Abandona Estado caravana migrante

Tomaron camino directo a Guadalajara

Oscar Reyes Rodríguez

  · lunes 12 de noviembre de 2018

Se va caravana migrante de Irapuato / Fotos: Oscar Reyes Rodríguez

Así como llegaron, así se fueron. Los migrantes centroamericanos de la caravana “Éxodo”, que recorren el país con rumbo hasta Tijuana, dejaron el refugio del Centro DIF Vasco de Quiroga que les fue habilitado para que descansaran y así pudieran continuar con su trayecto.



A las cinco de la madrugada, los primeros migrantes de los casi cinco mil que llegaron a Irapuato comenzaron a alistarse para salir caminando y continuar con su destino.

El plan original era que los expatriados tomaran la carretera federal 45, para poder llegar a León; sin embargo, durante la madrugada decidieron que lo mejor era continuar directo hasta Guadalajara.

Entre la caravana comenzaron a ver por cuál ruta podían llegar más pronto y decidieron que tomarían la carretera federal 90. Por ello, a los migrantes se les vio caminar por el bulevar Mariano J. García, para llegar hasta la avenida Insurgentes y de ahí salir hasta la salida a Abasolo.

En el crucero que une al Libramiento Sur con la carretera federal 90, conocido como el “trébol de la salida a Abasolo” comenzaron a reunirse los migrantes centroamericanos. ¿La razón? Muy sencilla: ese punto es paso obligado de camiones y tráileres que van con rumbo a Guadalajara, el siguiente destino de la caravana migrante.



Así como llegaron, en camiones, así mismo comenzaron a abordar tractocamiones que lo mismo traían remolques tipo plataformas que contenedores de los llamados “salchicha”.

Eso sí, primero preguntaban a los traileros hacia a dónde iban, si podían llevarlos y si éste decía que iba a Jalisco y los acercaba, entonces comenzaban a subirse a las plataformas.

La escena impresionaba a propios y extraños: de pronto sólo se podía apreciar cómo de los camiones sólo podía distinguirse la cabina y el motor, pues lo demás estaba copado por los migrantes.

Había tráileres donde pudo contabilizarse hasta 150 migrantes, que como pudieron se acomodaron y aunque sabían del riesgo que eso implicaba, también estaban decididos a seguir su peregrinaje.

Un camión del transporte público fue parado por los migrantes y le pidieron que los llevara.

El conductor les dijo que sólo tenía seis lugares y que los apoyaría al dejarles a 100 pesos el viaje por persona hasta Guadalajara. Los migrantes se organizaron y decidieron que seis mujeres que estaban embarazadas y dos mujeres adultas mayores subieran en ese camión.

Había quienes les echaban aventón en las cajas de sus camionetas, otros que les abrieron la puerta de su coche y en tanto los demás esperaban que pasara otro tráiler que los apoyara en su trayecto con rumbo hasta Guadalajara.

Incluso, hubo un grupo de 80 migrantes que consiguieron un aventón hasta Tijuana con un trailero que tenía proyectado llegar la madrugada del martes y se subieron, pues Tijuana es el punto final hasta donde tiene que llegar la caravana de migrantes y donde algunos intentarán cruzar la frontera militarizada de Estados Unidos, otros más tramitarán su asilo en ese país y otros más probarán suerte en esa ciudad de la frontera mexicana.


Los migrantes, al igual que cuando llegaron, fueron resguardados por elementos de Protección Civil, de la Policía Municipal de la Policía Federal y de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado.

Así como llegaron, en camiones, así se fueron los migrantes centroamericanos, quienes dicen que lo más complicado, como fue salir de su país que pasa por una crisis social muy fuerte, ya lo hicieron y que llegar a la frontera para ellos ya es ganancia.


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