/ miércoles 24 de noviembre de 2021

V I C I S I T U D E S

LA VOLUNTAD ES LA BASE DEL APRENDIZAJE

Uno de los tantísimos conceptos de educación que he conocido a lo largo de mi experiencia docente, sabiendo de antemano, que, desde los grandes educadores, hasta los más naturales, cotidianos y comunes, tienen su propio concepto, me vino a la mente estos días que me he puesto a estudiar, el siguiente: “Perfeccionamiento intencional de las potencialidades específicamente humanas”.

Esta situación pandémica que nos ha tocado vivir, para nuestra fortuna, pienso yo, porque nos ha hecho darnos cuenta de que hay cosas que estábamos haciendo y que no era tan necesario el hacerlas, y que hay otras que se deberían estar gestionando desde hace décadas y que habían quedado olvidadas. Piensen un poco lo que cada uno de ustedes mis estimados lectores están vivenciando, experimentando, y me darán la razón, porque esos “haceres” mas que sociales, son primeramente personales.

Luigi Stefanini, de nacionalidad italiana y filósofo de vocación, concretamente del personalismo, menciona que la pedagogía se centra solamente en el concepto de la persona sometido a la educación pero que puede olvidarse de la personalidad humana como un ente o sustancia espiritual, racional, singular, libre y responsable.

Menciona que la educación no puede ser personalista, dentro de un materialismo dialéctico, cuando el educando, el alumno de hoy, pierde su individualidad y solamente se masifica. Nunca perder de vista que el escolar de hoy es el producto del mañana.

Creo yo que la educación debe servir para que la persona, desde el momento que comienza su formación académica y la experiencia de vida que va logrando, debe ser, llegar a ser una persona pensante, que ejerza su libertad y sepa tomar decisiones, sabiendo que más de alguna vez se podrá equivocar, pero que sabrá retomar sus propias responsabilidades. Se llegó a mencionar que “la educación debe tender justamente a hacer que el individuo anónimo se convierta en una persona, asumiendo su libertad”.

La educación de una persona, de un pueblo, el educar concretamente, no es una tarea fácil para nadie, pues lo podemos observar desde el ámbito personal, familiar y social, y esto se nos manifiesta por las distintas formas de actuar de los individuos de una sociedad cualquiera.

Cuando se educa, se aprende, pero para ello es importantísima la voluntad del individuo, de la persona, pues dicha voluntad es la base del aprendizaje. ¿En qué dimensión educativa y social está nuestra sociedad actual, no sólo en México, sino en el mundo entero? Personalizar o socializar puede ser una gran disyuntiva que va desde la familia, pasando a la escuela, y hasta donde usted se pueda imaginar.

El Señor les bendiga y les dé su paz. Mtro. Armando.

LA VOLUNTAD ES LA BASE DEL APRENDIZAJE

Uno de los tantísimos conceptos de educación que he conocido a lo largo de mi experiencia docente, sabiendo de antemano, que, desde los grandes educadores, hasta los más naturales, cotidianos y comunes, tienen su propio concepto, me vino a la mente estos días que me he puesto a estudiar, el siguiente: “Perfeccionamiento intencional de las potencialidades específicamente humanas”.

Esta situación pandémica que nos ha tocado vivir, para nuestra fortuna, pienso yo, porque nos ha hecho darnos cuenta de que hay cosas que estábamos haciendo y que no era tan necesario el hacerlas, y que hay otras que se deberían estar gestionando desde hace décadas y que habían quedado olvidadas. Piensen un poco lo que cada uno de ustedes mis estimados lectores están vivenciando, experimentando, y me darán la razón, porque esos “haceres” mas que sociales, son primeramente personales.

Luigi Stefanini, de nacionalidad italiana y filósofo de vocación, concretamente del personalismo, menciona que la pedagogía se centra solamente en el concepto de la persona sometido a la educación pero que puede olvidarse de la personalidad humana como un ente o sustancia espiritual, racional, singular, libre y responsable.

Menciona que la educación no puede ser personalista, dentro de un materialismo dialéctico, cuando el educando, el alumno de hoy, pierde su individualidad y solamente se masifica. Nunca perder de vista que el escolar de hoy es el producto del mañana.

Creo yo que la educación debe servir para que la persona, desde el momento que comienza su formación académica y la experiencia de vida que va logrando, debe ser, llegar a ser una persona pensante, que ejerza su libertad y sepa tomar decisiones, sabiendo que más de alguna vez se podrá equivocar, pero que sabrá retomar sus propias responsabilidades. Se llegó a mencionar que “la educación debe tender justamente a hacer que el individuo anónimo se convierta en una persona, asumiendo su libertad”.

La educación de una persona, de un pueblo, el educar concretamente, no es una tarea fácil para nadie, pues lo podemos observar desde el ámbito personal, familiar y social, y esto se nos manifiesta por las distintas formas de actuar de los individuos de una sociedad cualquiera.

Cuando se educa, se aprende, pero para ello es importantísima la voluntad del individuo, de la persona, pues dicha voluntad es la base del aprendizaje. ¿En qué dimensión educativa y social está nuestra sociedad actual, no sólo en México, sino en el mundo entero? Personalizar o socializar puede ser una gran disyuntiva que va desde la familia, pasando a la escuela, y hasta donde usted se pueda imaginar.

El Señor les bendiga y les dé su paz. Mtro. Armando.