Victima de un infarto murió un salmantino que a diario vendía pan por las calles y que su fama la formo derivado de su invidencia y que hacia malabares para transportar el pan así como el recorrido que hacía por calles y banquetas, con la ayuda de quien estuviera cerca o bien valiéndose de su instinto.
Martín Hernández Vaca de 59 años de edad, quedo ciego desde los 12 años, cuando le exploto el horno en su domicilio, donde su mamá elaboraba el pan que saldría a vender por las calles, primero en un canasto y después en un carrito de mano que le obsequiaron.
Nunca necesito licencia alguna de venta, Martín fue considerado para recibir ayudas a personas con discapacidad, hoy a las 13 horas se oficiará una misa de cuerpo presente y de ahí partirá al Panteón Las Flores, donde se depositarán sus restos.