Iván Otero de la Vega acaba de ganar el partido más importante, el juego por la vida, logrando recuperarse de una terrible enfermedad como el cáncer, misma que lo ha alejado de las canchas de futbol, deporte que práctico a nivel profesional, recibiendo un merecido reconocimiento de sus amigos del Club Campestre de Irapuato, quienes se reunieron para homenajearlo.

Además de ser un gran deportista si algo ha distinguido a Iván Otero es su calidad humana, un gran amigo que vivió momentos muy complicados, aunque su fortaleza y el apoyo que recibió de su familia y conocidos lo han sacado adelante.

El homenaje se realizó a partir de las 12:00 horas en el campo de futbol del Club Campestre, dándose cita el homenajeado Iván Otero, acompañado de su esposa Norma Origel y sus hijos, quien recibió la gran sorpresa que se preparo en su honor.

Un juego de futbol en el que se involucro a niños y adultos, todo mundo participando de una gran fiesta en la que se hizo entrega de un reconocimiento a Iván Otero de manos del presidente del club Campestre, Benjamín González Topete, para luego disfrutar todos de la convivencia.

Iván Otero fue un deportista de toda la vida y desde muy joven se integro a la estructura profesional del equipo Irapuato, contaba con 14 años de edad, escalando hasta llegar a primera división en donde estuvo en dos juegos, ante Tecos y Neza, pasando un torneo a préstamo al equipo Abasolo.

Su carrera fue corta a nivel profesional ya que decidió dedicarse a otras actividades profesionales a pesar de que en aquel entonces hubo interés de Cruz Azul por llevarlo a sus filas. En el futbol amateur fue campeón en la LIFA en diferentes equipos, en la Liga de Veteranos cerrando en el equipo del Club Campestre de la Liga Premier.

Muy contento se mostró Iván Otero por el reconocimiento organizado por amigos como Willy y Gustavo Tanda, Mauricio García, Oscar Santamaría, Carlos Rodríguez, Benjamín Rodríguez Topete, entre otros, estando listo para seguir afrontando los retos de la vida.