/ lunes 4 de noviembre de 2024

Homenajean a Samuel Ruiz García, obispo irapuatense defensor de los indígenas

Se reunieron para rendirle una emotiva guardia de honor frente a su busto para conmemorar el centenario de su natalicio

Autoridades municipales, familiares y amigos de Samuel Ruiz García, el reconocido obispo irapuatense, se reunieron para rendirle una emotiva guardia de honor frente a su busto para conmemorar el centenario de su natalicio.

El evento se celebró en honor a la vida y legado de quien dedicó su existencia a defender la justicia, la dignidad y los derechos de las comunidades indígenas y más vulnerables de México y América Latina.

Rodolfo Gómez Cervantes, secretario del H. Ayuntamiento, destacó la importancia de honrar la memoria de Samuel Ruiz García, a quien describió como un “hijo ilustre de Irapuato”. En su discurso, mencionó que “aquí nació el que debería ser conocido por todos”, frase con la que se abrió el homenaje, además, anunció la intención de colocar una placa conmemorativa en la casa natal del obispo, ubicada en la esquina de Avenida Guanajuato y Casuarina, para perpetuar su recuerdo en el lugar que lo vio nacer precisamente hace cien años.

La vida y obra de Samuel Ruiz García, también conocido como “Tatik”, es recordada por su inquebrantable compromiso con los derechos humanos, fue un defensor incansable de la paz y un pilar para los pueblos indígenas, siempre motivado por su amor al prójimo, Rodolfo Gómez destacó la dedicación de este obispo al servicio de los demás, subrayando que “su verdadero amor radicaba en el servicio a los demás”.

Afirmó que su legado inspira a seguir trabajando por los que menos tienen, recordando que su labor no fue fácil y requirió de un compromiso constante y un profundo coraje.

En representación de la familia, María Inés Ruiz Ramírez, sobrina del obispo, compartió recuerdos personales que reflejan el lado más humano de su tío, quien describió a Samuel Ruiz como una figura paternal que siempre estuvo cerca de su familia, cuidándolos y apoyándolos en su educación, dijo también “Para mí, Samuel Ruiz fue un regalo del cielo, fue algo maravilloso haberlo tenido entre nosotros, y yo estuve con él hasta su último suspiro de vida”, comentó conmovida.

El padre Armando García Ojeda, amigo y compañero también del obispo, expresó su sentir. Durante su intervención, invitó a Irapuato a sentirse orgulloso de haber dado al mundo a un hombre como Samuel Ruiz García y agradeció al H. Ayuntamiento por hacer posible esta celebración. “Irapuato, alégrate de tener hijos como Samuel Ruiz García; que sea un ejemplo para todos”, concluyó.

Autoridades municipales, familiares y amigos de Samuel Ruiz García, el reconocido obispo irapuatense, se reunieron para rendirle una emotiva guardia de honor frente a su busto para conmemorar el centenario de su natalicio.

El evento se celebró en honor a la vida y legado de quien dedicó su existencia a defender la justicia, la dignidad y los derechos de las comunidades indígenas y más vulnerables de México y América Latina.

Rodolfo Gómez Cervantes, secretario del H. Ayuntamiento, destacó la importancia de honrar la memoria de Samuel Ruiz García, a quien describió como un “hijo ilustre de Irapuato”. En su discurso, mencionó que “aquí nació el que debería ser conocido por todos”, frase con la que se abrió el homenaje, además, anunció la intención de colocar una placa conmemorativa en la casa natal del obispo, ubicada en la esquina de Avenida Guanajuato y Casuarina, para perpetuar su recuerdo en el lugar que lo vio nacer precisamente hace cien años.

La vida y obra de Samuel Ruiz García, también conocido como “Tatik”, es recordada por su inquebrantable compromiso con los derechos humanos, fue un defensor incansable de la paz y un pilar para los pueblos indígenas, siempre motivado por su amor al prójimo, Rodolfo Gómez destacó la dedicación de este obispo al servicio de los demás, subrayando que “su verdadero amor radicaba en el servicio a los demás”.

Afirmó que su legado inspira a seguir trabajando por los que menos tienen, recordando que su labor no fue fácil y requirió de un compromiso constante y un profundo coraje.

En representación de la familia, María Inés Ruiz Ramírez, sobrina del obispo, compartió recuerdos personales que reflejan el lado más humano de su tío, quien describió a Samuel Ruiz como una figura paternal que siempre estuvo cerca de su familia, cuidándolos y apoyándolos en su educación, dijo también “Para mí, Samuel Ruiz fue un regalo del cielo, fue algo maravilloso haberlo tenido entre nosotros, y yo estuve con él hasta su último suspiro de vida”, comentó conmovida.

El padre Armando García Ojeda, amigo y compañero también del obispo, expresó su sentir. Durante su intervención, invitó a Irapuato a sentirse orgulloso de haber dado al mundo a un hombre como Samuel Ruiz García y agradeció al H. Ayuntamiento por hacer posible esta celebración. “Irapuato, alégrate de tener hijos como Samuel Ruiz García; que sea un ejemplo para todos”, concluyó.

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