/ jueves 30 de junio de 2022

TU CONECTE CON LA CIENCIA | Nanoacarreadores: ¡Un aventón para los fármacos!

Dra. Argelia Rosillo de la Torre

Departamento de Ingenierías Química, Electrónica y Biomédica
División de Ciencias e Ingenieras
Universidad de Guanajuato, Campus León


Hoy en día disponemos de una amplia variedad de fármacos, que son moléculas que nos ayudan a tratar y en algunos casos a curar enfermedades. Estos fármacos combinados con otras moléculas como saborizantes, colorantes o estabilizadores, podemos encontrarlos en la farmacia en distintas presentaciones, lo que se conoce como medicamento. Las diferentes formas farmacéuticas de los medicamentos (tabletas, jarabes o inyecciones) responden a las necesidades de los pacientes, por ejemplo, una de las presentaciones más comunes de medicamentos para niños son los jarabes, y esto se debe a que para ellos es más fácil tomar un jarabe que una tableta. Cualquiera que sea la presentación, el medicamento deberá tomarse bajo un tratamiento farmacológico (que el médico indica), es decir, tomar una dosis (por ejemplo, una capsula o cucharadita de jarabe) cada determinado tiempo durante un periodo específico. Si se sigue el tratamiento al pie de la letra, rápidamente se experimentará una mejora o la cura de la enfermedad.

Si bien los fármacos han ayudado a mejorar la calidad de vida y salud de las personas, no son una panacea; por ejemplo, un problema en el que los fármacos no son una solución es en las enfermedades farmacorresistentes, en donde los fármacos no tienen efecto, debido a que las cantidades necesarias no se alcanzan en los órganos afectados. Una estrategia que puede ayudar a resolver esta problemática es el desarrollo nanoacarreadores, que son tecnologías de tamaño diminuto (cien mil veces más pequeña que el grosor de un cabello) que trasportan los fármacos hasta los lugares del cuerpo a los que no pueden llegar por si solos debido a diversos factores biológicos.

En el Laboratorio de Biomateriales de la División de Ciencias e Ingenierías de la Universidad de Guanajuato, Campus León, estudiamos y desarrollamos estas tecnologías; en primer lugar, mediante procesos fisicoquímicos transformamos sustancias químicas (reactivos) en nanomateriales que después usaremos como nanoacarreadores. Posteriormente examinamos sus propiedades y características físicas y químicas mediante diversas técnicas empleando equipos sofisticados como espectrofotómetros, microscopios de alta resolución, entre otros. También evaluamos la respuesta biológica que estos nanomateriales pueden ocasionar utilizando cultivos celulares (células aisladas bajo condiciones controladas).

Finalmente evaluamos, el potencial de estos nanoacarreadores para transportar los fármacos a los lugares a los que les es difícil llegar y medimos su capacidad para ejercer un efecto terapéutico (controlar síntomas o curar la enfermedad). También estudiamos los sistemas de liberación controlada, que son materiales que liberan de manera continua cantidades de fármacos que permiten mantener el efecto terapéutico por un tiempo prolongado con tan solo una dosis y disminuir posibles efectos secundarios (tóxicos). El propósito de estos sistemas es que los pacientes tengan mejoría con tan solo una dosis, evitando las tomas repetidas y previniendo que abandonen el tratamiento farmacológico sin completarlo.

Cualquier comentario sobre este artículo, favor de dirigirlo a eugreka@ugto.mx. Para consulta de más artículos www.ugto.mx/eugreka


Dra. Argelia Rosillo de la Torre

Departamento de Ingenierías Química, Electrónica y Biomédica
División de Ciencias e Ingenieras
Universidad de Guanajuato, Campus León


Hoy en día disponemos de una amplia variedad de fármacos, que son moléculas que nos ayudan a tratar y en algunos casos a curar enfermedades. Estos fármacos combinados con otras moléculas como saborizantes, colorantes o estabilizadores, podemos encontrarlos en la farmacia en distintas presentaciones, lo que se conoce como medicamento. Las diferentes formas farmacéuticas de los medicamentos (tabletas, jarabes o inyecciones) responden a las necesidades de los pacientes, por ejemplo, una de las presentaciones más comunes de medicamentos para niños son los jarabes, y esto se debe a que para ellos es más fácil tomar un jarabe que una tableta. Cualquiera que sea la presentación, el medicamento deberá tomarse bajo un tratamiento farmacológico (que el médico indica), es decir, tomar una dosis (por ejemplo, una capsula o cucharadita de jarabe) cada determinado tiempo durante un periodo específico. Si se sigue el tratamiento al pie de la letra, rápidamente se experimentará una mejora o la cura de la enfermedad.

Si bien los fármacos han ayudado a mejorar la calidad de vida y salud de las personas, no son una panacea; por ejemplo, un problema en el que los fármacos no son una solución es en las enfermedades farmacorresistentes, en donde los fármacos no tienen efecto, debido a que las cantidades necesarias no se alcanzan en los órganos afectados. Una estrategia que puede ayudar a resolver esta problemática es el desarrollo nanoacarreadores, que son tecnologías de tamaño diminuto (cien mil veces más pequeña que el grosor de un cabello) que trasportan los fármacos hasta los lugares del cuerpo a los que no pueden llegar por si solos debido a diversos factores biológicos.

En el Laboratorio de Biomateriales de la División de Ciencias e Ingenierías de la Universidad de Guanajuato, Campus León, estudiamos y desarrollamos estas tecnologías; en primer lugar, mediante procesos fisicoquímicos transformamos sustancias químicas (reactivos) en nanomateriales que después usaremos como nanoacarreadores. Posteriormente examinamos sus propiedades y características físicas y químicas mediante diversas técnicas empleando equipos sofisticados como espectrofotómetros, microscopios de alta resolución, entre otros. También evaluamos la respuesta biológica que estos nanomateriales pueden ocasionar utilizando cultivos celulares (células aisladas bajo condiciones controladas).

Finalmente evaluamos, el potencial de estos nanoacarreadores para transportar los fármacos a los lugares a los que les es difícil llegar y medimos su capacidad para ejercer un efecto terapéutico (controlar síntomas o curar la enfermedad). También estudiamos los sistemas de liberación controlada, que son materiales que liberan de manera continua cantidades de fármacos que permiten mantener el efecto terapéutico por un tiempo prolongado con tan solo una dosis y disminuir posibles efectos secundarios (tóxicos). El propósito de estos sistemas es que los pacientes tengan mejoría con tan solo una dosis, evitando las tomas repetidas y previniendo que abandonen el tratamiento farmacológico sin completarlo.

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