia del sexenio 1970-1976.

A lo que me refiero es que antes de que tomara posesión del cargo el entonces Presidente electo, invariablemente guardó silencio en público y, en corto, solo habló al oído de ciertas personas en contra del Lic. Carlos Alberto Madrazo Becerra.

Ya en la silla presidencial, habló y actuó a sus anchas.

Ciertamente, con un nuevo sexenio por iniciarse (2018-2024) esperemos que ya sentado en la silla presidencial, las promesas en favor del pueblo, se hagan realidades y, los compromisos con las personas que actualmente detentan el ejercicio del poder, se vuelvan como el humo de la vida de los sueños.

Pudiera ser interesante el traer a la mente de ustedes, apreciables lectores, las palabras del político británico Sir Winston Churchill (1874-1965) al señalar: “El problema de nuestra época consiste en que sus hombres no quieren ser útiles sino importantes.”

Al amparo de esa afirmación, me atrevo a sentenciar que cuando seamos humildemente útiles, se nos olvidará ser soberbiamente importantes.

Universalmente les deseo, hoy y siempre, Salud, para que logremos nuestros objetivos en la vida. Fuerza, para que no nos desalentemos ante las adversidades y, Unión, para que no seamos divididos en nuestras convicciones. Prohibida su reproducción parcial o total. La copia o distribución no autorizada de este artículo por el autor y, en su caso, su correspondiente imagen, infringe los derechos de autor.

fsacomentarios@gmail.com


Lic. Francisco Sunderland Álvarez

México está endeudado más allá de los límites de sus posibilidades de pago pero, quienes a ciencia, paciencia e indolencia de la ciudadanía se han enriquecido de las arcas y bienes nacionales, lo han hecho más allá de los límites de sus posibilidades de gasto, tanto por sí como por sus descendientes, nueras y yernos.

¿Desaparecerá México? Seguramente así, como lo conocemos, será posible pero, las personas de la actual generación, ciertamente no lo viviremos sino que, por lo pronto, solo nos limitaremos a la especulación.

¿Qué será de todos los ofrecimientos formulados en campaña por el actual Presidente electo de los Estados Unidos Mexicanos, los cumplirá? Bien, para contestar esta pregunta solo encuentro una respuesta firme: el tiempo dirá.

Sin embargo, también puede darse el caso que, así como sabemos lo que son espléndidas promesas de campaña y después amargas desilusiones por las feroces realidades que nos enfrentan y confrontan, no debe descartarse la posibilidad de que se repita la historia del sexenio 1970-1976.

A lo que me refiero es que antes de que tomara posesión del cargo el entonces Presidente electo, invariablemente guardó silencio en público y, en corto, solo habló al oído de ciertas personas en contra del Lic. Carlos Alberto Madrazo Becerra.

Ya en la silla presidencial, habló y actuó a sus anchas.

Ciertamente, con un nuevo sexenio por iniciarse (2018-2024) esperemos que ya sentado en la silla presidencial, las promesas en favor del pueblo, se hagan realidades y, los compromisos con las personas que actualmente detentan el ejercicio del poder, se vuelvan como el humo de la vida de los sueños.

Pudiera ser interesante el traer a la mente de ustedes, apreciables lectores, las palabras del político británico Sir Winston Churchill (1874-1965) al señalar: “El problema de nuestra época consiste en que sus hombres no quieren ser útiles sino importantes.”

Al amparo de esa afirmación, me atrevo a sentenciar que cuando seamos humildemente útiles, se nos olvidará ser soberbiamente importantes.

Universalmente les deseo, hoy y siempre, Salud, para que logremos nuestros objetivos en la vida. Fuerza, para que no nos desalentemos ante las adversidades y, Unión, para que no seamos divididos en nuestras convicciones. Prohibida su reproducción parcial o total. La copia o distribución no autorizada de este artículo por el autor y, en su caso, su correspondiente imagen, infringe los derechos de autor.

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