Gracias a todas las personas que están trabajando para que dentro del caos del coronavirus siga habiendo alimentos, agua, recolección de basura, electricidad, movimientos bancarios, seguridad pública, transporte, etc., sin ustedes el país se volvería tierra de nadie. Muchos continúan laborando porque faltar significaría no llevar comida a su mesa, así que más que romantizar la necesidad, es agradecer su buena disposición.
Hay sectores de la población que estarán en cuarentena, como estudiantes de todos niveles y aquellos que realizan home office (laborar desde casa).
Pudiera resultar tedioso y aburrido evitar salir durante un mes, por ello vienen las sugerencias para que este periodo sea lo más productivo posible:
Aprender. El mundo es amplio y no todo son series cómicas en Netflix o videos polémicos en YouTube ¿Qué sentido tiene aprender? Adquirir o desarrollar habilidades que podremos aplicar en nuestros trabajos, emprendimientos o simplemente que faciliten nuestra cotidianeidad). Desde aprender un idioma, usar un programa o app, decoración, técnicas de dibujo hasta cocina, reparaciones en casa, etc.
Si no tienes una constancia oficial que avale un nivel de estudios, puedes obtener certificados o diplomas de cursos en línea sobre prácticamente cualquier área.
Desarrollar ese proyecto de emprendimiento que has dejado a un lado por no tener tiempo. Recuerda que no se necesita dinero sino una buena idea que cubra necesidades mal satisfechas o sin atender.
Hay muchísima oportunidad de negocio en áreas relacionadas con el cuidado del ambiente, adultos mayores y mascotas.
Actualizar el currículum. Siempre es buen momento para tener este documento actualizado, y de paso puedes inscribirte a páginas de búsqueda de empleo como OCC o Computrabajo, son gratuitas y mandan alertas si hay algún trabajo de acuerdo a tu perfil. Si tienes experiencia y conocimientos, es buen momento. En caso contrario, aprender en línea es la opción.
Networking. Establecer conexiones con quienes nos rodean, a veces, estamos tan ocupados el trabajo o escuela que olvidamos a la mayoría de la gente que tenemos agregada en redes sociales y que podrían resultar útiles en un futuro cercano o bien, tú les pudieras ayudar. Abrir perfiles en redes sociales especializadas como LinkedIn resulta básico.
Responder encuestas. Hay muchas páginas que ofrecen dinero o puntos canjeables por el tiempo de los usuarios, y si bien, las cantidades otorgadas son pequeñas, resultan gratificantes al cabo de un tiempo y sirven bastante para pasar el rato. Están Toluna, Crowd Talks y Smart Opinion, no te dejes llevar por el nombre, están en español.
Hacer limpieza. Tiene un efecto en el estado de ánimo porque despeja la mente. Y a mediano plazo es opción de ingreso: vender en un bazar o en páginas de internet, ropa, libros, electrónicos, figuras de acción, monedas y billetes exóticos, etc. Hay una frase que dice: tu basura es mi oro.
Evitar hacer compras de pánico, las empresas alimenticias han afirmado tener suficiente inventario para enfrentar la situación. El adquirir en exceso perjudica a todos, empezando por aquellos que no tienen periodo de cuarentena porque viven al día.
Trueque. La economía sufrirá bastante, y OJO, no sugiero abusar de alguien y que trabaje por comida, simplemente obtener beneficios mutuos. Un contador pudiera intercambiar sus servicios a cambio de un diseño de logotipo, por ejemplo. O dar asesorías virtuales sobre cómo elaborar una tesis a cambio aprender sobre la construcción de un huerto en casa.
Consumir local. Se ha visto mucha solidaridad de parte de MiPyMEs y emprendedores quienes están estirando lo más posible los billetes para no despedir y dejar familias desprotegidas. Esos pequeños negocios son de nuestros vecinos y amigos, es lo que al final de la cuarentena tendremos de pie.
El mejor escenario es que con sacrificios logremos repartir nuestro dinero regionalmente, existan pocos despidos, y salgamos adelante, lento pero seguro. Comprar comida a través de servicios de entrega para no salir, yendo al mercado, dando likes y compartiendo el trabajo de todos los productores locales para que la gente les conozca.
Imaginemos el peor y más egoísta escenario donde la tienda de la esquina, la pastelería que abrió en enero, el diseñador que recién egresó y está emprendiendo o la óptica familiar cierren por falta de ventas. Esas personas comenzarán a buscar trabajo, es decir, más competencia para aquellos oficinistas que preferían comprar en tiendas grandes en vez de local: la falta de apoyo de nosotros hacia los demás se vuelve un boomerang. A manera de ejemplo: una trasnacional vendedora de café a precios elevados, anunció el 20 de marzo que da la opción a sus trabajadores en México de laborar bajo su propio riesgo o faltar sin goce de sueldo. ¿Ese es el compromiso que deseamos hacia nuestra comunidad?
Por favor, no generemos pánico y sigamos las normas de higiene para tener los menos contagiados posibles.
mariana.pefer@gmail.com
