/ miércoles 9 de junio de 2021

V I C I S I T U D E S

REFLEJO SOCIAL DE LO QUE SUCEDE EN CASA

¿Dónde nos podemos imaginar que estamos parados en México cuando hablamos de educación? ¿Por qué se llega a cuestionar mucho a los mexicanos el nivel de educación que se refleja de acuerdo con nuestro comportamiento? Se polariza mucho al respecto, pensando,

tal vez, que “todos los mexicanos” nos comportamos de la misma manera ante determinadas circunstancias, y definitivamente no es así.

Hacía tiempo que no veía un partido de futbol completo, ya que veía un medio tiempo, y el otro no, o algunos minutos, o, en el mejor de los casos, no lo veía, por tiempo, porque es muy tarde, porque no me llama la atención o simplemente porque no me gusta tensarme y no poderlo disfrutar, dependiendo de quién esté jugando.

El domingo pasado me puse a ver el partido de futbol, de esos que continuamente están inventando las federaciones para tener entretenidas a las selecciones y llevarse una buena lana a sus arcas, y de paso distraer a los fervientes fanáticos de la selección de nuestro país. Se jugaba, según los comentaristas, con el acérrimo rival de la zona, el equipo de los Estados Unidos de Norteamérica. Se veía interesante y con buenos augurios para los nuestros, inflados, como es costumbre, por los “dueños” de los micrófonos y pantallas deportivas.

Nos quedamos mi suegra y yo al ver el partido hasta que terminó. Los dos tiempos reglamentarios, y los dos tiempos extras. En verdad que estuvo muy entretenido y emocionante, y ganó, simplemente el que hizo mejor las cosas.

Cuando estaba observando el encuentro, hubo tres momentos, que me parecen sumamente vergonzosos y tristes, por el comportamiento de nuestros compatriotas, y que quizá a muchos nos encorajina que esto pase.

Comenzando con el respeto que se debe tener a cualquier símbolo patrio, que representa la nacionalidad de un país, del cual se siente uno honrado. Los abucheos no se hicieron esperar cuando se cantó el himno de los Estados Unidos, y lo que es peor, que se haya faltado al respeto al nuestro, no guardando compostura, gritando, bebiendo, y saludando, cuando desde la primaria se nos decía tanto que cuando se entonaba el Himno Nacional Mexicano, se debe tener una postura en firmes y estar de pie, con seriedad y disciplina.

Luego se presenta el grave problema del famoso grito homofóbico que ha costado sanciones económicas, llamadas de atención, y que ya se dieron cuenta en todo el orbe, que ese grito, tiene letra y autor mexicano. Mencionaron el protocolo a llevar a cabo si el grito aparecía, el cual finalmente hizo acto de presencia. Se suspendió el partido por un minuto, y si se seguía dando se suspendería, en definitiva, jugándose al día siguiente en horario establecido, pero sin público. Esto último no sucedió, pero siempre estará latente la suspensión de un partido o la descalificación del selectivo nacional, y hasta que esto no suceda, la gente seguirá gozando con gritar lo que no debe.

Y, por último, el comportamiento tan sucio de la gente cuando el equipo estadounidense festejó el gol de la victoria, porque comenzaron a lanzar porquería y media al terreno de juego, dejando el lugar como un triste cochinero mexicano. Me cuestioné mucho, porque quizá eso sucede en México, pero que haya sucedido en Estados Unidos, donde en teoría las leyes son menos laxas, es una total muestra de falta de educación, de cultura deportiva.

Benjamín Franklin, mencionó alguna vez: “Es difícil que un saco vacío se pare derecho”.

Bendiciones para ustedes y para sus apreciables familias. Mtro. Armando.



REFLEJO SOCIAL DE LO QUE SUCEDE EN CASA

¿Dónde nos podemos imaginar que estamos parados en México cuando hablamos de educación? ¿Por qué se llega a cuestionar mucho a los mexicanos el nivel de educación que se refleja de acuerdo con nuestro comportamiento? Se polariza mucho al respecto, pensando,

tal vez, que “todos los mexicanos” nos comportamos de la misma manera ante determinadas circunstancias, y definitivamente no es así.

Hacía tiempo que no veía un partido de futbol completo, ya que veía un medio tiempo, y el otro no, o algunos minutos, o, en el mejor de los casos, no lo veía, por tiempo, porque es muy tarde, porque no me llama la atención o simplemente porque no me gusta tensarme y no poderlo disfrutar, dependiendo de quién esté jugando.

El domingo pasado me puse a ver el partido de futbol, de esos que continuamente están inventando las federaciones para tener entretenidas a las selecciones y llevarse una buena lana a sus arcas, y de paso distraer a los fervientes fanáticos de la selección de nuestro país. Se jugaba, según los comentaristas, con el acérrimo rival de la zona, el equipo de los Estados Unidos de Norteamérica. Se veía interesante y con buenos augurios para los nuestros, inflados, como es costumbre, por los “dueños” de los micrófonos y pantallas deportivas.

Nos quedamos mi suegra y yo al ver el partido hasta que terminó. Los dos tiempos reglamentarios, y los dos tiempos extras. En verdad que estuvo muy entretenido y emocionante, y ganó, simplemente el que hizo mejor las cosas.

Cuando estaba observando el encuentro, hubo tres momentos, que me parecen sumamente vergonzosos y tristes, por el comportamiento de nuestros compatriotas, y que quizá a muchos nos encorajina que esto pase.

Comenzando con el respeto que se debe tener a cualquier símbolo patrio, que representa la nacionalidad de un país, del cual se siente uno honrado. Los abucheos no se hicieron esperar cuando se cantó el himno de los Estados Unidos, y lo que es peor, que se haya faltado al respeto al nuestro, no guardando compostura, gritando, bebiendo, y saludando, cuando desde la primaria se nos decía tanto que cuando se entonaba el Himno Nacional Mexicano, se debe tener una postura en firmes y estar de pie, con seriedad y disciplina.

Luego se presenta el grave problema del famoso grito homofóbico que ha costado sanciones económicas, llamadas de atención, y que ya se dieron cuenta en todo el orbe, que ese grito, tiene letra y autor mexicano. Mencionaron el protocolo a llevar a cabo si el grito aparecía, el cual finalmente hizo acto de presencia. Se suspendió el partido por un minuto, y si se seguía dando se suspendería, en definitiva, jugándose al día siguiente en horario establecido, pero sin público. Esto último no sucedió, pero siempre estará latente la suspensión de un partido o la descalificación del selectivo nacional, y hasta que esto no suceda, la gente seguirá gozando con gritar lo que no debe.

Y, por último, el comportamiento tan sucio de la gente cuando el equipo estadounidense festejó el gol de la victoria, porque comenzaron a lanzar porquería y media al terreno de juego, dejando el lugar como un triste cochinero mexicano. Me cuestioné mucho, porque quizá eso sucede en México, pero que haya sucedido en Estados Unidos, donde en teoría las leyes son menos laxas, es una total muestra de falta de educación, de cultura deportiva.

Benjamín Franklin, mencionó alguna vez: “Es difícil que un saco vacío se pare derecho”.

Bendiciones para ustedes y para sus apreciables familias. Mtro. Armando.