Fue un fin de semana diferente, normalmente durante sábado y domingo los escenarios deportivos de la localidad se llenan de personas que van a jugar o en apoyo de sus equipos favoritos, hoy la actividad se redujo al mínimo con la cancelación de la jornada de las ligas más grandes de la ciudad y algunas, que determinaron llevar a cabo sus encuentros, vieron como las autoridades decidieron suspenderlos.
El deporte trae consigo grandes beneficios para la salud, pero dentro de lo que es la conciencia ciudadana para evitar en todo lo posible la propagación del Coronavirus, hay un aspecto que para muchos pasa desapercibido, la necesidad económica de las familias, muchas que se mantienen con actividades ligadas al deporte.
De entrada el gremio arbitral, muchos silbantes tienen algún empleo fijo y su economía la apoyan sancionando encuentros, pero hay otras personas que se dedican a esta labor de tiempo completo, aquellos que siempre están disponibles para los torneos estudiantiles, de veteranos, categorías libres en los días que se les requiera.
Ellos que esperan cada fin de semana con ansiedad para cumplir con su labor y así poder llevar el sustento a sus hogares, hoy se encuentran en la incertidumbre, sobre todo porque no hay un tiempo fijo para que puedan volver a trabajar.
De la misma forma mucha gente que realiza su vendimia alrededor de los campos, se ven afectados por la cancelación de los encuentros, saben que hay un problema grave de salud al que se debe de estar atento y cumplir con las recomendaciones para retomar la vida normal a la brevedad, pero es algo que les afecta severamente al ser gente que se encuentra al día en la parte financiera.
Por el momento el balón no rueda más, los encestes tienen que esperar para mejor ocasión, las carreras no van a llegar en los días venideros, esperando que los ciudadanos atiendan las recomendaciones de las autoridades de salud, esperando que a la brevedad, todo regrese a la normalidad.