Dentro de dos años, el Reino Unido podría albergar la autopista de drones más grande del planeta gracias a los planes de un grupo de empresas de tecnología que forman parte de una serie de proyectos en trámite anunciada recientemente.

Pero es importante no dejarse llevar. Estos planes podrían cambiar los cielos y la vida de las personas. Ahora es el momento de pensar si el ruido, el riesgo de seguridad y la interrupción de los vecindarios familiares valen la pena.

En este momento, las leyes de países como el Reino Unido restringen el uso de drones sin piloto. Pero Skyway permitirá los drones automatizados, utilizando sensores terrestres instalados a lo largo de la carretera. Estos sensores proporcionan una vista en tiempo real de dónde se encuentran los drones en el espacio aéreo.

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El "Skyway" de 164 millas tiene como objetivo conectar el espacio aéreo sobre Reading, Oxford, Milton Keynes, Cambridge, Coventry y Rugby para mediados de 2024, y recibirá más de 12 millones de libras de fondos gubernamentales.

Algunos de los otros proyectos aeroespaciales incluyen servicios de taxi aéreo que transportarán personas y carga, por lo que necesitarán plataformas de aterrizaje tan grandes como un pequeño aeropuerto.

El próximo año comenzará la construcción de un proyecto piloto para el primer aeropuerto urbano eléctrico del mundo en Coventry en 2023. Hyundai planea construir 200 aeropuertos urbanos de este tipo en los próximos cinco años.

También es probable que la proliferación de drones de entrega conduzca a nuevos centros logísticos, que podrían diseñarse como centros similares a colmenas de abejas, como se ve en una patente presentada por Amazon.

Las reglas de planificación tendrán que cambiar drásticamente para adaptarse a estas nuevas estructuras y se debe consultar al público y dejar claro el beneficio para la comunidad. Sin embargo, el gobierno del Reino Unido ha presentado planes para Skyway antes de decidir los cambios de infraestructura necesarios para darle paso.

No está solo en este sentido. Varios países, incluidos Alemania, Singapur y los Emiratos Árabes Unidos, están inmersos en una carrera espacial para establecer drones y taxis aéreos. La innovación tecnológica de drones se está aprobando antes de que se establezca la regulación y antes de una evaluación adecuada de las implicaciones éticas.

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Si las personas van a tener una voz adecuada en los planes, necesitan la información correcta sobre la tecnología involucrada.

Una encuesta reciente mostró que el público del Reino Unido estaba dividido en partes iguales entre aquellos que dijeron tener una buena comprensión (31 por ciento) de los drones y para qué se utilizan, aquellos que tenían cierta comprensión (36 por ciento) y poca comprensión (33 por ciento). El mismo estudio encontró que el 54 por ciento de los participantes se sentirían incómodos si vieran drones regularmente.

La transferencia de tecnología militar, como los drones, a la vida pública conduce a una marcada diferencia entre el ritmo de la innovación y la comprensión que tiene la gente de su impacto. Resultan muchos beneficios, por ejemplo, el transporte de suministros médicos a áreas remotas, pero también se crean problemas éticos y los gobiernos deben comunicar esto.

Uno de los problemas más evidentes es la privacidad, ya que los drones suelen grabar y capturar imágenes. Otro problema clave surge del hecho de que es probable que los drones vuelen en la parte inferior del espacio aéreo (hasta 400 pies en el aire) y, por lo tanto, aumentarán el ruido y la contaminación del aire.

Es probable que las rutas de vuelo de los drones se construyan alrededor de los centros de transporte, los corredores ferroviarios y los aeropuertos existentes. Las personas que viven en estas áreas sufrirán más por la contaminación y los cielos congestionados.

Investigaciones recientes muestran que las personas tienen otras líneas rojas cuando se trata del desarrollo de drones y taxis aéreos. Estos incluyen proteger la vida silvestre y tomar medidas para evitar que los drones sin piloto sean pirateados.

Todos estos problemas muestran por qué anunciar una hoja de ruta para el despliegue de drones comerciales es más fácil que ganar el apoyo público para ello. No hace falta mucho para que la gente se preocupe por el uso de drones.

Necesitan asegurarnos que la tecnología de inteligencia artificial utilizada en drones sin piloto es confiable y si se utilizan algoritmos de reconocimiento facial u otras herramientas analíticas, describir cómo se protegerán los datos del público y cómo pueden usarlos terceros.

Lo más importante será que el público tenga la oportunidad de familiarizarse con la tecnología de drones y cómo los afectará, antes de que sea demasiado tarde para opinar.

* Profesor de Diseño de la Universidad de Lancaster.

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