Abasolo, Gto.- El impacto del Covid-19 en el transporte de pasajeros continúa causando estragos entre la población, luego de que a casi un año y medio que las corridas de autobuses entre Pénjamo y Abasolo y Abasolo-Pénjamo se suspendieran, no se vislumbra para cuándo pudiera estarse normalizando de nueva cuenta.
Lo anterior lo aseguran usuarios de Abasolo que tienen que caminar hasta la carretera federal 1110 para ver si corren con suerte y que algún autobús detenga su marcha para poderse trasladar a Pénjamo, aunque de Pénjamo a Abasolo, los autobuses los bajan a la entrada de la ciudad.
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Al respecto algunos de ellos señalaron que es cierto que el confinamiento que hubo desde el año pasado afectó al rubro del transporte, por el cierre de oficinas, escuelas y centros de trabajo en general y que ello produjo una disminución en la movilidad de las personas, pero ahora la gran mayoría a excepción todavía del educativo, ya se están reactivando.
“Con calor o con lluvia tenemos que esperar que algún autobús detenga su marcha, ese es el pan de todos los días desde que empezó lo de la pandemia, porque de Pénjamo, si salen autobuses de la central camionera que te bajan a la entrada de Abasolo, pero de Abasolo a Pénjamo, tienes que caminar hasta fuera de la ciudad y esperar a que alguien se compadezca de ti, aunado a que en esta zona no hay boleteros”.
Es cierto que por la pandemia del Covid-19 desde el mes de abril del año pasado se observó una reducción muy significativa de usuarios, pero esta situación continúa causando estragos entre aquéllas personas que tienen que trasladarse entre Abasolo y Pénjamo o viceversa, ya que en las terminales de autobuses en ambos municipios, informan que no se tienen indicaciones de cuándo se pudiera normalizar las salidas de autobuses entre ambas ciudades.