Con más de 300 años de historia, la hacienda del Zapote se ubica 30 kilómetros al norte de la cabecera municipal de Salamanca y se conserva como uno de los vestigios más importantes del Salamanca antiguo, cuyo asentamiento llegó a abarcar hasta dos mil hectáreas de cultivos agrícolas y producción de ganado.
Desde hace algunos años la hacienda del Zapote fue catalogada como patrimonio del estado de Guanajuato, por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), e incluida en la ruta de las haciendas uno de los programas de atracción turística más importantes de la localidad, pues a través de este se muestran los vestigios de las haciendas con mayor historia y antigüedad que se preservan en Salamanca.
Félix, uno de los trabajadores del lugar, refirió que “la comunidad recibe la visita de mucha gente que acude principalmente sábados y domingos, que se encuentra abierto el templo y aprovechan para ver y visitar la hacienda, ya hemos tenido bodas, fiestas de XV años, también gente viene a tomarse fotos aquí, por querer tener un recuerdo de tan importante hacienda”.
Por ello, esta hacienda es una de las más importantes dentro de la ruta de las haciendas, la cual fue ganadera y agrícola; los territorios que ellos manejaban eran por las cuencas del agua y lo que eran los sembradíos está construida en adobe.
Este recinto es firme testigo de lo que ha logrado vivir esta comunidad, así como la historia de la misma y de Salamanca, se ubica alrededor de 30 kilómetros al norte de la cabecera municipal junto a la presa, en la que la gente de la comunidad quiere y está muy interesada en trabajar en ella y conservarla.
Asentada en un área de tres hectáreas, le falta conservación, es de dos plantas, tiene su molino, habitaciones, patio, contra patio, el acceso a ella es por un camino de piedra, a pesar de que algunos de los techos se han derrumbado, algunas paredes se mantienen, la maleza ha crecido dando cuenta del paso del tiempo; formando parte del México antiguo a través de sus vestigios arqueológicos; en su interior se pueden observar bardas de adobe, piedra y arcos que reflejan el paso del tiempo.