Enrique Díaz Díaz, obispo de la Diócesis de Irapuato, condenó el homicidio del ex camarógrafo guanajuatense Enrique Sosa, quien murió tras ser atropellado de manera presuntamente intencional, así como el de Luz Raquel Padilla, quien fue privada de la vida en Jalisco.

Durante su mensaje a medios de comunicación semanal, dijo que es preocupante el nivel de insensibilidad y de irracionalidad de las personas que cometen delitos que atentan contra la vida, pues con ello es complicado que se ponga un alto definitivo a la violencia que de manera cotidiana aqueja a la sociedad.

Señaló que los niveles de violencia cada vez son más elevados y es producto de la descomposición del tejido social y de la falta de valores que surgen desde los hogares, pues es evidente que no se ven mejoras en reducción de hechos delictivos.

Refirió que deben fortalecerse los valores en las familias, pues actualmente son problemáticas que están costando la vida de decenas de personas y derivado de hechos inconcebibles en los que unas personas privan de la vida a otras y sin tener remordimiento.

Llamó a las autoridades de todos los niveles de gobierno a generar las condiciones para regresar la paz a la ciudadanía y a esclarecer los hechos en los que ciudadanos pierden la vida por hechos delictivos.

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"Lamentamos mucho la muerte de la madre de familia Luz Raquel de Zapopan que murió quemada, no lo puedo uno imaginar y sin embargo es una realidad, o del ex camarógrafo de la televisión estatal, Enrique Sosa, que también atropellado vilmente o arteramente que nos hace pensar que hay en el corazón de estas personas, por eso se nos hace más urgente oración".