/ martes 4 de febrero de 2020

Recorta Moody’s expectativa de crecimiento para México a 1%

Los riesgos de que el pronóstico baje en lo que resta del año son altos ante el mal comportamiento que arrastra la economía nacional

La calificadora Moody’s redujo su expectativa de crecimiento para México a uno por ciento desde un pronóstico anterior de 1.3 por ciento.

En un comunicado, la agencia advirtió que los riesgos de que el pronóstico baje en lo que resta del año son altos, debido al mal comportamiento que arrastra la economía nacional.

“Basados en el comportamiento del año pasado, creemos que los riesgos a la baja para la economía mexicana se incrementaron. Aún así, proyectamos un crecimiento real del PIB en alrededor de uno por ciento en 2020. Para que esto suceda, tendrá que haber un consumo relativamente estable (que se ha beneficiado por los aumentos en los salarios reales (porque los niveles de empleo se mantienen sin cambios), tiene que cambiar el sentimiento negativo de los negocios y aumentar el gasto gubernamental”.

La desaceleración económica de México puede generar que el gobierno federal recaude menos de lo esperado este año y tenga que ajustar el presupuesto que está basado en un crecimiento económico de dos por ciento, advirtió.

La agencia recordó que la economía mexicana se contrajo 0.1 por ciento anual en 2019, según cifras preliminares del Inegi.

Este dato fue provocado por “un entorno externo relativamente retador y una política monetaria restrictiva. Sin embargo, el factor clave fue la reacción adversa de los inversionistas a los mensajes mixtos de política y el miedo de cambios fundamentales en los entornos regulatorios y fiscales, particularmente en el sector energético”.

La empresa advierte que si se mantiene el sentimiento negativo y los inversionistas siguen guardando el dinero, los ingresos del gobierno pueden quedarse cortos, lo que afectaría a las finanzas públicas, que este año se basaron en una expectativa de crecimiento de dos por ciento.

Otros factores que afectaron el crecimiento económico de México fue la desaceleración de la producción industrial de Estados Unidos, lo que redujo la actividad manufacturera.

“Al mismo tiempo, la incertidumbre relativa al nuevo T-MEC afectó la confianza del inversionista. No obstante, los riesgos externos estaban relativamente contenidos, en comparación con los factores internos”, advierte la calificadora.

El resultado económico del primer año de Andrés Manuel López Obrador sólo fue mejor que el primer año del expresidente Vicente Fox, pero estaba enmarcado por una recesión en Estados Unidos.

La calificadora Moody’s redujo su expectativa de crecimiento para México a uno por ciento desde un pronóstico anterior de 1.3 por ciento.

En un comunicado, la agencia advirtió que los riesgos de que el pronóstico baje en lo que resta del año son altos, debido al mal comportamiento que arrastra la economía nacional.

“Basados en el comportamiento del año pasado, creemos que los riesgos a la baja para la economía mexicana se incrementaron. Aún así, proyectamos un crecimiento real del PIB en alrededor de uno por ciento en 2020. Para que esto suceda, tendrá que haber un consumo relativamente estable (que se ha beneficiado por los aumentos en los salarios reales (porque los niveles de empleo se mantienen sin cambios), tiene que cambiar el sentimiento negativo de los negocios y aumentar el gasto gubernamental”.

La desaceleración económica de México puede generar que el gobierno federal recaude menos de lo esperado este año y tenga que ajustar el presupuesto que está basado en un crecimiento económico de dos por ciento, advirtió.

La agencia recordó que la economía mexicana se contrajo 0.1 por ciento anual en 2019, según cifras preliminares del Inegi.

Este dato fue provocado por “un entorno externo relativamente retador y una política monetaria restrictiva. Sin embargo, el factor clave fue la reacción adversa de los inversionistas a los mensajes mixtos de política y el miedo de cambios fundamentales en los entornos regulatorios y fiscales, particularmente en el sector energético”.

La empresa advierte que si se mantiene el sentimiento negativo y los inversionistas siguen guardando el dinero, los ingresos del gobierno pueden quedarse cortos, lo que afectaría a las finanzas públicas, que este año se basaron en una expectativa de crecimiento de dos por ciento.

Otros factores que afectaron el crecimiento económico de México fue la desaceleración de la producción industrial de Estados Unidos, lo que redujo la actividad manufacturera.

“Al mismo tiempo, la incertidumbre relativa al nuevo T-MEC afectó la confianza del inversionista. No obstante, los riesgos externos estaban relativamente contenidos, en comparación con los factores internos”, advierte la calificadora.

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