María Guadalupe Morales Reyes de 84 años de edad, es la celadora mayor de la Caravana Nacional de la Fe, quien cada año junto con más de 200 personas, acuden a San Juan de los Lagos a ver a la Virgen.
El Dato...
Cada año invitan a familias de distintas comunidades y aportan comida y otros recursos para llegar a ver a la Virgen.
Guadalupe comentó que la tradición viene desde hace más de 200 años, cuando sus abuelos comenzaron a salir en peregrinación con sacerdotes y habitantes de comunidades cercanas a Valle de Santiago.
"Fue desde 1825 que mis abuelos comenzaron lo que se convertiría en la Caravana de la fe, ahora nacional por que muchas veces nos apoya gente de otros estados".
Platicó que cuando nació, su madre pensó que moriría por que estaba muy pequeña y se rehusaba a comer, pero fue el padre Trujillo y Torres, quien dijo a su progenitora que sobreviviría y no solo eso sino que llevaría a cabo una gran misión.
"Debido a la fe de mis padres yo nací en Lagos y cuando asistí a la primera peregrinación tenía siete meses de nacida, hasta la fecha a mis 84 años continuamos aquí al servicio de la Santísima virgen, quien es la que ha intercedido ante dios para que siga aquí".
Decenas de personas de diferentes edades se organizaron para llevar las maletas de los peregrinos, una capilla móvil y comida para los peregrinos.
"La fe nos une y cada quien trae lo que dios le permite traer, nunca falta comida ni agua", comentaron los participantes de la caravana.
Juana Mendoza es una de las varias personas que lleva comida para los peregrinos desde hace 14 años.
"Hoy traemos carnitas y frijolitos, tenemos varios años haciendo esto, mi esposo fue quien empezó a hacerlo pues antes de que se fuera a Estados Unidos el iba de peregrino y recuerda lo mucho que les ayudaba la gente, ahora aunque el no esté en el país nos encarga a nosotros traerles un taquito a los peregrinos".
Guadalupe y sus familiares comentaron que a lo largo de los años han sido testigos de varios milagros tanto para ellas como para otros peregrinos.
"Una vez nos tocó ver un hombre que salió desde Valle descalzo y cuando llegó a San Juan no tenía una sola ampolla en los pies, y eso solo es uno de los tantos milagros con lo que nos ayuda la virgen".
" Hace unos días Guadalupe, estuvo enferma y fue internada, pero unos días antes de salir, ella se repuso y ahorita ya está como si nada hubiera pasado, todos aquí le debemos mucho a la virgen, y aquí seguiremos hasta que dios nos dé vida". Exclamó la nuera de la veladora mayor.
A su llegada llevarán adornos florales a la virgen y un mariachi para el cual todos los participantes dan una cooperación.