La Exhacienda San José El Copal de Irapuato es un inmueble que tiene más de 400 años de antigüedad, el cual llegó a ser un espacio dedicado al trabajo de la agricultura y ganadería por los habitantes de la zona, a pesar del paso de los años, el lugar es conservado como parte de las instalaciones de la Universidad de Guanajuato.
En la entrada principal a la comunidad El Copal puede observarse la Exhacienda San José El Copal que sobre sale entre todas las construcciones de la zona, pues su infraestructura esta intacta y bien conservada, de acuerdo con el libro “Haciendas de Guanajuato” de Isauro Rionda Arreguín, el edificio data desde finales del siglo XVI y fue propiedad de un argentino, Antonio Pérez Gálvez, quien llegó como militar y obtuvo su riqueza al casarse con la hija de un conde.
El lugar contaba con una superficie de 14 mil 596 hectáreas y el trabajo en la hacienda fue dedicado principalmente a la agricultura y crianza de ganado, para abastecer a las zonas mineras, conventos y población de la zona.
La estructura del inmueble cuenta con nueve arcos de cantera rosa pegados a una pared de piedra de más de cien metros de largo y una capilla con campanario que fue dedicada a San José, en aquel entonces la hacienda era tan grande que colindaba con Aldama y Lo de Juárez y con las haciendas de Arandas y La Garrida.
En 1975 la hacienda pasó a ser parte de las instalaciones de la División Ciencia de la Vida de la Universidad de Guanajuato, la cual es usada no sólo como oficinas administrativas, sino también como un espacio para exposiciones abierta al público de manera gratuita, donde exhiben obras temporales.