/ sábado 28 de noviembre de 2020

¿Quieres ahorrar dinero? Cuida tu salud

Si digo que hablaremos de finanzas y salud, es posible que te vengan a la mente seguros y hospitales, que por supuesto van ligadas pero esta columna hablará desde otro punto de vista. Si lo reflexionas, verás que parte de la riqueza que poseemos los seres humanos es la fortaleza tanto física como mental, ya que es lo que nos permite trabajar y ser remunerados.

Es decir, la salud es una de las posesiones más valiosas que tienes, por lo tanto, se debe cuidar para que tus recursos financieros no se vean afectados.

El 2020 ha sido una locura, llenó de estrés al mundo entero y los mexicanos no somos la excepción. Primero, una enfermedad mortal que ha limitado nuestra actividad social, provocando angustia, ansiedad e incluso depresión por la falta de conexión física, e incluso, derivado de demasiado contacto, ya que muchas familias no estaban acostumbradas a la convivencia frecuente. En segundo lugar, una situación económica compleja donde el consumo disminuyó drásticamente para algunos sectores, generando despidos, e incertidumbre sobre los ingresos.

Estrés es la palabra común en ambas realidades, manifestándose de muchas formas: dolor de cabeza, insomnio, problemas digestivos como gastritis o colitis, cansancio, afectaciones en la piel como acné, además de pérdida de memoria, falta de concentración, e incluso bajo rendimiento sexual.

Lo anterior genera consecuencias en el desempeño de tus actividades, dañando tu capacidad de generar dinero, o peor, adquisición de tratamientos médicos para atenderlas, y siendo ambos casos pérdida financiera.

Imagina este escenario: comienzas a tomar café para permanecer alerta en el día porque duermes mal por la angustia, comienzas a comer sin horario y además, ingieres irritantes como grasas o picantes, además, te “echas” un cigarro para el “relax” y alcohol el fin de semana como distracción, ahora: súmale los malestares por el estrés. Suena como bomba de tiempo.

Estarías dañando la principal máquina de trabajo, es decir, tu cuerpo y, además, preparas el escenario para una o varias visitas al médico, significando una salida de dinero.

Por supuesto que el estrés no es una elección, es el resultado de situaciones y la forma en la reaccionamos a ellas. Sin embargo, poner atención a los detonantes principales, el alejarse un rato de los problemas y enfocarse a algo totalmente distinto, llevar a cabo actividad física, incluso actividades como meditación, pueden ahorrarnos fuertes cantidades de dinero en tratamientos para manejar las consecuencias del estrés. Cabe señalar que nada podrá sustituir la ayuda de un especialista en salud mental si es algo más complejo.

Y así es como cuidar tu salud física puede llevarte a importantes ahorros en términos financieros.

Recuerda: “Si fuera fácil, cualquiera lo haría bien”.

Si digo que hablaremos de finanzas y salud, es posible que te vengan a la mente seguros y hospitales, que por supuesto van ligadas pero esta columna hablará desde otro punto de vista. Si lo reflexionas, verás que parte de la riqueza que poseemos los seres humanos es la fortaleza tanto física como mental, ya que es lo que nos permite trabajar y ser remunerados.

Es decir, la salud es una de las posesiones más valiosas que tienes, por lo tanto, se debe cuidar para que tus recursos financieros no se vean afectados.

El 2020 ha sido una locura, llenó de estrés al mundo entero y los mexicanos no somos la excepción. Primero, una enfermedad mortal que ha limitado nuestra actividad social, provocando angustia, ansiedad e incluso depresión por la falta de conexión física, e incluso, derivado de demasiado contacto, ya que muchas familias no estaban acostumbradas a la convivencia frecuente. En segundo lugar, una situación económica compleja donde el consumo disminuyó drásticamente para algunos sectores, generando despidos, e incertidumbre sobre los ingresos.

Estrés es la palabra común en ambas realidades, manifestándose de muchas formas: dolor de cabeza, insomnio, problemas digestivos como gastritis o colitis, cansancio, afectaciones en la piel como acné, además de pérdida de memoria, falta de concentración, e incluso bajo rendimiento sexual.

Lo anterior genera consecuencias en el desempeño de tus actividades, dañando tu capacidad de generar dinero, o peor, adquisición de tratamientos médicos para atenderlas, y siendo ambos casos pérdida financiera.

Imagina este escenario: comienzas a tomar café para permanecer alerta en el día porque duermes mal por la angustia, comienzas a comer sin horario y además, ingieres irritantes como grasas o picantes, además, te “echas” un cigarro para el “relax” y alcohol el fin de semana como distracción, ahora: súmale los malestares por el estrés. Suena como bomba de tiempo.

Estarías dañando la principal máquina de trabajo, es decir, tu cuerpo y, además, preparas el escenario para una o varias visitas al médico, significando una salida de dinero.

Por supuesto que el estrés no es una elección, es el resultado de situaciones y la forma en la reaccionamos a ellas. Sin embargo, poner atención a los detonantes principales, el alejarse un rato de los problemas y enfocarse a algo totalmente distinto, llevar a cabo actividad física, incluso actividades como meditación, pueden ahorrarnos fuertes cantidades de dinero en tratamientos para manejar las consecuencias del estrés. Cabe señalar que nada podrá sustituir la ayuda de un especialista en salud mental si es algo más complejo.

Y así es como cuidar tu salud física puede llevarte a importantes ahorros en términos financieros.

Recuerda: “Si fuera fácil, cualquiera lo haría bien”.