/ sábado 19 de mayo de 2018

Y PENSAR…

La renuncia a continuar contendiendo por la Presidencia de la República por parte de Margarita Zavala se estima un acierto. Nada tenía que hacer la señora ahí. Si no había podido al interior de su anterior partido, el PAN obtener la candidatura, menos hubiera podido liderar a todo un país. ¡Y qué país, tan lleno de problemas en todos los rubros y sectores!

Un Anaya sin experiencia y que sin haber sido en su vida síndico ni regidor; ni Presidente Municipal, muchísimo menos Gobernador la había despedazado para salirse a toda costa con la suya. Lograr la candidatura de Acción Nacional. No nos admiramos del indio, sino del que lo hizo compadre. Pero ahora sí, a estas alturas cuando ya no le representa ningún peligro la busca y la llama a “sumarse a su proyecto de partido”. E ahí el juego sucio de la política.

¿Dignidad ha tenido la señora? Tardía, pero le llegó pues hasta ahora no ha pedido a sus pocos seguidores que se sumen a Anaya. ¿Honestidad? Quizá también. Aunque para el INE no, puesto que llegó muy lejos, -dicen- y para qué?, ¿para haber dejado tirada la toalla a la primera de cambios? Se ha ido antes de enfrentar otro debate que hubiera puesto más en evidencia su falta de capacidad. Es cierto que la excandidata independiente dejó supuestamente en libertad a quienes la apoyaban para que emitan su voto a quien mejor consideren, pero también resulta ser cierto que sus seguidores que anteriormente eran correligionarios del PAN sigan teniendo mayor afinidad con dicho partido y por ende al quedarse sin su candidata, volverán a sus orígenes favoreciendo esto a Ricardo Anaya.

José Antonio Meade, tibio sin transmitir ese entusiasmo que como valor agregado debe tener todo líder que se precie de ello va a la baja o al menos no suma. Propuestas antes escuchadas que dicen cuáles son los problemas que aquejan a la nación, pero no el cómo lograran la solución de manera viable.

Anaya que asegura que de ser electo, aunque no tenga la mayoría en el Congreso, logrará negociaciones estupendas y capaces de convencer a sus opositores para que aprueben tantas iniciativas como ideas que tenga el panista. Como si todos fueran Margaritas!

El Bronco… Sigue avanzando. Sí pero en idear y proponer que además de la mutilación de la mano izquierda a los funcionarios rateros, también les den una serie de azotes a otro tipo de delincuentes. Y no ha faltado por ahí la esposa que le ha preguntado que qué propone mutilarles a los maridos infieles. Lo bueno es que no ha dado respuesta a esa pregunta. Mejor ni hablar con estos candidatos que se están despedazando entre sí y que verdaderamente estamos damos un súper espectáculo al exterior cuando los verdaderos temas en que debieran estar concentrados nuestros futuros gobernantes son los relativos al Comercio exterior e inversión; seguridad fronteriza y combate al crimen transnacional; derechos de los migrantes puesto que México tiene tratados de cooperación en materia comercial con varios países y regiones del mundo.

Y pensar que no hay más posibilidades de las que tenemos enfrente. Y peor aún, que la verdadera elección está ceñida sólo entre dos. López Obrador y Anaya. No hay más. Y de entre ambos… a cuál irle? oem-elsol-de-irapuato@hotmail.com

La renuncia a continuar contendiendo por la Presidencia de la República por parte de Margarita Zavala se estima un acierto. Nada tenía que hacer la señora ahí. Si no había podido al interior de su anterior partido, el PAN obtener la candidatura, menos hubiera podido liderar a todo un país. ¡Y qué país, tan lleno de problemas en todos los rubros y sectores!

Un Anaya sin experiencia y que sin haber sido en su vida síndico ni regidor; ni Presidente Municipal, muchísimo menos Gobernador la había despedazado para salirse a toda costa con la suya. Lograr la candidatura de Acción Nacional. No nos admiramos del indio, sino del que lo hizo compadre. Pero ahora sí, a estas alturas cuando ya no le representa ningún peligro la busca y la llama a “sumarse a su proyecto de partido”. E ahí el juego sucio de la política.

¿Dignidad ha tenido la señora? Tardía, pero le llegó pues hasta ahora no ha pedido a sus pocos seguidores que se sumen a Anaya. ¿Honestidad? Quizá también. Aunque para el INE no, puesto que llegó muy lejos, -dicen- y para qué?, ¿para haber dejado tirada la toalla a la primera de cambios? Se ha ido antes de enfrentar otro debate que hubiera puesto más en evidencia su falta de capacidad. Es cierto que la excandidata independiente dejó supuestamente en libertad a quienes la apoyaban para que emitan su voto a quien mejor consideren, pero también resulta ser cierto que sus seguidores que anteriormente eran correligionarios del PAN sigan teniendo mayor afinidad con dicho partido y por ende al quedarse sin su candidata, volverán a sus orígenes favoreciendo esto a Ricardo Anaya.

José Antonio Meade, tibio sin transmitir ese entusiasmo que como valor agregado debe tener todo líder que se precie de ello va a la baja o al menos no suma. Propuestas antes escuchadas que dicen cuáles son los problemas que aquejan a la nación, pero no el cómo lograran la solución de manera viable.

Anaya que asegura que de ser electo, aunque no tenga la mayoría en el Congreso, logrará negociaciones estupendas y capaces de convencer a sus opositores para que aprueben tantas iniciativas como ideas que tenga el panista. Como si todos fueran Margaritas!

El Bronco… Sigue avanzando. Sí pero en idear y proponer que además de la mutilación de la mano izquierda a los funcionarios rateros, también les den una serie de azotes a otro tipo de delincuentes. Y no ha faltado por ahí la esposa que le ha preguntado que qué propone mutilarles a los maridos infieles. Lo bueno es que no ha dado respuesta a esa pregunta. Mejor ni hablar con estos candidatos que se están despedazando entre sí y que verdaderamente estamos damos un súper espectáculo al exterior cuando los verdaderos temas en que debieran estar concentrados nuestros futuros gobernantes son los relativos al Comercio exterior e inversión; seguridad fronteriza y combate al crimen transnacional; derechos de los migrantes puesto que México tiene tratados de cooperación en materia comercial con varios países y regiones del mundo.

Y pensar que no hay más posibilidades de las que tenemos enfrente. Y peor aún, que la verdadera elección está ceñida sólo entre dos. López Obrador y Anaya. No hay más. Y de entre ambos… a cuál irle? oem-elsol-de-irapuato@hotmail.com