Crece abasto de combustible en Guanajuato

El abasto de gasolina en Guanajuato continúa restableciéndose y este martes, de las 603 gasolinerías que hay en el estado, 58% estaban brindando servicio.

Se está normalizando el abasto de gasolina en la entidad.

El gobernador de Guanajuato, Diego Sinhué Rodríguez Vallejo, confirmó a través de su cuenta de Twiiter que alrededor de 350 gasolinerías estuvieron brindando servicio de venta, por lo que poco a poco la escasez va quedando atrás.

“El abasto de combustible hoy alcanzó en promedio un 58% de estaciones en operación en el estado. En #GTO hemos sido muy responsables en afrontar esta crisis con orden, vamos a seguir trabajando para normalizar nuestra economía y seguir siendo #GrandezaDeMéxico”, escribió el gobernador de Guanajuato en su cuenta de Twitter.

En municipios como Irapuato, por ejemplo, de acuerdo con datos del Gobierno del Estado, de las 62 gasolinerías que brindan servicio, 70% estuvieron operando durante el martes.,

En tanto, en Celaya se tuvo un abasto de 80%, mientras que en Salamanca se tuvo servicio en 70% de las gasolinerías.

En municipios como Pueblo Nuevo el abasto está al 100%, lo mismo que en municipios como Abasolo o Pénjamo.

León es la ciudad donde el abasto aún no se ha restablecido al 100%, pero tiene en funcionamiento un 50% de sus estaciones de servicio, por lo que las filas para cargar combustible poco a poco van quedando atrás.

El gobernador de Guanajuato, desde el inicio de la escasez de combustible, comenzó a gestionar más gasolina para el estado, al grado de viajar a Texas para pedirle a los propietarios de firmas como Mobil, por ejemplo, que enviaran más combustible, dado que la demanda del mismo estaba en ascenso.

Cada vez más gasolinerías tienen servicio.

Además, logró gestionar que la Terminal de Almacenamiento y Reparto fuera acondiconada, para ahí recibir gasolinas a través de ferrotanques que Petróleos Mexicanos envía cargados con combustible proveniente desde Minatitlán, Veracruz.

Aunado a ello, la estrategia que derivó en un decálogo de acción estableció no vender gasolina en bidones, así como dosificar las ventas a 500 pesos máximo por conductor, lo que permitió que hubiera organización y los guanajuatenses que no tenían combustible pudieran cargar sin problemas.