/ miércoles 1 de diciembre de 2021

V I C I S I T U D E S

YO TE HABRÍA HECHO FELIZ

No puedo quedarme con sólo leerlo yo, sin que este mensaje llegué a mover la conciencia íntima de las personas. Me lo compartieron, y agradezco a quien lo hizo, porque estos temas no se deben quedar en el vacío, pues deben tener eco en la sociedad, tan confundida que ya no sabe mirar hacia donde va. Traté de hacer una paráfrasis del texto, esperando llegué con el sentido con que fue creado.

“Mi vida comienza y mis papás aún no lo saben. No tengo figura, pero sé que soy una niña, tal vez de pelo rubio y ojos de color, no sé si verdes o azules, pero de color. Voy creciendo poco a poco, pero sigo siendo muy pequeñita. Mi mamá aún no percibe que vivo dentro de ella y que me alimento de su propia sangre.

Mi boquita comienza a tomar forma y con ella estaré algún día sonriéndole a la vida; algún día comenzaré a emitir sonidos, y segura estoy que mi primer palabra será ma, ma. Muchos podrán pensar que no tengo vida; un error garrafal. Percibo que mi corazón comenzó a latir por su propia cuenta. Latirá primero lentamente, y cuando tome ritmo nunca ya se detendrá, hasta que vaya a morir, pero para eso falta muchísimo tiempo. Sigo creciendo pues mis bracitos y piernitas se están formando. Algún día podré correr para abrazar a mamá y a papá cuando lleguen de trabajar. Con mis deditos que están creciendo podré acariciar a mis papitos.

Hoy es un gran día para mí pues el doctor le dijo a mi mamá que ya estoy viviendo dentro de ella. Espero que mi mamá se sienta feliz, pues pronto podré estar en sus brazos. Ella le avisará a mi papá que ya vengo en camino. Ni mi mamá ni mi papá saben que soy una niña, deseo ser bien recibida. Me agradaría mucho llamarme como mi mamá. Mi carita ya se formó, y me pareceré a mi mamá; es muy linda.

Con mis ojitos comienzo a ver. Sé que afuera hay luz, y todo es muy colorido. ¿Será cierto? Quiero ver de frente a mi mamá y a mi papá, pues ansio conocerlos. Ya escucho el corazón de mi mamá, pero no sé si ella escuche el mío. Sus latidos me emocionan. Mamita, vas a tener una hija contigo, y yo tendré una hermosa mamá.

No me pregunten cómo, pero me he dado cuenta de que hay mamás que no quieren tener a su hijo que llevan en su vientre, y eso me entristece mucho. Pero lo mío es diferente, pues me emociona encontrarme ya con mi mamá, que me tenga en sus brazos; tengo ganas de tocarla y de que me toque; tengo ganas de verla a los ojos y que ella me mire, y me mime. Yo deseo y espero que mi mamá también esté emocionada y quiera conocerme, abrazarme y besarme. Eso lo deseo mucho.

Pero de pronto sucedió en mi vida algo terrible e inesperado; algo que jamás me lo hubiese imaginado. No sé porqué mi mamá permitió que pusieran fin a mi vida antes de nacer. Ella decidió mi vida, sin ser suya. Te equivocaste mamá, al tomar esa decisión. Yo te habría hecho feliz y tú a mí”. Un sí a la vida. Mtro. Armando.

YO TE HABRÍA HECHO FELIZ

No puedo quedarme con sólo leerlo yo, sin que este mensaje llegué a mover la conciencia íntima de las personas. Me lo compartieron, y agradezco a quien lo hizo, porque estos temas no se deben quedar en el vacío, pues deben tener eco en la sociedad, tan confundida que ya no sabe mirar hacia donde va. Traté de hacer una paráfrasis del texto, esperando llegué con el sentido con que fue creado.

“Mi vida comienza y mis papás aún no lo saben. No tengo figura, pero sé que soy una niña, tal vez de pelo rubio y ojos de color, no sé si verdes o azules, pero de color. Voy creciendo poco a poco, pero sigo siendo muy pequeñita. Mi mamá aún no percibe que vivo dentro de ella y que me alimento de su propia sangre.

Mi boquita comienza a tomar forma y con ella estaré algún día sonriéndole a la vida; algún día comenzaré a emitir sonidos, y segura estoy que mi primer palabra será ma, ma. Muchos podrán pensar que no tengo vida; un error garrafal. Percibo que mi corazón comenzó a latir por su propia cuenta. Latirá primero lentamente, y cuando tome ritmo nunca ya se detendrá, hasta que vaya a morir, pero para eso falta muchísimo tiempo. Sigo creciendo pues mis bracitos y piernitas se están formando. Algún día podré correr para abrazar a mamá y a papá cuando lleguen de trabajar. Con mis deditos que están creciendo podré acariciar a mis papitos.

Hoy es un gran día para mí pues el doctor le dijo a mi mamá que ya estoy viviendo dentro de ella. Espero que mi mamá se sienta feliz, pues pronto podré estar en sus brazos. Ella le avisará a mi papá que ya vengo en camino. Ni mi mamá ni mi papá saben que soy una niña, deseo ser bien recibida. Me agradaría mucho llamarme como mi mamá. Mi carita ya se formó, y me pareceré a mi mamá; es muy linda.

Con mis ojitos comienzo a ver. Sé que afuera hay luz, y todo es muy colorido. ¿Será cierto? Quiero ver de frente a mi mamá y a mi papá, pues ansio conocerlos. Ya escucho el corazón de mi mamá, pero no sé si ella escuche el mío. Sus latidos me emocionan. Mamita, vas a tener una hija contigo, y yo tendré una hermosa mamá.

No me pregunten cómo, pero me he dado cuenta de que hay mamás que no quieren tener a su hijo que llevan en su vientre, y eso me entristece mucho. Pero lo mío es diferente, pues me emociona encontrarme ya con mi mamá, que me tenga en sus brazos; tengo ganas de tocarla y de que me toque; tengo ganas de verla a los ojos y que ella me mire, y me mime. Yo deseo y espero que mi mamá también esté emocionada y quiera conocerme, abrazarme y besarme. Eso lo deseo mucho.

Pero de pronto sucedió en mi vida algo terrible e inesperado; algo que jamás me lo hubiese imaginado. No sé porqué mi mamá permitió que pusieran fin a mi vida antes de nacer. Ella decidió mi vida, sin ser suya. Te equivocaste mamá, al tomar esa decisión. Yo te habría hecho feliz y tú a mí”. Un sí a la vida. Mtro. Armando.