/ domingo 10 de julio de 2022

Una lloradita y a darle

Este texto es un recordatorio: tu valor no está en lo que tienes sino lo que has superado, aunque nadie te lo reconozca.

El otro día escuchaba en un TikTok decir que no eres tu pareja, tu trabajo ni tus bienes porque esos pueden desaparecer en un momento, somos el impacto que logramos. Esa frase retumbó en mi mente un rato porque justo andaba en una situación que me tenía un tanto triste.

Acababa de recibir el aviso de que mi postulación en una convocatoria fue rechazada. Cuando apliqué, estaba emocionada, cuidé cada detalle, entregar todo impecable, leer y releer para evitar errores de dedo u ortografía, presentar la evidencia adecuada, en fin. Tuve mis 5 minutos de drama, triste y preguntándome qué pasó, qué faltó, qué hice mal, mientras secaba mis lágrimas… por si hay duda, aclaro que estoy dramatizando el asunto, aunque sí me afectó.

Ver logros, los estados de Facebook, Instagram y las fotos donde los conocidos hablan de sus éxitos mostrando su felicidad, empuja a las comparaciones tontas y normalmente uno pierde respecto a los demás. Todo empeora cuando ocurren cosas poco agradables y piensas que eres la única persona en este mundo en sentir tristeza, decepción, miedo a volver a iniciar y demás pensamientos negativos.

Pasando el momento más fuerte e intenso, que fue leer el correo donde me decían casi casi “gracias por participar y sigue intentando”, recordé lo que digo a mis clientes, amistades y alumnxs cuando pasan por algo similar: ganes o pierdas tienes un valor como persona, eres lo que logran no los reconocimientos que te dan. Que no se te olvide todo lo que has hecho.

Comparto ese momento, porque fueron como 3 horas de tristeza, que luego se transformaron en reflexión y resiliencia. Quizá fue poco tiempo, pero tenía otros compromisos y ni modo de andar en estado emo en las siguientes reuniones. Como dicen los memes, una lloradita y a seguirle.

Justo pensé en una persona, que estimo y admiro mucho, cuando tuvimos una charla por su nominación a algo muy destacado y le di el siguiente mensaje: “Sí, los premios son chidos y el reconocimiento es padre, pero no haces las cosas por eso. Ganes o pierdas, sigues siguiendo una gran persona."

Su respuesta me sorprendió mucho, dijo que esas palabras le daban alivio porque todo el mundo estaba tan pendiente de desearle éxito que no consideraban que pudiera perder. Sentía en la espalda una piedra gigante y pesada pero realmente eran las expectativas de los demás sobre ella. Al final perdió y ¿sabes qué pasó? Nada, porque sigue trabajando y haciendo miles de cosas, llegando cada vez más lejos.

Y sí, amiguitxs, hay mucho más de fondo que fotos felices en eventos, detrás de cada logro hay muchas bateadas y NO PASA NADA, siempre habrá una nueva oportunidad y deberás estar preparadx para tomarla cuando se presente.

Recuerda: “Si fuera fácil, cualquiera lo haría bien.”

Este texto es un recordatorio: tu valor no está en lo que tienes sino lo que has superado, aunque nadie te lo reconozca.

El otro día escuchaba en un TikTok decir que no eres tu pareja, tu trabajo ni tus bienes porque esos pueden desaparecer en un momento, somos el impacto que logramos. Esa frase retumbó en mi mente un rato porque justo andaba en una situación que me tenía un tanto triste.

Acababa de recibir el aviso de que mi postulación en una convocatoria fue rechazada. Cuando apliqué, estaba emocionada, cuidé cada detalle, entregar todo impecable, leer y releer para evitar errores de dedo u ortografía, presentar la evidencia adecuada, en fin. Tuve mis 5 minutos de drama, triste y preguntándome qué pasó, qué faltó, qué hice mal, mientras secaba mis lágrimas… por si hay duda, aclaro que estoy dramatizando el asunto, aunque sí me afectó.

Ver logros, los estados de Facebook, Instagram y las fotos donde los conocidos hablan de sus éxitos mostrando su felicidad, empuja a las comparaciones tontas y normalmente uno pierde respecto a los demás. Todo empeora cuando ocurren cosas poco agradables y piensas que eres la única persona en este mundo en sentir tristeza, decepción, miedo a volver a iniciar y demás pensamientos negativos.

Pasando el momento más fuerte e intenso, que fue leer el correo donde me decían casi casi “gracias por participar y sigue intentando”, recordé lo que digo a mis clientes, amistades y alumnxs cuando pasan por algo similar: ganes o pierdas tienes un valor como persona, eres lo que logran no los reconocimientos que te dan. Que no se te olvide todo lo que has hecho.

Comparto ese momento, porque fueron como 3 horas de tristeza, que luego se transformaron en reflexión y resiliencia. Quizá fue poco tiempo, pero tenía otros compromisos y ni modo de andar en estado emo en las siguientes reuniones. Como dicen los memes, una lloradita y a seguirle.

Justo pensé en una persona, que estimo y admiro mucho, cuando tuvimos una charla por su nominación a algo muy destacado y le di el siguiente mensaje: “Sí, los premios son chidos y el reconocimiento es padre, pero no haces las cosas por eso. Ganes o pierdas, sigues siguiendo una gran persona."

Su respuesta me sorprendió mucho, dijo que esas palabras le daban alivio porque todo el mundo estaba tan pendiente de desearle éxito que no consideraban que pudiera perder. Sentía en la espalda una piedra gigante y pesada pero realmente eran las expectativas de los demás sobre ella. Al final perdió y ¿sabes qué pasó? Nada, porque sigue trabajando y haciendo miles de cosas, llegando cada vez más lejos.

Y sí, amiguitxs, hay mucho más de fondo que fotos felices en eventos, detrás de cada logro hay muchas bateadas y NO PASA NADA, siempre habrá una nueva oportunidad y deberás estar preparadx para tomarla cuando se presente.

Recuerda: “Si fuera fácil, cualquiera lo haría bien.”