/ lunes 6 de enero de 2020

TERMINÓ EL 2019, AÑO INTERNACIONAL DE LAS LENGUAS INDÍGENAS

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) coordinó las acciones encaminadas a proteger, revitalizar y promover las lenguas indígenas en todo el mundo para evitar su extinción. Por tal motivo, se acordó denominar al 2019, como el Año Internacional de las Lenguas Indígenas.

Muy pronto sabremos los logros alcanzados en cada uno de las 5 áreas de trabajo en que se dividió el problema de la extinción de las lenguas indígenas.

De acuerdo a la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, éstos tienen derecho a revitalizar, utilizar y trasmitir a las generaciones futuras sus lenguas, tradiciones orales, sistemas de escritura y literatura.

Además, dispone que los Estados adopten medidas eficaces para proteger este derecho, incluido los servicios de interpretaciones en procedimientos políticos, legales y administrativos. Los artículos 14 y 16 establecen que los pueblos indígenas tienen derecho a establecer sus sistemas educativos y medios de información en sus propias lenguas.

El Foro Permanente de las Cuestiones Indígenas, nos informa que hay en el mundo 6 mil setecientas lenguas. Los pueblos indígenas constituyen menos del 6 % de la población mundial, sin embargo, hablan más de 4 mil lenguas, muchas de las cuales están en “extinción acelerada”.

Existen instituciones que, antes del 2019, trabajaban a favor de la conservación de la cultura y las lenguas. Por ejemplo, el Canal 11, televisión del Instituto Politécnico Nacional, ha ofrecido en su programación presencia y reconocimiento a hablantes en lenguas indígenas, como parte del reflejo multicultural de México.

Pero, los medios de comunicación tradicional, en su mayoría, no han abierto espacios para la difusión de las agendas indígenas, así lo expresa Liliana Vargas. El año pasado se realizó en Acapulco, Guerrero, un evento titulado “68 Voces” Consistió en la presentación de cortometrajes de animación infantil, con duración de un minuto cada uno y relatado en las distintas variantes lingüistas que existen en México, explicando cómo se formó la vida desde la visión de nuestros ancestros.

Me permití seleccionar el siguiente: “Un joven de nombre Xutil pidió a su madre subir al firmamento. Comenzaron a caminar sobre el techo de su casa y se dieron cuenta de que éste crecía y no tenía fin. Alejados de la tierra Xutil le indicó a su madre que era tiempo de separarse, que no debía llorar pues siempre estarían viéndose.

Ella sería la Luna y alumbraría la tierra por la noche y él sería el Sol, y daría calor a los hombres. Fue así como se creó el Sol y la Luna. Así lo cuentan los tseltales.”, describe el corto. Al finalizar la presentación, Santiago García un niño de 12 años de edad pidió a los asistentes reflexionar sobre la importancia de hacer un trabajo, cada uno desde sus espacios para visibilizar a las comunidades y a los distintos pueblos que existen en México.

Terminó el 2019… todo un año de reflexiones, debates y propuestas. Esperamos las recomendaciones de la UNESCO para conservar las lenguas indígenas.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) coordinó las acciones encaminadas a proteger, revitalizar y promover las lenguas indígenas en todo el mundo para evitar su extinción. Por tal motivo, se acordó denominar al 2019, como el Año Internacional de las Lenguas Indígenas.

Muy pronto sabremos los logros alcanzados en cada uno de las 5 áreas de trabajo en que se dividió el problema de la extinción de las lenguas indígenas.

De acuerdo a la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, éstos tienen derecho a revitalizar, utilizar y trasmitir a las generaciones futuras sus lenguas, tradiciones orales, sistemas de escritura y literatura.

Además, dispone que los Estados adopten medidas eficaces para proteger este derecho, incluido los servicios de interpretaciones en procedimientos políticos, legales y administrativos. Los artículos 14 y 16 establecen que los pueblos indígenas tienen derecho a establecer sus sistemas educativos y medios de información en sus propias lenguas.

El Foro Permanente de las Cuestiones Indígenas, nos informa que hay en el mundo 6 mil setecientas lenguas. Los pueblos indígenas constituyen menos del 6 % de la población mundial, sin embargo, hablan más de 4 mil lenguas, muchas de las cuales están en “extinción acelerada”.

Existen instituciones que, antes del 2019, trabajaban a favor de la conservación de la cultura y las lenguas. Por ejemplo, el Canal 11, televisión del Instituto Politécnico Nacional, ha ofrecido en su programación presencia y reconocimiento a hablantes en lenguas indígenas, como parte del reflejo multicultural de México.

Pero, los medios de comunicación tradicional, en su mayoría, no han abierto espacios para la difusión de las agendas indígenas, así lo expresa Liliana Vargas. El año pasado se realizó en Acapulco, Guerrero, un evento titulado “68 Voces” Consistió en la presentación de cortometrajes de animación infantil, con duración de un minuto cada uno y relatado en las distintas variantes lingüistas que existen en México, explicando cómo se formó la vida desde la visión de nuestros ancestros.

Me permití seleccionar el siguiente: “Un joven de nombre Xutil pidió a su madre subir al firmamento. Comenzaron a caminar sobre el techo de su casa y se dieron cuenta de que éste crecía y no tenía fin. Alejados de la tierra Xutil le indicó a su madre que era tiempo de separarse, que no debía llorar pues siempre estarían viéndose.

Ella sería la Luna y alumbraría la tierra por la noche y él sería el Sol, y daría calor a los hombres. Fue así como se creó el Sol y la Luna. Así lo cuentan los tseltales.”, describe el corto. Al finalizar la presentación, Santiago García un niño de 12 años de edad pidió a los asistentes reflexionar sobre la importancia de hacer un trabajo, cada uno desde sus espacios para visibilizar a las comunidades y a los distintos pueblos que existen en México.

Terminó el 2019… todo un año de reflexiones, debates y propuestas. Esperamos las recomendaciones de la UNESCO para conservar las lenguas indígenas.