“Mira mi hijo, en esta vida lo importante no es vivir sino saber vivir con dignidad, respeto y amor”:
En septiembre de 2019, la secundaria del Instituto Pedro de Gante, cumplirá 50 años de abrir las puertas a niños y adolescentes de Irapuato y la región para reafirmar en ellos, los valores universales adquiridos en el hogar e incrementar los conocimientos teóricos y prácticos para desarrollar sus potencialidades a fin de alcanzar ciudadanía plena que requiere el siglo XXI. Ya estamos trabajando en un programa general a desarrollar durante varios meses, que no se agote en una semana intensa, cansada, sino con el tiempo necesario para disfrutar cada evento. Un programa sencillo pero que trascienda en la vida de nuestros alumnos, docentes, padres de familia y la sociedad.
La primera actividad ya la realizamos en un acto social muy emotivo. A partir de ahora, está en marcha. Consiste en seguir la huella de nuestros egresados exitosos. Nuestros alumnos que hayan destacado en alguna rama artística, deporte, ciencia, política, labor social, innovación y por supuesto en educación, les reconoceremos su labor públicamente.
El sábado 9 de junio le entregamos un diploma como exalumno distinguido al doctor en educación Santiago Magdaleno, supervisor de escuelas primarias en Silao, Guanajuato y en presencia de su familia, padres de familia y alumnos fue nombrado Padrino de la Generación 2015-2018 de la Secundaria Instituto Pedro de Gante y Preparatoria Ricardo Flores Magón.
En su mensaje a los ahijados, el doctor en educación Santiago Magdaleno los exhortó a estudiar y a trabajar en favor sus familias y de México. Dijo que hoy como nunca, los jóvenes están obligados moralmente, a hacer realidad los sueños de nuestros antepasados. Por último, agradeció haber sido la primer persona en recibir el reconocimiento exalumno distinguido de la Secundaria Instituto Pedro de Gante, entre el aplauso de todos los asistentes a la cena baile.
Pero ¿quién es el doctor en educación Santiago Magdaleno? Un ejemplo de vida a seguir. Nació en una familia humilde. Tuvo una infancia difícil pero feliz. La persona que más influyó en su vida fue su abuelita, la señora Ma. de Jesús Acebedo, misma que le repetía constantemente: “Mira mi hijo, en esta vida lo importante no es vivir sino saber vivir con dignidad, respeto y amor”.
Y vaya que esta frase la aplicó con creces en su fructífera vida, iniciada en Irapuato, Guanajuato el 23 de junio de 1952. Con su esposa Rosita procrearon cuatro hijos: Víctor Hugo, Gerardo Ezequiel, Santiago Teodoro, y Oscar Fabián, de los cuales dos son médicos militares, con alto grado en el ejército. Su trayectoria académica fue sobresaliente y es ejemplo para las nuevas generaciones porque ya siendo un joven, cursó la primaria nocturna en el Centro de Educación para Adultos número 11 en Irapuato y la secundaria, también nocturna, en el Instituto Pedro de Gante.
Estudió para maestro de primaria en el Colegio Motolinía y terminó en la Escuela Normal Primaria (ENOI) en Irapuato. También estudió la licenciatura en la Universidad Pedagógica Nacional, en Guanajuato capital, y la maestría en el Centro de Actualización del Magisterio Ignacio Allende de Celaya y dos doctorados: uno en el Centro de Estudios de Ciencia y Tecnología y otro, en el Centro de Estudios de Posgrado del Bajío (CEPOB) de León, Guanajuato. Todos estos estudios le ayudaron a ascender muy rápido en el escalafón y le permitieron desempeñarse con excelencia como profesor de grupo, director, supervisor y jefe de sector, éste último cargo, como interino en el norte del Guanajuato.
Además, es músico autodidacta. Toca guitarra, acordeón, contrabajo, requinto jarocho, arpa y por consiguiente, algunos corazones de sus escuchas. Hoy que se celebra el día del padre, le envío a su familia, saludos afectuosos y a él, un abrazo de amigo y maestro pues fue mi alumno.
