Con fervor se vivió el Domingo de Ramos, la feligresía católica rememoró la entrada triunfal de Jesús de Nazaret a Jerusalén, con esta conmemoración dio inicio la Semana Santa, uno de los tiempos litúrgicos más importantes en la vida cristiana.
La bendición de los ramos y palmas se hizo antes de la procesión, cabe señalar que los fieles cristianos tienden a conservar las palmas en sus casas, junto a las cruces o cuadros religiosos, esto lo hacen como recuerdo de la victoria pascual de Jesús de Nazaret.
Los feligreses participaron con fervor en la procesión, una tradición que data del siglo IV y que obedece a llevar en las manos ramos de palma, olivos u otros árboles, lo mismo hacen los sacerdotes, quienes marchan por delante de los católicos.
El Domingo de Ramos, es conocido con este nombre ya que estas ramas de olivo fueron puestas en el camino de Jesús cuando ingresó montado en un asno. Se le conoce también como el Domingo de la Pasión.
El Domingo de Ramos marcó el fin de la Cuaresma y dio paso al inicio de la Semana Santa, los ramos de olivo y de palma son signo de la vida y resurrección de Jesucristo y también representan su aclamación como hijo de Dios.