/ jueves 3 de junio de 2021

V I C I S I T U D E S

DIFÍCIL DECIDIR POR QUIÉN...

Un panorama difícil se nos ha cernido desde décadas atrás, y no hemos podido comprender y aprender de los tantos errores que se han generado en nuestro país.

Gobiernos van y gobiernos vienen, y tal parece que las cosas en lugar de mejorar se ponen de mal en peor; al menos así lo percibe gran parte de la población.

Cierto es que, sí se cometen errores, pero no hemos aprendido de ellos. Ya son una constante en nuestro país, y la sociedad se siente harta, engañada y lastimada. Alguien dijo alguna vez que cuando todos están equivocados, todos por igual tienen la razón.

Confuso se ve el presente y futuro para nuestro México, para su gente, porque sin darnos cuenta, así lo hemos construido nosotros, donde la desconfianza social, ha hecho que la solidaridad real se pierda con una facilidad increíble. Cada vez se desconfía de los demás, y, como dijo el otro: “hasta nos miramos feo”.

Es tanto lo que se puede escribir al respecto de forma coloquial, que se llenarían paginas enteras para estructurar, no uno sino varios libros al respecto, pero eso no es suficiente, porque lo que necesitamos, es una conciencia social para salir todos adelante.

Bien me decía mi padre cuando me preguntaba, que qué iba yo a estudiar o a qué me dedicaría, y cuando yo le daba la respuesta, simplemente me decía: “bueno, dedícate a cualquier cosa, menos a la política”, porque ésta es muy sucia, traicionera, peligrosa y falsa, y ¡cuánta verdad tenía!

¿A cuál irle, por quién apostarle, a quién creerle?, si ya pocos toman en serio su papel como políticos. Sólo basta ver cuántos personajes que han “servido” en la política, y “vivido” de ella, y que no fueron considerados dentro de su partido para algún puesto popular, o “ya no estuvieron de acuerdo” con las decisiones y proyectos de éste, se retiraron y se fueron con el mejor postor para ellos, pero no para la ciudadanía, trayendo consigo falta de credibilidad en ellos. Se fueron fácilmente con la competencia, que, sin darse cuenta, y aún con ella, hace que la gente dude de ellos, no crea en ellos, ni en los partidos que les abrieron esas puertas “para trabajar por la ciudadanía”. Eso no se entiende, por más de que uno quiera hacerlo.

Les dejo, a criterio, lo siguiente: “No puedes ayudar a los pobres, destruyendo a los ricos. No puedes fortalecer al débil, debilitando al fuerte. No se puede lograr la prosperidad desalentando el ahorro. No se puede levantar al asalariado destruyendo a quien le contrata. No se puede promover la fraternidad del hombre incitando al odio de clases. No se puede formar el carácter y el valor mediante la eliminación de la iniciativa e independencia de las personas. No se puede ayudar a las personas de forma permanente haciendo por ellos lo que ellos pueden y deben hacer por sí mismos”. Abraham Lincoln.

Evita Perón mencionó alguna vez: “El pueblo no necesita que su gobierno se queje y culpe a su antecesor. Es votado para que mejore la situación, por eso fue elegido, para dar soluciones; para quejarse, ya está el pueblo”. El Señor les bendice. Mtro. Armando.


DIFÍCIL DECIDIR POR QUIÉN...

Un panorama difícil se nos ha cernido desde décadas atrás, y no hemos podido comprender y aprender de los tantos errores que se han generado en nuestro país.

Gobiernos van y gobiernos vienen, y tal parece que las cosas en lugar de mejorar se ponen de mal en peor; al menos así lo percibe gran parte de la población.

Cierto es que, sí se cometen errores, pero no hemos aprendido de ellos. Ya son una constante en nuestro país, y la sociedad se siente harta, engañada y lastimada. Alguien dijo alguna vez que cuando todos están equivocados, todos por igual tienen la razón.

Confuso se ve el presente y futuro para nuestro México, para su gente, porque sin darnos cuenta, así lo hemos construido nosotros, donde la desconfianza social, ha hecho que la solidaridad real se pierda con una facilidad increíble. Cada vez se desconfía de los demás, y, como dijo el otro: “hasta nos miramos feo”.

Es tanto lo que se puede escribir al respecto de forma coloquial, que se llenarían paginas enteras para estructurar, no uno sino varios libros al respecto, pero eso no es suficiente, porque lo que necesitamos, es una conciencia social para salir todos adelante.

Bien me decía mi padre cuando me preguntaba, que qué iba yo a estudiar o a qué me dedicaría, y cuando yo le daba la respuesta, simplemente me decía: “bueno, dedícate a cualquier cosa, menos a la política”, porque ésta es muy sucia, traicionera, peligrosa y falsa, y ¡cuánta verdad tenía!

¿A cuál irle, por quién apostarle, a quién creerle?, si ya pocos toman en serio su papel como políticos. Sólo basta ver cuántos personajes que han “servido” en la política, y “vivido” de ella, y que no fueron considerados dentro de su partido para algún puesto popular, o “ya no estuvieron de acuerdo” con las decisiones y proyectos de éste, se retiraron y se fueron con el mejor postor para ellos, pero no para la ciudadanía, trayendo consigo falta de credibilidad en ellos. Se fueron fácilmente con la competencia, que, sin darse cuenta, y aún con ella, hace que la gente dude de ellos, no crea en ellos, ni en los partidos que les abrieron esas puertas “para trabajar por la ciudadanía”. Eso no se entiende, por más de que uno quiera hacerlo.

Les dejo, a criterio, lo siguiente: “No puedes ayudar a los pobres, destruyendo a los ricos. No puedes fortalecer al débil, debilitando al fuerte. No se puede lograr la prosperidad desalentando el ahorro. No se puede levantar al asalariado destruyendo a quien le contrata. No se puede promover la fraternidad del hombre incitando al odio de clases. No se puede formar el carácter y el valor mediante la eliminación de la iniciativa e independencia de las personas. No se puede ayudar a las personas de forma permanente haciendo por ellos lo que ellos pueden y deben hacer por sí mismos”. Abraham Lincoln.

Evita Perón mencionó alguna vez: “El pueblo no necesita que su gobierno se queje y culpe a su antecesor. Es votado para que mejore la situación, por eso fue elegido, para dar soluciones; para quejarse, ya está el pueblo”. El Señor les bendice. Mtro. Armando.